Juzgar actores


"¿Cómo sabe usted cuando una actuacion es buena o no?" He aquí una buena pregunta. Un lector me la hizo por correo hace días y no se me ocurre más que responder que saber, lo que se llama saber... No sé. Déjenme dar algunas razones, de cualquier manera... Aunque no necesariamente tenga la razón.

El juzgar el trabajo fílmico de un actor es lo más subjetivo que puede existir en una actividad de por sí sujetiva: escribir crítica de cine. David Bordwell lo ha escrito ya en este espléndido post y ha señalado que, por lo mismo, la cantidad de los libros que analizan el trabajo de los actores es ínfima comparada con los textos acerca de géneros, directores, fotografía, montaje o corrientes fílmicas. Y eso, sin olvidar la importancia del llamado "Efecto Kuleshov": ¿cuánto de lo que llamamos una gran actuación está influida realmente por el montaje? Y aún más: la fotogenia... Esa cualidad única de algunas presencias fílmicas que provoca que la cámara -y nosotros con ella- babeen frente a ellas. Marilyn, Bogey, Marlene, Pedrito, Cary, Marlon, Rita, Angelina, Marcello... ¿Son, fueron, grandes actores, actrices, o será que la cámara los adora? ¿O las dos cosas?

Pero volvamos a la pregunta inicial: ¿cómo saber cuándo un actor está haciendo un trabajo laudable? Tres variables, para iniciar la conversación de hoy.

1. Tradición, contexto, historia. Las actuaciones de Lilian Gish o Douglas Fairbanks en los años 10 ó 20 del siglo pasado tienen que juzgarse de acuerdo con su contexto histórico y la tradición de la época. No es lo mismo el cine silente que el sonoro. No es lo mismo un filme de 1917 a uno de 1967. No es lo mismo trabajar en Iván el Terrible en el contexto del cine soviético de los años 40 que en El Padrino en el contexto del cine hollywoodense de los 70 .

2. Trama, género, personajes. A propósito de Batman y demás enmascarados: decir que Nicholson o Ledger se sobreactuaron en sus respectivos retratos de "el guasón" es absurdo. Los dos encarnaron a criminales psicópatas que se visten de payasos. Uno espera un comportamiento desaforado por parte de ellos y eso es lo que uno obtiene al verlos en pantalla.

No es lo mismo actuar en un melodrama familiar realista como Una Familia de Tantas que en un melodrama populista y sensiblero como Nosotros los Pobres. En el primero se preferencia un trabajo actoral más justo; en el segundo, un trabajo actoral menos sutil, más obvio. No es que David Silva sea mejor actor que Pedro Infante (aunque acaso sí lo sea): lo que sucede es que no es lo mismo interpretar a un vendedor de aspiradoras clasemediero que al carpintero cantarín Pepe el Toro. El personaje condiciona al actor.

3. Técnicas actorales-cinematográficas. Un actor de cine sabe que no tiene por qué gestualizar demasiado ni levantar la voz. Existe el close-up. Un movimiento en la comisura de los labios, unos ojos entrecerrados, un ligero encogimiento de hombros puede ser suficiente para transmitir lo que se desea. Un actor trabaja con su cuerpo, con su mirada, con su voz (¡abajo el doblaje!) y con los objetos que le rodean. Al final de El Padrino, cuando Michael Corleone acaba de ver el asesinato de su cuñado, Pacino actúa con los guijarros que arrastra bajo sus pies. Michael ya dejó de ser el joven alegre y limpio de la secuencia de la boda: se ha convertido en un jefe mafioso cerebral e implacable. Camina encorvado, su mirada es gélida y al caminar arrastra innumerables piedrecillas. La actuación de Pacino es extraordinaria, pero está enmarcada en la reacción que tenemos por la muerte de Carlo, por el encuadre elegido por Coppola y por el ruido de los guijarros que arrastra pesadamente Pacino. Empieza a arrastrar una larga cadena de crímenes.

