Camera Lúcida
Uno de los grandes placeres de mis viajes anuales al Festival de Guadalajara -el mejor organizado de México, por lo menos en mi limitada experiencia personal- tienen que ver no sólo con la oportunidad de constatar el estado del cine nacional e hispanoamericano (en los últimos años, el mexicano nada bien; el argentino, brasileño, chileno y español, cada vez mejor), sino el poder pasar siete días intensos de plática, discusión y camaraderia con los colegas y amigos de medios nacionales como Carlos, Silvestre o Luis, además de los que corretean la chuleta en la perla tapatía, como Dinora, Enrique o Ricardo. Y, por supuesto, está el inevitable -en más de un sentido- Hugo Hernández, mi colega de Mural, quien acaba de iniciar su blog de cine en la revista Magis del ITESO.
Hugo tiene todo para ser lo que es: un profesional de la crítica fílmica.: arrastra la leyenda de que no le gusta nada, tiene una espléndida pluma y, detrás de esa fama de acidez y gruñonería, es un tipo realmente abierto y generoso. Me da gusto ver su blog y más gusto me dará leerlo. Ah, claro, el blog está aquí.
Hugo tiene todo para ser lo que es: un profesional de la crítica fílmica.: arrastra la leyenda de que no le gusta nada, tiene una espléndida pluma y, detrás de esa fama de acidez y gruñonería, es un tipo realmente abierto y generoso. Me da gusto ver su blog y más gusto me dará leerlo. Ah, claro, el blog está aquí.
Comentarios
Aunque más bien la leyenda hacia los críticos es que no les gusta nada, excepto películas aburridas y en blanco y negro. Corrijo, se me olvidaba que es pleonasmo: películas aburridas.