Diez notas sobre el cine de Nicolás Pereda
Foto: Getty Images, tomada de Terra
1. Podemos decir misa, pero el cine del chilango-canadiense Nicolás Pereda (México, 1982) es insoslayable. Independientemente del juicio que tengamos sobre cada una de sus películas, es innegable que no hay otro cineasta mexicano de su generación que haya filmado tanto -cinco largometrajes, un mediometraje, un cortometraje- en tan poco tiempo -cinco años, de 2007 a 2012- y con tanto éxito en el circuito festivalero, tanto en México -Mejor Película para ¿Dónde Están sus Historias? (2007) en Morelia 2007, Mayahuel a Mejor Cinta Mexicana para Perpetuum Mobile (2009) en Guadalajara 2010-, como en América Latina -Mejor Filme en la sección "Cine del Futuro" del BAFICI 2011 para Verano de Goliat (2010), Mejor Película y Premio de la Crítica en Valdivia 2010 para la misma Verano de Goliat- y en Europa -Premio Horizontes en Venecia 2010 para la susodicha Verano de Goliat.
2. ¿Cómo ha podido Pereda hacer tantas películas en tan poco tiempo? En primera instancia porque, al parecer, Pereda es un voluntarioso hombre-orquesta (director-guionista-editor-entrevistador-extra-chalán-correveydile de sus propias obras) que, además, cuenta con un equipo tan compacto como fiel (el cinefotógrafo Alejandro Coronado, los actores Gabino Rodríguez, Teresa Sánchez y Luisa Pardo) e, intuyo, un talento especial y/o las conexiones necesarias para levantar un proyecto tras otro, sea con dineros privados, sea con presupuesto proveniente de instituciones culturales mexicanas -como el IMCINE o el CONACULTA, en el caso de su última cinta, Los Mejores Temas (2012)-, canadienses -el Canada Council of Arts, presente en casi todo su cine- y, de otras partes, como el infaltable Fondo Huber Bals del Festival de Rotterdam, en el caso del ya mencionado Los Mejores Temas. Es decir, Pereda se mueve como pez en el agua en el ecosistema cultural/festivalero que, como ya vimos, lo trata muy bien. La compañía que ha producido la mayor parte del cine de Pereda se llama, por cierto, En Chinga Films. En efecto, así trabaja el joven cineasta.
3. ¿Nicolás Pereda es profeta en su tierra? No mucho. Si exceptuamos las elogiosas páginas que le dedicó Jorge Ayala Blanco en su más reciente libro de ensayos La Justeza del Cine Mexicano -pp. 269-282-, y alguna crítica que Carlos Bonfil escribió para La Jornada sobre Verano de Goliat o Rafael Aviña en el Primera Fila de Reforma sobre esta misma cinta -y, bueno, el burro al último: algunas líneas que yo mismo he pergueñado en este blog sobre otras películas de Pereda-, la obra del más prolífico cineasta mexicano de su generación ha sido más estudiada y elogiada en el extranjero que en nuestro país. Así, en Moving Image Source, Michael Sicinski le dedicó un estudio profundo y balanceado, el influyente y ubicuo crítico/programador Robert Koheler publicó un largo ensayo sobre Pereda en Cinema Scope #43 (pp. 13-16), el propio magazine Cinema Scope enlistó al director chilango/canadiense como uno de los 50 mejores cineastas del mundo menores de 50 años y el Anthology Film Archives neoyorkino le dedicó una retrospectiva completa (sí, una retrospectiva ¡y Pereda tiene solamente 5 años haciendo cine!) en julio del año pasado. (Pregunta retórica: ¿habrá otro cineasta mexicano del nuevo siglo que haya merecido una retrospectiva completa en Nueva York?).
4. El cine de Pereda hay que verlo en el orden en el que fue realizado. No sólo porque algunas de sus obras están conectadas directamente -Perpetuum Mobile es una continuación de Juntos (2009) y, de hecho, la escena final de esta segunda cinta se menciona en un diálogo de la primera como el sueño de uno de los personajes- sino porque, incluso, alguna de las películas luego forma parte de otra. En concreto, el testimonio de un par de chamacos que aparece en el cortometraje Entrevista con la Tierra (2008) se inserta en un momento clave de Verano de Goliat.