Comentarios

De hecho yo tengo otra interrogante que, tras una larga charla con cierto pedante director de cine, se me medio aclaró, pero que hoy regreso al aire... A veces, cuando se reconoce a un actor por su trabajo (si es por premio, sólo sobadas en la espalda mediante reconocimiento crítico o lo que sea) ¿Qué se está reconociendo: su actuación o su personaje, creación tanto del actor, del guionista y, específicamente, del director?

Recordemos... A diferencia del teatro, el cine es un arte que permite, si así lo desean los encargados de producirlo, "crear una actuación" mediante repeticiones de tomas, encuadres, edición... Famoso el sonado reclamo de Peter Bogdanovich al decir que él creó la actuación de Tatum O'Neal... Y como esos casos, varios.

Interesantes post... Un saludo.
Excelente entrada.

Es por eso que yo decía que a mí no me interesan las actuaciones en el cine. Lo que para unos es grandísimo para otros es basura. Lo que ayer rifaba, ahora es ridículo. Lo que en un país es sublime, en otro es irrisorio.

A mí denme planos, movimientos de cámara, paletas de colores, decisiones de sonido...aunque se escuche mamón.

Así que aunque esté la mismísima Greta en pantalla, ni modo, a concentrarse en el conjunto del plano. Y eso incluye las cortinas.

Jejeje.
Anónimo dijo…
Eso..! Esta es la parte que más me gusta cuando has visto una de tus películas favoritas una y otra ves, lees el blog y te invita a verla de nuevo. La escena que mencionas de Pacino al final de El Padrino. Excelente.! lo mismo me sucedió cuando leí tu reseña de El Bueno, el Malo y el Feo: el cigarrillo, la botella de whisky, el puñetazo entre hermanos y la banda que deja de tocar la canción de fondo usada para las torturas..
Podría decirse lo mismo del actor teatral, Duende (claro, no en la misma medida, porque en el teatro el actor se queda solo con su personaje y frente a un público en vivo).
Pero aunque es cierto que la actuación fílmica depende del montaje, del encuadre, etcétera, también depende del actor mismo. Vaya: el cine de Allen es famoso por la calidad de sus actuaciones y es bien sabido que Allen NO DA INSTRUCCIONES específicas a los actores. Y tampoco hace muchas tomas (el caso de Septiembre, que volvió a filmar casi enteramente, es la excepción que confirma la regla). Igual es el caso de Eastwood: un cine práctico, hecho en unas cuantas semanas, sin demasiadas discusiones con sus actores. A diferencia de Coppola, que acostumbraba ensayar con disciplina teatral junto a sus actores.
Y hay otra cosa: los actores evolucionan, involucionan, se estancan... Infante, en Escuela de Rateros, es mucho mejor actor que en Nosotros los Pobres. En la primera cinta, se parodia a sí mismo y encarna con justeza al actor famoso y pedante y al Pedro Infante de siempre. Y en los dos casos, en los dos personajes, lo hace bien. En Nosotros los Pobres Infante estaba apenas conociendo sus posibilidades y el propio medio. Es cierto, Pedro tuvo a Ismael Rodríguez por un lado desde sus inicios -quien, de hecho, hasta lo aconsejó cómo cantar- pero también tenía un talento innato. No creo que Infante sea una construcción simple de una edición, unos diálogos y uno o dos personajes. Tenía un talento natural. Un animal fílmico, en mi opinión.
El caso de Tatum O'Neal... Sin duda: un director puede sacar de la sala de montaje una buena actuación. Una vez. Pero... ¿siempre? No lo creo.
Interesante el tema, ¿no?

Y Paxton, sí, hay algunos contigo en la idea de no fijarse en los actores. Yo no podría hacerlo. No puedo, de hecho.
Daniela dijo…
O sea que, desde tu perspectiva Paxton, hubiera sido lo mismo ver la escena del estrangulamiento del policía en No Country For Old Men ejecutada por Jean Claude Van Damme?
No creo...
Por lo menos para mí, sí, lo mismo.

