Confesiones Verdaderas/XXVII
"... De lo que más me avergüenzo en cuantos a mis gustos cinematográficos se refiere, es que lloro frente a películas sentimentales y convencionales que desprecio. Y no suelto unas poquitas lágrimas y ya. No: chillo a tal grado que distraigo a la gente que tengo alrededor en el cine.
Una vez lloré con un comercial de General Electric en el que las imágenes de una granja idílica y una reunión familiar eran usadas para celebrar los logros de una rapaz corporación multinacional.
Si tuviera que elegir una película que mejor ilustra este comportamiento mío, creo que ésta sería La Sociedad de los Poetas Muertos. De hecho, no es un mal filme, para nada: si quieres que alguien manipule tus emociones, no hay nadie mejor que Peter Weir. Además, la cinta tiene un buen reparto, un buen ritmo y los diálogos son espléndidos. Pero, bueno, es una película "de Robin Williams" y no sólo eso: es una película con Robin Williams interpretando a un Maestro "Inspiracional" de Preparatoria.
Después de años de haber despreciado esta película sin haberla visto, finalmente me senté a revisarla. Y me gustó... Empecé a llorar desde el inicio y lloré más después, Mucho más, de hecho, que con mis películas favoritas. Incluso, lloré más que con sucesos traumáticos que me han pasado en la vida real. Y no me pidan que explique por qué".
Mary Harron, directora de Psicópata Americano (2000), en entrevista en Film Comment, mayo-junio 2ooo, página 8.
Una vez lloré con un comercial de General Electric en el que las imágenes de una granja idílica y una reunión familiar eran usadas para celebrar los logros de una rapaz corporación multinacional.
Si tuviera que elegir una película que mejor ilustra este comportamiento mío, creo que ésta sería La Sociedad de los Poetas Muertos. De hecho, no es un mal filme, para nada: si quieres que alguien manipule tus emociones, no hay nadie mejor que Peter Weir. Además, la cinta tiene un buen reparto, un buen ritmo y los diálogos son espléndidos. Pero, bueno, es una película "de Robin Williams" y no sólo eso: es una película con Robin Williams interpretando a un Maestro "Inspiracional" de Preparatoria.
Después de años de haber despreciado esta película sin haberla visto, finalmente me senté a revisarla. Y me gustó... Empecé a llorar desde el inicio y lloré más después, Mucho más, de hecho, que con mis películas favoritas. Incluso, lloré más que con sucesos traumáticos que me han pasado en la vida real. Y no me pidan que explique por qué".
Mary Harron, directora de Psicópata Americano (2000), en entrevista en Film Comment, mayo-junio 2ooo, página 8.
Comentarios
ANONIMO S.
Uf y yo que me sentía cursi y algo ridícula, por llorar, como plañidera y no otra cosa, cada que veo el final de "Au revoir, les enfants" o "Paisaje en la niebla"
Después de leer lo que cuenta mi medio tocaya, ya casi me sentí reivindicada.
Saludos
Marichuy: Yo chillo en el final de El Campo de los Sueños. Ya lo dije. Al cabo que todo mundo está echado en la playa y nadie me está leyendo.
Juan Carlos: Creo que el remake me lo voy a saltar. A lo mejor vuelvo a ver el original de 1981. Lo vi en el estreño y recuerdo que salí levemente "piñado".
En cuanto a los títulos, eso lo deciden los distribuidores. El título en español de Outlander no tiene progenitora: "La Tierra Media y el Tesoro -que, por cierto, se encuentra enterrado contraesquina de un Oxxo- del dragón solitario que, por si no lo sabían, se siente muy triste porque una dragona lo dejó por otro dragón de mejores fuegos".
Joel: Esa, creo, es una de las mejores secuencias -por lo efectivamente chantajistas- de toda la película. Es para darnos en la torre a los papás y que no protestemos porque de todas formas la película no es tan lograda.
---
Ernesto, ¿nomás con el final? Yo chillo con casi todo Field of Dreams.