MICGénero 2012/VII y última
Hace unos días se estrenó comercialmente el segundo y muy meritorio largometraje de Sarah Polley, Triste Canción de Amor -reseñada por mí en Primera Fila de Reforma- y, de manera más que oportuna, la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género 2012 ha rescatado para exhibirla el día de hoy su espléndida opera prima, Lejos de Ella.
Esto escribí de esta cinta en el momento del estreno en el desaparecido website cinevertigo.com:
La actriz canadiense Sarah Polley transmite siempre inteligencia,
determinación, madurez. Todos sus personajes –desde sus juveniles apariciones
en el cine de Atom Egoyan hasta su interpretación de la traumatizada mujer de La Vida Secreta de las Palabras
(Coixet, 2005) pasando por su heroica enfermera correteada por zombis en El
Amanecer de los Muertos (Znyder, 2004)- tienen ese mismo común denominador. Sus
criaturas dramáticas exudan sentido común, siempre saben lo que quieren y muestran
una seguridad y, al mismo tiempo, una reserva, que exige comprensión y respeto.
No sé cómo sea Miss Polley
en la vida real –aunque son bien conocidas sus posiciones políticas más bien
críticas y anticonvencionales- pero, como cineasta, en su debut fílmico
industrial, transmite exactamente la misma impresión que tenemos de ella como
actriz: una joven directora segura de sí misma, inteligente, nada fantoche,
sensible y juiciosa. Lejos de Ella (Away from Her, Canadá, 2006), su opera prima en el terreno del
largometraje –ha dirigido varios cortos y un episodio televisivo en Canadá- nos
muestra la imagen de una apreciable cineasta a la que no debemos perder de
vista.
La trama de la cinta
–adaptada por Miss Polley del magnífico cuento “The Bear Came Over the
Mountain”, de Alice Munro- está centrada en la relación que tiene una pareja
matrimonial sobre los 70 años, Fiona y Grant Anderson (Julie Christie y Gordon
Pinsent) cuando la primera tiene que ser internada en un casa-hogar por sus
crecientes síntomas de Alzheimer. Después de 30 días de no verla –reglas de la
propia institución para permitir la aclimatación de los internos-, Grant visita
a Fiona sólo para encontrarla muy concentrada y comprometida en el acompañamiento y
cuidado de otro interno, Aubrey (reaparecido Michael Murphy), quien se
encuentra, mudo e inválido, en una silla de ruedas.
Aunque muchos de los
diálogos están sacados literalmente del cuento de Munro, hay que apuntar que la
adaptación escrita por Miss Polley no carece de perspicacia: la trama está
construida clásicamente, con un prólogo y un epílogo –y ocasionales flash-backs subjetivos de Grant, quien
recuerda a una luminosa y juvenil Fiona de 20 años-, pero el centro dramático
tiene una estructura brillantemente pensada. Mientras Grant visita a la
pragmática esposa de Aubrey, Marian (Olympia Dukakis, otra reaparecida), somos
testigos, en una serie de flash-backs
objetivos, del tipo de relación madura y amorosa que llevaban Grant y Fiona
antes del Alzheimer y durante las primeras etapas del mismo, hasta llegar al
doloroso internamiento decidido por ella. Esta estructura narrativa permite
entender a la perfección los motivos de todos los personajes: de Fiona y Grant,
claro está, pero también de la muy directa Marian, que no parece muy dispuesta
a ser molestada en su precaria estabilidad vital/económica.
Polley dirige con eficacia
y funcionalidad, la cámara de Luc Montpellier toma con arrobo los blancos
escenarios nevados de Ontario y el reparto no tiene desperdicio. Christie, en
efecto, está maravillosa –conmovedora sin llegar al chantaje, bellísima en sus
67 años bien cumplidos- pero igual cantidad de aplausos merecen el veterano
actor canadiense Pinsent y, en especial, la señora Dukakis, con cuyo personaje
terminamos simpatizando, por más que ella misma se defina como “una
mercenaria”. No, Marian no es una mercenaria. Lo que sucede es que no se le puede
ganar a la vida. Así de simple.
Lejos de Ella se exhibe hoy viernes en el Museo de la Mujer a las 16 horas.
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