Y hablando de Jean-Claude van Damme, ¿ya vieron las excelentes reseñas que le dieron por su actuación en su última película? Lo que ayer era ridículo, hoy es motivo de regocijo.

A ver actuaciones, al teatro.
Joel Meza dijo…
Yo tampoco puedo dejar de ver a los actores creando los personajes que cuentan o son parte de la historia. Aunque conforme pasa el tiempo me doy cuenta que en la mayoría de las películas que he visto, la mayoría de las decisiones de reparto son completamente intercambiables sin ningún efecto, excepto el del gusto o disgusto que nos pueda provocar físicamente un actor sobre otro. Y ahí están todos esos refritos para demostrarlo.
Habiendo dicho éso, claro que no puedo dejar de pensar que hay creaciones que son únicas a un actor (aún si no lo son, pero sería difícil aceptar a otro en el mismo papel... hasta que lo viera, es decir): los mencionados Michael Corleone (la escena que describes, Ernesto, me recuerda tu observación sobre esa otra escena en El Padrino III, donde Michael se confiesa con el cardenal, "maté al hijo de mi madre"... es impactante por la actuación de Pacino -¡sólo una espalda!- y por el encuadre justo de Coppola) y Pepe el Toro. Quisera hacer una lista de todos los que puedo pensar que son imprescindibles en un papel, pero me gana la razón y me doy cuenta que realmente no hay forma de comprobarlo. Y cuando la hay, se echa por tierra la idea.
Joel Meza dijo…
Y viendo la foto con que ilustras la nota, siempre que veo a Jimmy Stewart no puedo evitar pensar que si alguien decidiera rehacer todas sus películas, Tom Hanks sería el sustituto perfecto.
Anónimo dijo…
Es interesante lo que se menciona en esta entrada, pienso que podria caber la siguiente pregunta. ¿el actor hace al personaje o el personaje hace al actor? me surgió esta duda, ¿cómo serían recordados los siguientes actores? Al Pacino de Benjamin Braddock o bien a Dustin Hoffman como Michael Corleone, Charlton Heston de Vito Corleone o Marlon Brandon de Judah Ben Hur.. Sinceramente no me los imagino, es más dudo que hubieran tenido el mismo impacto.
Josafat M. dijo…
"Acting is like sex: you either do it and don't talk about it, or you talk about it and don't do it. That's why I'm always suspicious of people who talk too much about either."
Claro... No digo que todos sean ese caso... Pero mi pregunta va sobre, al final, qué nos "atrapa"... Cierto, el actor tiene mucho que dar, pero también el personaje, quién es, qué quiere, etcétera, es parte fundamental del desarrollo. Eso y un actor que logre llevarlo, es indispensable, pero creo que a veces queda fuera de la discusión el personaje mismo.

Y sobre Allen. En efecto... Wilder hizo famoso ese dicho de que mientras lo dirigía, él le preguntaba a Allen si le había gustado o cómo había quedado la toma, y el segundo sólo le respondía: ¿Te han atendido bien, aquí hay café, galletas? ¿Ya comiste algo? Genial.

