Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCXLIX





Terror profundo (Open Water 3: Cage Dive, Australia, 2016), de Gerald Rascionato. La tercera iteración de la fórmula de un grupo de cristianos en medio del mar a merced de la inmensidad del océano y/o el hambre de unos enormes escualos está ubicada ahora en el sur de Australia. Lo mismo de siempre, con personajes aún menos agradables que los anteriores. Uno termina simpatizando con los tiburcios, que se ven imponentes en las tomas submarinas. Mi crítica en la sección Primera Fila del Reforma del viernes pasado. (+)

Kaili Blues (Ídem, China, 2015), de Bi Gan. Aunque demasiado enamorado de sí mismo y de sus recursos fílmico-visuales, el debutante Bi Gan demuestra aquí ser un cineasta listo para grandes proyectos. Estamos ante una suerte de relato de raigambre borgiana -mitad sueño, mitad recuerdos- en el que un médico de la Kaili del título, Sheng Chen (Yongzhong Chen) viaja a otro lugar de China -por tren, por moto, por moto, a pata- para rescatar a su pequeño sobrino, que fue mandando allá por su desobligado padre, hermano de Chen. 
El dominio de Gan de sus recursos cinematográficos es total: elegantes paneos todoabarcadores, manejo del impecable del encuadre con aparición de espejos fassbinderianos y un plano secuencia perfectamente coreografiado de más de 40 minutos que sería la envidia de Lubezki e Iñárritu. Acaso la cinta es demasiado elusiva en su historia, pero esto es más una característica que un defecto. (**)

Comentarios

Travsam dijo…
Un catarrazo me impidio ir al cine, pero me chute The Promise en Netflix.. una combinacion extraña entre romances y el genocidio armenio... falla un poco el palomazo pero se ve la buena intencion.
Joel Meza dijo…
Yo en vez de ver la de los tiburones, mejor volví a ver en Netflix Deep Blue Sea. Siempre suelto la carcajada cuando se tragan a Samuel L. Jackson.

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