Hazlo como hombre
Hacia el final de Hazlo
como hombre (México-Chile, 2017), noveno largometraje –pero primero
mexicano- del taquillero productor y cineasta chileno Nicolás López (exitosa
trilogía chilena Qué pena tu vida/2010,
Qué pena tu boda/2011 y Qué pena tu familia/2012, con remake mexicano Qué pena tu vida/Reyes/2016), el gay recién salido del clóset
Santiago (Alfonso Dosal) se da cuenta que su novio chef multicultural Xavier
Dolan, digo Julián Dolan (Ariel Levy), le pone los cuernos cada vez que va a
Miami. Cuando Julián se da cuenta de la decepción en el rostro de Santiago, le
dice, palabras más, palabras menos, que es “demasiado gay para ser
heterosexual, pero demasiado heterosexual para ser un auténtico gay”. En otras
palabras, Santiago es un gay modosito, del siglo pasado, demasiado recatado y
no suficientemente retacado (perdón, no lo pude evitar: he visto demasiadas
cintas albureras en los últimos meses, luego le platico por qué).
Esta
escena que, por lo demás, tiene un pésimo chiste (-“Yo te advertí que era
poliamoroso”, –“Ah, es que yo creía que eso significaba que tenías fijación
sexual con los policías”), da en el clavo del tono de la cinta dirigida por
López. Esta farsa no osa burlarse ni con el pétalo de una rosa de sus
personajes gays –como sí lo hace toda buena comedia que aboga por la aceptación
de lo queer, desde La jaula de las locas (Molinaro,
1978)-, pues elige mostrarlos tan idealizados y perfectos que, la verdad,
resultan mortalmente aburridos.
Los
dardos del guion escrito por el propio cineasta y Guillermo Amoedo están
dirigidos, con toda justicia, al homofóbico, machista y farolón protagonista
Raúl (Mauricio Ochmann) quien, cuando se da cuenta que su amigo de la infancia
Santiago es gay, pasa por un laaaaaaargo proceso (o sea, por toda la méndiga
película) de negación, ira, negociación, acomodo y aceptación de la
“enfermedad” que tiene su amigo.
No he
visto ninguna película anterior de López –aunque he leído que varias de ellas
han impuesto marcas taquilleras en Chile-, pero Hazlo como hombre es un pésimo muestrario de sus aptitudes como
cineasta y guionista. Si formalmente hablando la película es en el mejor de los
casos funcional, la historia apenas puede nombrarse comedia: está lastrada por
digresiones sin chiste –la cura de la homosexualidad por equinoterapia, por
ejemplo-, diálogos inanes (creo que la mejor línea es cuando el siempre
bienvenido Humberto Bustos subraya que las películas de súper-héroes son
realmente muy gays) y running-gags
penosos (hacer “la tortuguita” para bajar la ira) o más viejos que viajar a pie
(el jabón caído bajo la regadera).
A quien
peor le va, por cierto, es a Aislinn Derbez, quien interpreta a Nati, la novia
despechada de Santiago, como una histérica desatada que habría que encerrarla
en un manicomio. Las escenas en las que aparece la Derbez desaforada no son
graciosas sino penosas, y más pena dan cuando uno se da cuenta que Hazlo como hombre es coproducida por la
propia Derbez a través de su casa productora A Toda Madre Entertainment. ¿No habrá alguien que la aconseje? Pero, bueno, yo qué sé: la cinta, al
momento de escribir estas líneas, es un irrebatible trancazo taquillero, como
los que acostumbra hacer Nicolás López en Chile.
Comentarios
Es peor
No sé si es un misterio de la humanidad o una habilidad sobrehumana pero arma los productos que muchos quieren ver; nos guste o no. Está la reseñada, la trilogía que mencionas, "Sin filtro" que va a tener como 7 remakes y ya va a estrenar la secuela.
Saludos