Incluso, aunque no existieran estas conexiones ya descritas, es necesario ver los filmes de Pereda en el orden en el que fueron realizados, porque así es como van apareciendo, frente a nuestros ojos y de manera transparente, las ligas que hay entre cada filme, sea por un estilo similar en la puesta en imágenes, sea por las preocupaciones temáticas/formales que se repiten/depuran de una película a otra. Más aún: cada cinta de Pereda se puede entender como una suerte de sucesivas iteraciones -algunas más logradas que otras- de una misma historia con casi los mismos personajes en casi las mismas circunstancias.
Así, en su opera prima ¿Dónde Están Sus Historias? Gabino Rodríguez encarna al inarticulado Vicente, quien vive cuidando a su anciana abuela (Juana Rodríguez) en algún pueblito macuarro del centro de México. Cuando sus tíos llegan de visita con la intención de velar a la abuela -dizque se está muriendo- para luego vender sus tierras, Vicente viaja al DF en donde su madre Teresa (Teresa Sánchez) trabaja como criada en una casa de clase media acomodada. La cinta muestra familias quebradas tanto en la ciudad como en el pueblo: los tíos rapiñescos esperando la muerte de una anciana silenciosa, la distante Teresa que no tiene tiempo de visitar a su madre, los patrones de Teresa que al no poder tener hijos le hace una propuesta peculiar a su criada, el joven protagonista que no parece tener una idea clara de qué hacer con su vida y al que seguimos en interminables tracking shots por el campo, por la ciudad, por el mercado...
En Juntos Gabino Rodríguez se llama Gabino -de aquí en adelante todos sus personajes llevarán su nombre real-, tiene una novia llamada Luisa (Luisa Pardo) y un inseparable amigo, Paco (Francisco Barreiro), que vive con él en calidad de arrimado en un pequeño departamento en el que no funcionan la tubería ni el refrigador. Un descuido de Paco provoca que "Junto", el perro pastor belga de Gabino, se salga del departamento, por lo que de inmediato se irá a otear desde la azotea a ver si lo encuentra. Al final de la película, Gabino, Luisa y Paco viajarán a las afueras de la Ciudad de México a buscar al nunca visto chucho en un desenlace que no des-enlaza nada, pues la película más que avanzar, acumula episodios en los que la inarticulación/alienación de los tres personajes hace imposible cualquier comunicación efectiva.
Perpetuum Mobile nos muestra a Gabino y a Paco trabajando -es un decir- en un pinchurriento negocio de mudanzas. Los sucesivos jales que tienen los dos amigos los hacen testigos de una serie de vidas quebradas: un muchacho (José María de Tavira) es echado de su departamento por su casera y no puede encontrar apoyo en su mamá, una pareja de jóvenes se separa amistosamente, otra pareja de ancianos intenta hacerlo pero el hombre convence a la mujer que no se vaya... En este filme, Gabino se ve más relajado, más dueño de sí mismo, aunque su mamá (Teresa Sánchez, por supuesto) no deja de reprocharle que no se cambie, que no alimente los pájaros, que no sea más despierto, que no sea como su hermano mayor que sí estudió (Tenoch Huerta)... Al final, Gabino y su madre tendrán que hacer una mudanza imprevista, postrera.
En Verano de Goliat Teresa y Gabino, otra vez como madre e hijo, están ahora en la zona rural, concretamente en Huilotepec, Morelos, ahí donde se filmó el corto documental "ficcionado" Entrevista con la Tierra. No se tratan de los mismos Gabino y Teresa: en esta ocasión el muchacho es un soldado que ha vuelto a su tierra a vivir con su explosiva mamá, quien acaba de ser abandonada por el marido. Nuevamente, Gabino se muestra seguro, siempre y cuando no tenga a su mamá enfrente, que lo trata como si fuera un crío que no entiende razones.
