El cliché que yo ya vi/XXXI


Hace unos días revisé Indiana Jones y la Última Cruzada (Spielberg, 1989) y me re-encontré con uno de mis clichés favoritos, que puede ser descrito como sigue:

El villano es el amable anfitrión: en los thrillers hitchcockianos -y en sus infinitas variaciones y saqueos- el maloso siempre será el hombre más respetado de todos: el coleccionista de antigüedades, el empresario renombrado, el hombre de negocios intachable, el filántropo destacado, el cariñoso padre de familia. Y casi siempre será desenmascarado por el héroe/heroína cuando el villano está dando una fiesta (en Intriga Internacional/Hitchcock/1959) o cuando está a punto de dar un discurso importante (Minority Report: Sentencia Previa/Spielberg/2002) o cuando está sentado plácidamente en su estudio, rodeado de confort, libros, esculturas y el respeto de sus conciudadanos, como en la famosa escena que ilustra esta entrada, sacada de Los 39 Escalones (Hitchcock, 1935), una de mis cintas hitchcockianas preferidas.

Comentarios

Bueno, ya, venga! Por qué tanto silencio por Indy 4?

¿Qué tal?
Christian dijo…
Este cliché también sucede en el 'Halcón Maltés' donde el villano es ese fantástico Sidney Greenstreet que parece una persona muy decente pero nada que, resulta ser el mero malo.

jajajaja y el sapo malo de 'Flushed Away' es igualito jajajajajaja!
Sí, claro, el sapo está basado en Sidney Greenstreet. Incluso la voz (¿era de Ian McKellen?) era una imitación de aquel actor.

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