Paxton... No toques a Van Damme. Cyborg 4-eva!
Joel Meza dijo…
... y la cita es de...
Josafat M. dijo…
Y qué opinan de otra cita de Bogart en la que dice que le parece estúpido las nominaciones al oscar por mejor actor, porque cree que eso no se puede medir justamente, que la única manera de que sea una competencia justa, es que los nominados hayan actuado el mismo papel, sólo de esa manera se podría saber quién es más capaz, ¿alguien está de acuerdo?
Para ejemplos prestos ahí está el Joker de Nicholson y el Joker de Ledger, de Nicholson como que se espera su locura desbordada, ¿no? y creo que hay muchos papeles similares a ese performance, en cambio Ledger de gay a Joker, eso sí fue algo.
Anónimo dijo…
Excelente post Ernesto... Siempre he tenido la sospecha de que las actuaciones "aclamadas por el publico y la crítica" son aquellas de personajes desaforados, excéntricos, extrovertidos... Vamos, no cualquier actor puede sacar adelante un personaje de esas características, pero... siempre será mas difícil apreciar las sutilezas y matices de un trabajo discreto (como Tommy Lee Jones en No Country...) que aquellas de algún personaje "ruidoso" (como Bardem en la misma pelicula)... el consenso popular (por decirlo así) casi nunca pasa de este primer nivel...
Joel Meza dijo…
Lo que dice Josafat me hace recuerda algo que otras veces he leído o cometado yo mismo, sobre ese tipo de papeles donde un actor puede "lucirse" haciendo cosas extremas. Generalmente son papeles con algún tipo de "anormalidad" o "discapacidad" (física o emocional).
Joel Meza dijo…
Y el ejemplo de Kame con Tommy Lee Jones lo podemos comprobar con él mismo en el papel de Dos Caras en una de las de Batman. Toda esa exageración nomás no se le dio bien al buen Jones.
Christian dijo…
Para trabajos discretos y bien llevados el de Ulrich Muhe en La Vida de los Otros. wow que actuación!
Josafat M. dijo…
También habemos en este mundo bloggero los que hemos realizado cortometrajes, creo que sería buen aporte que compartiéramos nuestra experiencia con actores, El Duende podría iluminarnos sobre esto.
Duende: soy fan del señor belga.

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Los actores y actrices son bultos intercambiables. Neta que sí. Nunca entenderé la fascinación de la fanaticada por tal o cual hijo o hija de vecino.
Van mis respuestas/comentarios:

Joel: Tienes razón. Esa escena de El Padrino III es de lo mejor de toda la saga. Y de lo mejor de Pacino en su carrera. Y ya que mencionas a Stewart: uno podría pensar que sólo como "bueno" o idealista brillaba, pero hay que recordar sus westerns como Winchester 73. Stewart (como Grant o el propio Henry Fonda) tenían un amplio rango actoral, por más que uno los recuerde en aquéllos que los hicieron famosos.

Villamelón: siempre son interesantes esos ejercicios. Y hay que recordar que en el caso de El Padrino, Coppola tuvo que pelear por todo el reparto, empezando por Brando y Pacino.

Josafat: yo por eso de mis aventuras sexuales... permanezco callado.

Duende: Sí, conozco la entrevista. Gene Wilder comparaba a Mel Brooks con Allen. El primero es un maniático del ensayo, repite escenas, da instrucciones... Allen da el guión, habla en voz bajita, repite una o dos veces la escena. Y ya.
En alguna ocasión, al preguntarle su estilo de dirección de actores, Allen declaró que es incapaz de dar instrucciones sobre algo que no sabe hacer. Él deja a los actores que hagan su trabajo y ya. Pero, claro, está la tendencia contraria (la de Coppola o la del propio Scorsese) y también funciona.

Josafat again: Sí. Por eso en About Schmidt Nicholson me pareció extraordinario. No parecía Nicholson. Igual que De Niro en Perro Bravo y Gloria: es un De Niro diferente al acostumbrado.

Kame: A propósito de Jones. La gran actuación hollywoodense del año pasado fue la de él en In the Valley of Elah. Contenida, sin estallidos, sin maquillaje, sin mostachos feroces, sin levantar la voz. No pasó inadvertida (de hecho, lo nominaron como -ejem- lo predije en mi reseña en REFORMA) pero era imposible ganarle la partida a Day Lewis y su explosiva interpretación de villano reventón.

Tyler: en efecto, un ejemplo más: una actuación minimalista, hecha con unos cuantos gestos, un cambio en la mirada, una ligera sonrisa.

