Guadalajara 2010/Día uno


Apenas si llegué a tiempo. Saludos a la gente de la prensa, abrazos a los amigos que hace exactamente un año que no veía, caminata apresurada al Centro Magno...

Llegué desfondado ("I'm beginning to be too old for this shit", parafraseando un clásico) pero exactamente un par de minutos antes de que se exhibiera Cefalópodo (México, 2009), el segundo largometraje de Rubén Imaz (meritoria Familia Tortuga/2006). Al salir de la película no pude más que preguntarme en voz alta: "¿para este bodrio dejé los bofes a la mitad de la calle?".

Sebastián Gabella (Unax Ugalde) llega a la Ciudad de México desde el país vasco a visitar a su primo Jorge (José Angel Bichir) aunque, en realidad, ni él mismo sabe a qué viene. Su propia voz en off nos informa a cuenta gotas: una tal Maité murió hace seis meses, a ella le gustaban los cefalópodos del título y... pus ya. Sebastián se droga pero poquito, se encama con una tal Emilia (Alejandra Ambrosi) y luego viaja a Guaymas a ver de cerca los calamares. La verdad, cuando Sebastián viaja por el Mar de Cortés yo esperaba que saliera un calamar gigante para que se tragara a este vasco deprimido ("¡Liberen al Kraken!"). En algún momento de su monótono e interminable monólogo, Sebastián le dice a la muertita Maité: "Ojalá hubiéramos tenido tiempo para aburrirnos juntos". No te preocupes, mi Sebas: por lo menos me aburriste a mí. Y en serio.

En Guadalajara 2009 uno de los mejores filmes mexicanos que vi fue el corto animado Jaulas (2009), de Juan José Medina, así que no lo pensé dos veces para entrar a ver la programación completa de los cortos animados en competencia. Por desgracia, ninguno de los nueve cortometrajes se sostiene frente a la obrita mayor de Medina.

Destacan, por lo nefasto, ¿Quién Asesinó a Alicia? (México, 2009, 18 minutos), de Oscar Alejandro Chagolla, sobre la muerte de una muchacha que aborta por la presión de su novio, sus amigos y su familia; por lo delirante fallido, Las Celulas Madre (México, 2009, 8 minutos), de Mario Torres Lemus, sobre un mundo futurista-mexica en donde un señor de varios rostros anda persiguiendo mujeres embarazadas para alargar su vida; y por lo tan abstracto que necesita unas notas de producción para explicarse, Tempo Rubato (México, 2010, 6 minutos), de Miguel Anaya, sobre una monstruoteca que parece haber salido de las pesadillas de alguien.

Hay un cortito simpático, Light Me Up (México, 2009, 3 minutos), de Omar Hernández, sobre una niña genio que no puede hacer su robot ideal; otro muy obvio pero visible llamado Moyana (México, 2009, 11 minutos), de Emiliano González, que trata de un niño enajenado por la tele que, al irse la luz, viaja a los abismos de su propia imaginación; y uno claramente influido por la estética y la temática de la obra de Tim Burton, Santiago y el Monstruo Amarillo (México, 2009, 9 minutos), de Jorge Hernández Garza, sobre un niño que vive con sus tres hermanitos zombies.

Sin embargo, creo que el ganador del Mejor Corto Animado estará entre estos tres: Antenas de Conejo (México, 2010, 13 minutos), de Paul Gómez, que trata de la siniestra rebelión de un viejo televisor de bulbos, que no quiere ser cambiado por uno moderno de plasma; Luna (México, 2010, 8 minutos), de Raúl y Rafael Cárdenas, ubicado en un mundo futuro que le debe demasiado a la estética de 9 (Acker, 2009); y el que más me gustó, El Sueño de Galileo (México, 2009, 6 minutos), en el que vemos al viejo astrónomo Galileo Galilei soñar con su lejana niñez. Técnicamente, el mejor de los nueve cortos es Luna -su hechura parece hollywoodense- pero la animación naïve de El Sueño de Galileo me ganó por completo. De todas formas, ninguno de los nueve cortos revisados le llega a los talones al ya mencionado Jaulas.

