Confesiones Verdaderas/XXXIII
"Estudié actuación en la escuela de teatro de Milán, pero como mi voz no era lo suficientemente fuerte, tuve que dejar la actuación teatral. Ingenuamente, pensé que podía actuar en el cine, donde me podían doblar la voz. Me aceptaron en el Centro Sperimentale de Cinematografica de Roma como actor, pero me cambié a estudiar dirección después de un año. Cuando me recibí, me fui a Londres para analizar si había tomado una buena decisión. Necesitaba un lugar distinto para pensar... En ese viaje solitario escribí mi primera película. La filmé en la casa de mi madre por 50 millones de liras (equivalente a unos 50 mil dólares).
Realmente me convertí en director porque me di cuenta que no podía crear en solitario. No quería expresarme en colaboración con otros sino a través de otros. Y sólo el cine y el teatro permiten esto... No me gusta explicarles los personajes (a los actores) ni decirles lo que hay detrás de las cosas (que hacemos en la filmación). Cuando un actor tiene una relación directa, visceral, con su personaje, no necesita ninguna explicación... Busco actores con los que pueda trabajar de esta manera... Me gusta conocer a los actores antes de iniciar el rodaje. Necesito confiar en ellos y que ellos tengan fe en mi intuición".
Marco Bellocchio en una larga entrevista con Dan Yakir, en el Film Comment de abril de 1983. Libérrima traducción del regenteador de este blog.
Comentarios
En una nota bastante diferente, acabo de ver “Súper 8” y me pareció buenísima. No sé si fue ese gran sentimiento de nostalgia que evocaba en cada escena o lo bien maneja que fu su joven reparto pero salí más que satisfecho de la sala. Hubo dos que tres secuencias que me gustaron bastante pero mi favorita fue una que se lleva a cabo dentro de un camión. No spoileare nada para aquellos que no la hayan visto pero me recordó mucho al Spielberg de “Jaws” y “Jurassic Park” en cómo fue usada la cámara y la increíble tensión que se generaba. Además de eso creo que es una “love letter”, como dicen algunos, a esos tiempos donde los blockbusters no eran secuela tras secuela ni tampoco basados en el juguete del momento. Que buenos recuerdos…