Finalmente, en Los Mejores Temas, su cinta más reciente, el padre que no aparece por ninguna parte en las anteriores películas, el marido que ha abandonado a la mujer en Verano de Goliat, regresa a la casa para pedir perdón, pedir posada y, como no quiere la cosa, pedir apoyo para iniciar un negocio. ¿Son los mismos Gabino y Teresa de Verano de Goliat?: es casi seguro que no, aunque sí podrían ser la misma madre y el mismo hijo del díptico Juntos-Perpetuum Mobile. Después de todo: por ahí aparecen el amigo borrachales Paco y la fiel novia Luisa -aunque ya nadie menciona al hermano mayor Miguel, que aparecía fugazmente en Perpetuum Mobile.
5. Queda claro: Pereda repite y se repite, sean actores, nombres de personajes, dinámicas familiares, problemas cotidianos, diálogos específicos... Un refrigerador descompuesto aparece en Juntos y en Perpetuum Mobile; un diálogo entre los novios empleitados Gabino y Luisa termina y, de inmediato, empieza de nuevo en Perpetuum Mobile; una discusión sobre un negocio entre Gabino y su padre recién aparecido Emilio (José Rodríguez López) vuelve a suceder con algunas variaciones en Los Mejores Temas; Gabino (el actor, no el personaje) ensaya un diálogo que luego veremos actuado y, luego, Gabino (el personaje, no el actor) memoriza una carta que su mamá quiere que le recite al hombre que la abandonó -y después, el propio Gabino (¿el actor, el personaje?: sepa la bola) le repetirá la misma carta a la habitual actriz no profesional Juanita Rodríguez-, todo ello en Verano de Goliat; Gabino repite una y otra vez, como mantra, "los mejores temas" románticos que están contenidos en un disco pirata que vende en el metro y luego el papá solovino se suelta con la misma perorata en impasible plano medio en Los Mejores Temas; y así hasta que llega la exasperación porque, sospecho, a veces se trata precisamente de eso. ¿O no? Por lo menos eso sentí, exasperación, en el mediometraje documental Todo, en fin, el silencio lo ocupaba (2010), "el antimaking of" (Ayala Blanco dixit) sobre el performance del "Primero Sueño" sorjuanesco, ejecutado por la actriz, activista -y tía del cineasta- Jesusa Rodríguez. Repetición que es representación. Representación que se logra a través de innumerables, incesantes repeticiones.
6. ¿Qué influencias muestra el cine de Nicolás Pereda? Pueden detectarse/discutirse algunas influencias más o menos claras en sus obras: el encierro y la alienación del cine de Tsai, la mezcla de ficción y documental del cine de Costa, la reflexión sobre el propio cine del Miguel Gomes. Por lo menos.
7. ¿Qué tan original es Nicolás Pereda? Creo que, en el fondo, estamos ante un cine bastante convencional que se rige por las estrictas normas del llamado "cine de arte" (en lo personal, a mí me gusta más el término "cine festivalero": cine hecho para ganar premios en festivales). En un reciente ensayo publicado en su sitio, David Bordwell enlistó 18 convenciones usadas en el llamado "cine de arte" y la obra de Pereda encaja a la perfección en por lo menos 12 de ellas y como sigue:
1) Cómo la historia es presentada es tan importante como la historia misma. Una preocupación central en el cine de Pereda es la forma, más que el fondo. Es decir, más la manera en la que se muestra la historia que la historia misma que, exceptuando su redonda opera prima ¿Dónde Están sus Historias?, siempre resulta muy elemental.
2) Hay que estar preparado para llenar huecos. Digamos, ¿por qué Teresa y Gabino deciden ir a enterrar a la abuela en algún bosque cercano del DF en lugar de velarla como se debe en el final de Perpetuum Mobile? ¿Qué pasó con la cámara de video desaparecida en ¿Dónde Están sus Historias??Sepa. Tampoco importa demasiado.
3) Muchas de las explicaciones son dejadas a la imaginación del espectador. ¿Por qué Teresa se comporta como un animal herido, gateando entre el lodo, hacia el desenlace de Verano de Goliat? Ey, no lo sé.