Finalmente, lo mejor del día y fuera de concurso: Soul Kitchen (Ídem, Alemania, 2009), el más reciente largometraje del joven maestro turco-germano Fatih Akin. Como se supone que la cinta tendrá corrida comercial dentro de poco tiempo, sólo apuntaré que estamos en los terrenos ligeros del primer Akin (el de Im Juli/2000) y que si alguien espera azotes como los de sus obras maestras Contra la Pared (2004) y A la Orilla del Cielo (2008) saldrá defraudado. La trama gira en torno al emproblemado dueño de un restaurante de quinta en Hamburgo, quien tiene que lidiar con su hermano recién salido del bote, una hernia que no lo deja caminar, una novia que se va a trabajar a China y un amigo traicionero que le quiere quitar el lugar de marras, llamado precisamente Soul Kitchen, para venderlo como terreno. Es un filme muy menor de Akin pero mucho más disfrutable que todo lo que vi el resto de la tarde.

Comentarios

Joel Meza dijo…
Bueno saber que legaste con bien y chambeando. Uno suele dar esas cosas por sentado.
Salud y un trago de tequila desde acá, para allá.
Anónimo dijo…
Ouch! Te escucho muy cinico Ernesto; es namas mi imaginacion?

Por cierto, alguno de los cortos de animacion estara disponible en linea o por algun otro medio?? Si desespera que tanto talento y obra no reciba mejor distribucion.
Josafat M. dijo…
No espere Thirst, apesta, lo único salvable es la última secuencia.
Kolinazo: Será tu florida imaginación. Yo siempre he sido bien positivo...

(Buena pregunta: pero si no se distribuyen bien los largometrajes, menos los cortos. Aunque, bueno, IMCINE y el CUEC han sacado antologías bastante rescatables de cortos en DVD).

Josafat: No la espero entonces. De hecho, pienso saltármela porque ya está en DVD. Mejor voy a ver la discutida Kinatay, de Brillante Mendoza.
Unknown dijo…
Strange days los de un festival de cine, donde sea, al parecer. El caso es que ya reportada la zona de miedo del cine mexicano sólo queda esperar un milagro en el segundo dia. La cuestión de los filmes menores (o no) siempre es muy chocante, venga de donde venga o tenga o no sentido. Uno no se enfrenta a la cotidianidad maestra todos los dias. Todos los dias hay posibilidad o manera, de encontrar la aguja en el pajar y picar al mundo con ella. Igual pasa con todos. Lo mismo si alguien se llama Scorcese o Akin o Luis Alcoriza (ayer pasaron por televisión el Presagio, que tenía de ingrata memoria, pero que podría parecer una metáfora de los viajeros que llegan a Guadalajara después de haber abandonado su lugar de origen y andar en carretas dos o tres dias, desde Zacatecas). Buen fin de semana. Que el tequila obre su magia.
Buena puntada la de la ¿primera? cena. Que el espíritu del cine tome por sorpresa a muchos, aunque la cámara la lleve, entre sus faldas, alguna Lola Gaos contemporánea.
¡Liberen al Kraken, pues! (aunque necesito más información al respecto, porque al parecer es la frase que sustituirá a la pasada: "Caraconejo").

Tres cosas, de entrada:

1. Thirst sí es obra menor, pero se deja ver y conviene ver: todo para bajar del pedestal de cineasta mayor a Park Chan Wook en el que injustamente se ha puesto. Siempre lo he dicho: poniéndonos solemnes (osease "mamones"), revisar la carrera de Park Chan Wook significa, así nomás, poner en tela de duda sobre quién es el "verdadero" autor de Oldboy y Lady Vengance. Imposible que sea el mismo, a pesar de los actores repetidos y uno que otro guiño conocido. Curioso, con Symphaty for Mr. Vengeance y Joint Security Area no hay esa duda. En fin, me dice si la quiere ver y no gastar lana.

2. ¿Otro Bichir en el mapa o ya es viejo?

3. ¿Qué traen los cineastas mexicanos últimamente con el tema futurista?
zoolo dijo…
Me has quitado las ganas de ver Cefalópodo y eso que era la única en competencia que realmente se me antojaba (bueno, Depositarios también, pero se nota que la programación la hizo un chango).

Lo andaré leyendo Sr. Don Diezmartinez :D
Fritzio: Por eso prefiero ver mil veces un filme menor de, digamos, Scorsese o Hitchcock que cualquier barrabasada de alguien que ni siquiera sabe dónde colocar la cámara.

Duende: No, es otro Bichir. Y ya había salido en otras películas. Ignoro si es hermanito menor o hijo de uno de los viejos Bichir.

Zoolo: Acabo de desayunar con dos colegas. Uno me dio la razón, matizando un poco. Otro dijo que, en realidad, la película sí le había gustado. Así que nadie decida por usted. Véala y luego regresa y comenta por acá.
Es sobrino de los susodichos. Esperemos pues oooootra generación de los caciques del cine mexicano.

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