Paxton, Duende: no empiecen a esta hora con sus cochinadas....
Carl Zand dijo…
Un buen ejemplo de director de actores es el maestro Lumet. Véase o léase, más bien dicho, su libro Making Movies... Este libro sí que es algo.
Zand: Ahora que recuerdo, no he visto Find Me Guilty, de Lumet (nunca se estrenó en México y todavía no aparece en la tele de paga). Recuerdo haber leído a Andrew Sarris haciendo un elogio impresionante a la actuación de Vin Diesel en esa cinta. Sí: Vin Diesel actuó para Lumet y, según Sarris, no lo podía creer que el citado pelón supiera actuar. Yo tampoco lo creo. Pero la voy a conseguir para verla.
Joel Meza dijo…
El respeto de Lumet por los actores es conmovedor. Y, viniendo del teatro, su trabajo es de lectura y ensayos completos antes de disparar. Making Movies, de lo mejor sobre el oficio y arte de hacer películas.
Vin Disel (no león por cierto, y divertidísimo), actua en esa película. Y Paxton fue el que comenzó con lo de belga.
Joel Meza dijo…
Pues yo una vez estuve en Bruselas y no se me hizo muy impresionante... por cierto, vean In Bruges.
Ah... Y otras preguntas sobre actuaciones-personajes... ¿Qué tal Indiana Jones interpretado por Tom Selleck? ¿Cary Grant o James Brolin como Bond, James Bond? ¿Stuart Townsend como Aragorn? ¿Nick Cage como Superman-Clark Kent? ¿Harvey Keitel como B.L. Willard? ¿Michael Keaton como Batman-Bruce Wayne? (jua jua jua, tenía que hacerlo).

Sí, los actores son intercambiables. El buen Hitch lo decía: son ganado... Pero ahí radica su trabajo ¿no? Ganarse la papa, hacer su actuación memorable.

Ahora... Qué decir de lo apuntado por Hopkins sobre quién es un buen director: aquel que sólo le dice al actor, más rápido, más despacio.

Esto da para muuuuucho...
¿Aja? ¿Y quién empezó con "no toques a Van Damme"? ¿¿??
Otra de Hitch y Grant: él lo quería para Psicosis, pero Cary no quiso. ¿Grant como Norman Bates? Ya estaba viejo para el papel, supongo, pero Grant no quería ir tan lejos y rechazó el papel.
Joel Meza dijo…
Cuando se anunció en los 90s que Nicolas Cage sería Superman, pensé que era una mala broma. Luego ví Con Air y más o menos como a la mitad, en uno de los enfrentamientos de Cage vs. Malkovich, me convencí: ¡justo frente a mí tenía a Superman y a Lex Luthor! Lástima que no ocurrió.
Joel Meza dijo…
Un Bates viejo hubiera sido simplemente éso: un rabo verde.
Sí, Joel, lástima que Nick Cage no fue Batman. Lo vendedores de chuchulucos (peluquines, pues) perdieron el negocio de inicios de siglo.
Joel Meza dijo…
Eso me recuerda cuando se estrenó El Hombre-Araña, Willem Dafoe estaba con Jay Leno y contó que Sam Raimi, al contratarlo para el Duende Verde, lo mandó con un dentista para que le hicieran una prótesis dental para el personaje. Cuando el dentista le estaba tomando el molde, Dafoe cuenta que le preguntó, todo emocionado: "Y cómo van a ser los dientes, ¿muy monstruosos?" Dice que el dentista se puso medio incómodo y le contestó que no, que la prótesis era para mostrar una dentadura "bonita", para el presonaje antes de convertirse en el Duende Verde...
J Luis Rivera dijo…
Saludos! Este es un tema demasiado interesante, y me abruma toda la sabiduría que hay aquí!