4) Esté preparado a registrar el espacio como espacio. Y yo agregaría: el espacio vacío como espacio vacío.
5) El caracter de un personaje se revela -o se oculta- a través de las rutinas. Así están los personajes de Pereda: atrapados en sus rutinas.
6) Una película de arte presenta conflictos pero nunca -o casi nunca- los resuelve. Si exceptuamos ¿Dónde Estáns sus Historias? -su obra más cercana a lo mainstream-, todo el cine de Pereda obedece a esta definición.
7) Tenga paciencia. ¿No será "paciencia" el segundo apellido de Nicolás Pereda?
8) Algunos filmes de arte son bastante lacónicos. Yo agregaría: la actuación, en general, de los repartos dirigidos por Pereda, está dominada precisamente por el laconismo.
9) La vida es una cosa que sucede después de otra, no una cosa que sucede a causa de otra. Olvídese de la relación causa-efecto: en el cine de Pereda, las anécdotas -o el esbozo de ellas- se suceden unas después de otras. No necesariamente hay relación entre ellas.
10) Este tipo de películas se beneficia cuando uno las ve en más de una ocasión. En efecto, al volver a ver Perpetuum Mobile, la película ganó en mi apreciación. Más aún cuando vi la relación directa que tiene con Juntos, su anterior largometraje.
11) Hollywood tiende a repetir elementos importantes de la trama tres veces; el cine de arte, no. En el cine de Pereda, incluso menos, porque la historia no importa tanto.
12) Siempre habrá imágenes, escenas, sonidos, que resistirán una explicación. A lo largo del cine de Pereda muchos elementos visuales/dramáticos quedan en la oscuridad. ¿A quién golpean Gabino y su amigo en la escena fuera de foco de Verano de Goliat, por ejemplo?
8. A todos puntos anteriores yo agregaría la constante intrusión del documental en la ficción y viceversa. La desaparición de toda frontera entre la historia que sucede en la película y el trabajo que hacen actores y técnicos en la filmación. Así, de repente, Gabino Rodríguez (¿como Gabino el personaje o como Gabino el actor?) se refiere, en Verano de Goliat, a una muchacha que ve por la calle como alguien con la que trabajó en La Niña en la Piedra (Sistach, 2006). Y luego, en Los Mejores Temas, hacia la mitad del filme, el actor que interpeta al papá de Gabino es sustituido buñuelianamente por el tío del cineasta, quien interactúa con los actores en una suerte de detrás de cámaras de la propia película que estamos viendo. Para no hablar de la fusión total de documental y ficción en el corto Entrevista con la Tierra o las entrevistas con los habitantes de Huilotepec que vemos en Verano de Goliat, con el propio Pereda como entrevistador en off.
9. ¿Mi Peredómetro personal? En orden de preferencia: ¿Dónde Están sus Historias?, Los Mejores Temas, el díptico Juntos-Perpetuum Mobile, Entrevista con la Tierra, Verano de Goliat y Todo, en fin, el Silencio lo Ocupaba.
10. Aún no he visto un filme de Pereda que me entusiasme como, digamos, la obra documental de Everardo González o Juan Carlos Rulfo, ni como la obra de ficción de, por ejemplo, Carlos Reygadas o Fernando Eimbcke. Pero esto es un problema mío, no de Pereda, supongo. De cualquier forma, sigo esperando una obra mayor de él. Los Mejores Temas presenta, creo, signos de que muy pronto podríamos ver un filme suyo de esta categoría. Por lo pronto, hay que esperar a ver su nueva película. En una de esas, mientras yo escribí esta laaaaaarga entrada, ya terminó otra cinta.
Comentarios
Max
Ojalá pudieran tener distribución o cuando menos que las metan al nuevo programita de cine online de la Cineteca Nacional.
Anónimo: Esteeee... Pues sí, buen ejemplo. Me emociona más el cine de Clint Eastwood que el de Antonioni. Qué remedio. (Si hubieras anotado Fellini, sería otra cosa).