Notas Perfectas
En cierta escena clave de Notas Perfectas (Pitch Perfect, EU, 2012), dirigida por el teatrero musical Jason Moore, la arisca estudiante universitaria Beca Mitchell (ascendente Anna Kendrick), que se ha matriculado a regañadientes en Barden University porque lo que realmente desea es convertirse en una famosa DJ, le dice a su amigo/rival/galán Jesse (Skylar Astin) que no le gusta mucho el cine porque siempre sabe en qué va a terminar cada película. Es más, presume que siempre supo que Darth Vader era el papá maléfico de Luke Skywalker.
El diálogo es, por supuesto, un guiño al espectador. Y es que a los pocos minutos de haber iniciado la opera prima de Jason Moore, cualquiera que haya visto unas cuantas películas sabe lo que va a seguir y en qué va a terminar. De cualquier forma, por más conocido que sea el camino, el trayecto es, de todas maneras, muy agradable.
El guión de Kay Cannon echa mano de un formato deliciosamente anacrónico, proveniente de los inicios del cine musical americano (la fórmula "Let's Put On a Show", con Judy Garland y Mickey Rooney), combinado con el cine reciente de competencias juveniles (por ejemplo, esa maravilla que es Triunfos Robados/Reed/2000), algún homenaje/saqueo a Christopher Guest (los comentaristas que parecen primos hermanos de los de Mejor en Exposición/2000) y los añejos tics de la comedia romántica más tradicional que, cuando son bien ejecutados, me resultan culposamente irresistibles. Si a eso le agregamos una dinámica puesta en imágenes del debutante Jason Moore -nominado al Tony 2004 como Mejor Director de Teatro Musical por "Avenue Q"-, tenemos entonces que Notas Perfectas se eleva muy por encima del promedio del cine palomero del fin de semana.
La escéptica Beca, recién inscrita en Barden University, entra casi por inercia a un grupo femenil de canto a capella, "Las Bellas", dirigida por la controladora/autoritaria Aubrey (perfecta Anna Camp), equipo que siempre termina perdiendo las competencias regionales y nacionales con sus eternos rivales masculinos, "Los Treblemakers". Los caracteres de Beca y Aubrey chocarán de inmediato y más aún cuando Beca es cortejada y atraída por uno de los "Trebelmakers", el agradable cinéfilo Jesse.
Como usted comprenderá al leer el párrafo anterior, la historia es un mero excipiente para el lucimiento de las actrices y sus personajes -la gordaza segura de sí misma, la sexy adicta al sexo, la lesbiana afroamericana, la oriental que siempre tiene algo raro que decir en murmullos inaudibles- y, especialmente, para el montaje de varios números musicales, en los que el director Moore, su cinefotógrafo Julio Macat y, especialmente, la editora Lisa Zeno Churgin, demuestran que han visto y asimilado el musical al estilo Fosse. Y ya que no lo tenemos a él, por lo menos disfrutemos de sus aptos admiradores.
Comentarios
El fin de semana me la echo.
Gracias dios por el internet.
ah! y el vino y por Hitchcock y por Daft Punk y por todo eso, keep up the good work mate!
:P
#TeamFatAmy
La gordita Amy es como una parodia de Adele no? LOL!
Otra cosa que estuvo sensacional es el final, no lo vi venir. Bueno si vi venir lo obvio, pero no vi venir el arreglo musical del final.
Otra cosa:
"You need a moviecation"
Jajajaja
¿Estaré muy loco si la anoto entre mis favoritas de este 2013?
Pitch Perfect es mi Scott Pilgrim del 2013.
Y hasta me dio para sacar un cliché buenísimo, lo redacto y lo mando no'mas que tenga tiempo.
:)
La acabo de ver en netflix. Muy divertida y los números musicales, como deben ser.