Sobre los actores no creo tener una opinión definida, supongo que simplemente hay personas que necesitan un buen director (diría que la mayoría) y personas que no. Por ejemplo, los repartos de Hitchcock eran como que, utilitarios, jajaja, de que el ponía en los papeles a la gente que juzgaba adecuada, y así no les daba direcciones. Creo que hay una anecdota de Dorias Day al respecto, pero no la recuerdo bien de momento.

Sin embargo, si hay papeles donde no puede haber otra persona, simplemente no. El horror es mi fuerte, así que lo pondré de ejemplo. Creo que es dificil imaginar a otro que no sea Vincent Price en las peliculas de Corman sobre Edgar Allan Poe, o a alguien que no fuera Karloff o Lugosi en sus respectivos roles (y eso que casi casi audicionaban para los mismos papeles con frecuencia). Imposible...
j luis: Hay una anécdota muy famosa con Hitch y Tippi Hedren en Los Pájaros. En la película ya han sucedido varios ataques. Tippi y compañía están en la casa. Se escuchan unos ruidos que vienen del piso de arriba. Tippi Hedren sube lentamente las escaleras, abre la puerta del cuarto en donde oyó los ruidos... y ¡zaz!: ¡la atacan chorrocientos pájaros!
Cuando Hedren leyó lo que tenía que hacer, le dijo a Hitchcock que eso era absurdo. ¿POr qué tenía que subir ella a ver el origen de un ruido cuando estaba sucediendo el Apocalipsis aviar? Que le explicara, por favor. Es más, que la motivara. Que le diera una razón para que su personaje fuera arriba, a ese cuarto. Hitch, imperturbable, sólo le dijo: "¿Quieres una motivación, una razón? Hay una: Porque yo te lo ordeno".
Anónimo dijo…
Muy interesante todo lo mencionado y el post mismo. Pocas veces me he detenido a analizar una actuación, en caso de que pueda ser analizable. Simplemente es la impresión o decepción de la reaccion del actor acorde a la situación que esta presenciando.

Y es que, mencionabas los actores como "cheque al portador" que por lo general son estrellas por encima de ser actores (lo quieran o no). En ese sentido, la obsesión av eces enfermiza de, por ejemplo, Robert DeNiro es historia. Un actor que rara vez empleaba su carisma y se envolvia en el papel endemoniadamente, además que odiaba dar entrevistas (alla por la epoca de Taxi Driver) Esas características ya no son muy comunes que digamos.

Hitch por ejemplo, creo varias de sus magistrales secuencias con una contribución minima del actor. Pero Hitchcock entendia que en la realidad, las reacciones de las personas no tendían a ser tan exageradas y por lo general las expresiones faciales no siempre revelaban lo que sentían. Hitch empleaba todas las técnicas, involucraba la edición, el sonido para generar lo que a simple vista pareceria una "gran actuación".

Y también contaría los supuestos actores de caracter, quienes no se apoyan ni en su fisico, ni en su carisma ni en su glamour. Eso si, esos actores persisten mucho más tiempo que las estrellas. Ahi esta Morgan Freeman o Anthony Hopkins, quienes no se apoyan en su imagen y tienen asi la oportunidad de desarrollar personajes de cualquier indole.

No lo mismo con, por ejemplo, Tom Cruise, cuyos papeles siempre son los mismos. Un cuate que se siente cool, engreído, confiado. Después se da cuenta que no lo es tanto, para que con el soporte y apoyo de la dama en turno (quien por cierto, esta enamorada de el) entienda su error y lo corregira, para empezar otra aventura con mayor exito. Y Cruise hace algunos años era el actor más redituable

No se si es de apreciar una actuación. Se que es complicadisimo dirigir actores, envolverse como parte del personaje.

Pero creo que Antonioni decía algo que tiene mucho de cierto. Afirmaba que para él, un actor era una parte más del encuadre, como lo es un árbol, una pared, una silla (perdon por extenderme tanto)

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