Sé lo que viste el fin de semana pasado.../X
CARTELERA AL 30 DE NOVIEMBRE
30 Días de Oscuridad (30 Days of Night, EU-Nueva Zelanda, 2007), de David Slade. La primera media hora de esta cinta se sostiene por su interesante re-planteamiento del mito vampírico y por la originalidad del escenario en el que ocurre la acción, que se ubica en Barrow, Alaska, en el Círculo Polar Ártico, en el momento en el que está a punto de iniciar el invierno que, como de costumbre, ocultará la luz solar por 30 días. A ese pueblito no sólo están a punto de llegar las más bajas temperaturas posibles: el extraño arribo de un hombre solitario que pide comer carne cruda (Ben Foster) marcará la feroz invasión de una horda de vampiros comandada por un Danny Huston muy en su papel. Y como no hay luz solar durante 30 días que detenga a los citados chupa-sangres… pues ya se imaginará la difícil posición en la que se encuentran el reducido grupo de humanos sobrevivientes. El problema es que a partir de que inicia la acción, ésta se vuelve monótona, repetitiva… Aburrida, francamente. Reseñada en REFORMA.
Máxima Traición (Butterfly on a Wheel, Canadá-GB, 2007), de Mike Barrer. Ooootro thriller con vuelta de tuerca de último minuto y, por lo menos, un reparto decente: Pierce Brosnan, Maria Bello, Gerard Butler. La modesta ejecución estilística del artesano inglés Barker, la derivativa trama escrita por William Morrissey (que tiene ecos del thriller paranoico El Juego/Fincher/1997) y la absurda solución del misterio, pertenecen al universo de la televisión por cable, espacio en el que, de hecho, se estrenó esta película en Estados Unidos en septiembre pasado. Ahí, en la tele, debimos haberla vista en México, pero ya sabe usted que la generosidad de nuestros distribuidores fílmicos no tiene límite. Gracias a ellos somos unos de los pocos países en el mundo en el que usted pagar buen dinerito por verla en la pantalla grande. Reseñada en REFORMA.
Un Beso Más (The Last Kiss, EU, 2006), de Tony Goldwyn. Esta película fue la más interesante de la semana, aunque no por los motivos que los hacedores de esta cinta hubieran querido. Un remake del espléndido melodrama italiano El Ultimo Beso (Muccino, 2001), Un Beso Más funciona como el ejemplo perfecto de cómo Hollywood puede aligerar una compleja, provocadora e inteligente trama europea hasta llegar a eliminar todo el sentido de la misma. Por supuesto, es preferible ver la cinta original de Muccino, que está disponible en un DVD de Región 4. Reseñada en REFORMA.
Máxima Traición (Butterfly on a Wheel, Canadá-GB, 2007), de Mike Barrer. Ooootro thriller con vuelta de tuerca de último minuto y, por lo menos, un reparto decente: Pierce Brosnan, Maria Bello, Gerard Butler. La modesta ejecución estilística del artesano inglés Barker, la derivativa trama escrita por William Morrissey (que tiene ecos del thriller paranoico El Juego/Fincher/1997) y la absurda solución del misterio, pertenecen al universo de la televisión por cable, espacio en el que, de hecho, se estrenó esta película en Estados Unidos en septiembre pasado. Ahí, en la tele, debimos haberla vista en México, pero ya sabe usted que la generosidad de nuestros distribuidores fílmicos no tiene límite. Gracias a ellos somos unos de los pocos países en el mundo en el que usted pagar buen dinerito por verla en la pantalla grande. Reseñada en REFORMA.
Un Beso Más (The Last Kiss, EU, 2006), de Tony Goldwyn. Esta película fue la más interesante de la semana, aunque no por los motivos que los hacedores de esta cinta hubieran querido. Un remake del espléndido melodrama italiano El Ultimo Beso (Muccino, 2001), Un Beso Más funciona como el ejemplo perfecto de cómo Hollywood puede aligerar una compleja, provocadora e inteligente trama europea hasta llegar a eliminar todo el sentido de la misma. Por supuesto, es preferible ver la cinta original de Muccino, que está disponible en un DVD de Región 4. Reseñada en REFORMA.
Comentarios
Pues bien, la película está bastante mediocre, por un momento tiene una ligera aspiración a ser como la última de Jason Bourne, pero esta a años luz de distancia de serlo. Por un momento pensé que podría ver una secuencia como aquella donde Matt Damon anda volviendo loca a la "inteligencia" gringa en la estación de Waterloo en Londres pero no, ni soñando. Esa secuencia solita se merece un Oscar por edición (si es que el premiecito ese todavía tiene alguna validez).
Qué chida está la sala de la foto, peero ¿es una sala de cine?