Weepie Father's Day
Podría presumir que mi escena favorita del día del padre es la de una cinta de cierto prestigio artístico e intelectual -por ejemplo, cuando Mathieu Almaric rasura a su anciano padre Max von Sydow en la espléndida El Llanto de la Mariposa (Schnabel, 2007)-, pero la verdad que mi momento favorito del día del padre es cuando Kevin Costner le pide a su juvenil papá fantasmal que jueguen a la pelota en el sentimental desenlace de El Campo de los Sueños (Robinson, 1989). Casi se me salen las de Caín al estar recordando esa escena. ¿Y a todo esto, cuál es su escena lloriqueante favorita entre un papá y su hijo?
Comentarios
De las recientes, una que me hace un nudo en la garganta es en El Señor de los Anillos, Las Dos Torres, cuando el rey Theoden de Rohan (Bernard Hill) hace una pausa en la tumba de su hijo, antes de seguir a Gandalf (Ian McKellen) a la batalla final: "Ningún padre debería enterrar a su hijo."
Sumo otra... Missing de Gavras... Maldición esa escena final.
Y claro, el niño (SPOILER, SPOLIER, porque Joel no ha visto Ladrón de Bicicletas) viendo a su papá ladrón (y torpe, porque lo agarran) es desgarradora.
Josafat: pues tienes tarea. Aunque la relación padre/trabajador con hijo/intelectual de Cielo de Octubre no es mala. Convencional, sí, pero funciona.
Y recientemente, Persépolis. El señor Satrapi despidiéndose de Marjane en el aeropuerto. Snifffff!
(Por cierto, acabo de ver The Happening. Me gustó.)
Otras escenas lacrimógenas: Dustin Hoffman corriendo con su hijo en brazos a Urgencias para que le cosan una cortada en la cara en Kramer vs. Kramer; en la misma película, por supuesto, el final.
Otra que incluí en una nota en mi blog (*shameless plug*): la última partida de ajedrez entre Sir John Guielgud y Dudley Moore en Arthur.
Big Fish (Burton, 2003)
My Life (Rubin, 1993)
Karakter (Diem, 1997)
No se por qué razón me estoy acordando de una que se llama Mi Viejo, con Vicente y Alejandro Fernández, Mea Culpa...
El Chente y el Potrillo... Si este blog no fuera decente, contaría un chiste lépero sobre los dos.
Y me atrevo a decir que Ellen DeGeneres jamás tendrá un punto tan alto en su carrera como esa linda pecesita con pérdida de memoria temporal llamada Dory.