Cine en televisión para el viernes 30 de noviembre


Tumba al Ras de la Tierra (Shallow Grave, GB, 1994), de Danny Boyle. Opera prima de Danny Boyle. El proyecto del filme nació a partir del poco original pero brillantemente escrito guión de John Hodges. El guión fue adquirido por el prestigiado Channel Four inglés, que organizó un casting de posibles directores. Boyle llegó a la audiencia, vio, y ganó: la trama de Shallow Grave le recordaba, dijo en la entrevista de rigor, a los hermanos Coen de Simplemente Sangre (1987). Efectivamente, la ácida visión amoral y el impávido humor negrísimo de la trama provienen de manera inmediata de los hermanos Coen pero también nos remite al John Huston de El Tesoro de la Sierra Madre (1948).

Tres amigos veintiañeros -el tímido contador David (Christopher Eccleston), el ojete periodista Alex (Ewan McGregor) y la cínica doctora Juliet (Kerry Fox)- viven en un espacioso depto en Edimburgo, la capital escocesa. Como tienen una habitación libre, el trío de camaradas acepta un cuarto compañero, un misterioso pero solvente cuarentón llamado Hugo (Keith Allen) quien, a la mañana siguiente, amanece muerto en su habitación, presumiblemente a causa de una sobredosis.

Para mayor sorpresa, bajo la cama del muertito, el trío de sorprendidos amigochos encuentra una maleta llena de billetes. Por supuesto, los tres amigos deciden desaparecer el cuerpo, quedarse con el dinero y... bueno, lo que pasará después es tan viejo como la transformación de McTeague en el clásico Avaricia (Von Stroheim, 1925): los tres se convertirán en auténticas fieras, buscando cada uno de ellos quedarse con toda la pachocha sin importar sobre quién o cuántos cadáveres haya que pasar.

La historia, tan poco original como suena, logra, no obstante, cautivar desde un inicio, gracias a la muy inteligente evolución dramática del guión de John Hodges. En el prólogo, la magnífica y muy divertida secuencia inicial nos coloca en una suerte de comedia juvenil con tres desmadrosos amigos que realizan una serie de hilarantes audiencias para escoger un compañero de cuarto. Las escenas transpiran vitalidad y buen humor. Sin embargo, lo que a continuación sucederá en la cinta nos obliga a matizar el concepto de buen humor. De hecho, a partir de la muerte de Hugo, la naciente comedia juvenil se convertirá en una despiadada y amoral comedia de humor negro.

La secuencia, por ejemplo, de la desaparición física del cadáver de Hugo (envolver el cuerpo con plásticos y cintas, cargar con él por las escaleras, desmembrarlo a la mitad del bosque y bajo la luz de una pequeña linterna, destruir los dientes a martillazo limpio para evitar la identificación, incinerar los pies y las manos) reclama un realismo estremecedor que no renuncia a la mirada burlona de la cámara.

Por otra parte, el diseño de arte de Kave Quinn, la virtuosa edición de Mashahiro Hirakubo y la música lúdica de Simon Boswell, sitúan a Tumba al Ras de la Tierra años luz del tradicional horror gótico, marca de fábrica del cine de horror británico clásico. Los colores brillantes y cálidos del departamento en donde se lleva a cabo el 80 por ciento de la acción, los ligeros acordes de la música de Boswell y el propio montaje del filme, que mantiene un acezante ritmo de principio a fin, transforman a esta cinta en una ejemplar muestra de hiperrealismo fílmico.

No se distorsionan los elementos escenográficos o de iluminación al modo expresionista, no se trata con personajes extravagantes o raros, la trama no tiene un solo elemento de horror fantástico y aún así (o más bien por ello mismo), el filme impresiona, apabulla. Lo que pasa entre esos tres muchachos es inquietantemente plausible. Una pequeña obra maestra.

Cinemax; viernes 30, 16:45 (señal este) y 19:45 (señal oeste), tiempo del centro de México.

Comentarios

Christian dijo…
Totalmente de acuerdo, una obra maestra.
Desde sus inicios se muestran todas las características del cine Boyle-iano, seres humanos sometidos a situaciones extremas, cierto grado de realismo perturbador que igual puede ser la escena donde estan descuartizando el cadaver que igual puede ser la escena donde Spud lleva ciertas sábanas manchadas de cierta sustancia al desayuno en casa de su novia (en Trainspotting), y vaya, hasta la preciosa ciudad de Edimburgo, que por cierto, después abandonaría por ir a filmar en islas perdidas con actores mediocres, pero eso ya es otra historia... En fin, Danny Boyle es uno de mis directores favoritos.

PD: Su última película es una maravilla por cierto, se llama Sunshine y está poca madre!!! ampliamente recomendable...
Joel Meza dijo…
¿Cierta sustancia? Ah, ¡Caca!
Ale.Zeppelin dijo…
me facina todo lo que veo aqui:D
suerte y buena vibra ....

¿Has visto noviembre:D?

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