Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCLXIII
Quebranto
(México, 2013), de Roberto Fiesco. Una de las mejores películas mexicanas del
año que, por cierto, está en competencia por acá, en La Habana. Escribí de ella
cuando la vi en Guadalajara 2013 por aquí.
La
Revolución de las Alcatraces (México, 2012), de Luciana Kaplan. Meritorio documental del cual escribí cuando lo vi en Morelia 2012 por acá.
En Otro País
(Da-reun na-ra-e-seo, Corea del Sur, 2012), de Sang-soo Hong. Otro fascinante
ejercicio narrativo formalista del maestro Hong. En cuanto regrese de La
Habana, escribiré de ella in extenso.
Cuestión de Tiempo
(About Time, GB, 2013), de . Supongo que esta encantadora cursilada sobre
viajes en el tiempo califica como mi placer culpable del año pero si es así, ni
hablar. Es más, ni vergüenza me da, ahora que lo pienso. Demándenme. Mi crítica
en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.
Ventanas
al Mar (México, 2011), de Jesús Mario Lozano. El tercer largometraje de
Lozano, presentado en Guadalajara 2011, está lleno de tropezones pero también
de elementos valiosos. Un par de parejas -una joven y mexicana; la otra,
anciana y española- se encuentran en Cozumel, a donde han ido a pasar unas
paradisiacas vacaciones. Las dos parejas tienen sus secretos, las dos tienen
sus problemas pero, aparentemente, las dos son felices a su modo.
Lozano y
su cinefotógrafo Juan José Savaria logran unas bellas tomas submarinas, el
paisaje de Cozumel está bien aprovechado y hay por ahí una notable escena en la
que, a través de un elegante travelling, somos testigos de lo que sucede en los
cuartos vecinos en donde se aman, cada una a su manera, las dos parejas. El
juego actoral es consistente y la banda sonora -invadida por clásicos como
"Lágrimas Negras", "Perdón", "No, no y no",
"Mar y Cielo", "Obsesión"- no tiene desperdicio.
Por
desgracia, también tiene sus problemas: hay inconsistencias en el trazo de los
personajes (la invasión del anciano del cuarto de los jóvenes para tener un
arrebato fetichista), hay elementos mal desarrollados (el coro griego -más
bien, maya- que comenta que ahí viene la tormenta y que, de pasada, se queja de
sus condiciones económicas) y, además, el tremendismo melodramático del final
no me terminó de convencer. Eso sí, en esta última sección de la película,
Lozano logra otra escena notable: una pesadilla sexosa/acuosa que podría haber
salido de la imaginación de Polanski.
Comentarios
Yo también vi 'About Time'. Ya llevo dos. Una en Morelia, otra acá.
De mis favoritas de este año y no me pena, no no.
:)