Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCXII



Roma (México-EU, 2018), de Alfonso Cuarón. A estas alturas del juego lo único que hay que discutir es si el octavo largometraje de Cuarón es su mejor película hasta el momento. En todo caso, lo cierto es que, dentro del canon nacional, se trata de una película muy importante. Por acá mi crítica in extenso. (*** 1/2)

Estrellas solitarias (México, 2015), de Fernando Urdapillera. Vi el segundo largometraje del egresado del CCC Urdapilleta (opera prima Los reyes del juego/2014) en Guadalajara 2015 y, qué le vamos a hacer, terminó en mi lista de lo peor que vi ese año.
Estamos ante una una cinta desparpajada a la que le faltó, por un lado, más disciplina y, por el otro, más desmadre. Me explico: la cinta sigue los ires y venires de dos travestis, el gordo inocente y bobalicón Juanito/Joana (Jorge Arriaga) y el rubio oxigenado, bravero e ingobernable Valentín/Valentina (Dana Karvelas). El gran problema de la película es que nunca logra aterrizar un tono identificable: inicia como comedia boba pero muy pronto la historia se desvía por terrenos del melodrama para terminar convertido en una especie de thriller con mujeres y travestis vengadores, sin faltar los numeritos musicales ad-hoc y hasta el cliché en el que Valentina habla continuamente con su consejera invisible -para los demás-, una famosa cantante retirada que se convirtió en mormona.
A esta falta de disciplina en el guion hay que sumarle que no hay suficiente desparpajo en la ejecución de la cinta: es decir, si se trataba, como dice la sinopsis oficial del filme, de contar una historia "al ritmo del punk y el pop", habría que llegar mucho más lejos en el delirio, en la provocación, en la irreverencia, en el franco desmadre. Ni la historia ni la puesta en imágenes corresponde a lo que pudo haber sido Estrellas solitarias: una suerte de Lucy, Pepy y Bom y otras chicas del montón (Almodóvar, 1980) a la mexicana... y 35 años después. (+ 1/2)

Gonjiam: Hospital maldito (Gon-ji-am, Corea del Sur, 2018), de Beok-sik Jeong. Oooootra película de horror más en la veta de la fórmula del found-footage al estilo de El Proyecto de la Bruja de Blair (Myrick y Sánchez, 1999), con la única novedad de que se supone que no estamos ante un falso documental sino, en todo caso, ante una falsa "transmisión en vivo".
En efecto, seis jovencitos sudcoreanos bastante zoquetes son convencidos por el creador de "Horror Times", un programa que se trasmite en vivo y en la red, de visitar un hospital psiquiátrico abandonado -el Gonjian del título original- que, se supone, está maldito. El nosocomio fue cerrado hace décadas, cuando sucedieron varias muertes violentas entre los internos y, se supone que, además, la directora del lugar se suicidó -o, por lo menos, ya no se supo más de ella. Desde entonces se dice que hay apariciones en ese desolado hospital y, recientemente, unos chamacos de secundaria desaparecieron cuando trataron de entrar a cierta habitación "prohibida", la 402.
Ninguna novedad que reportar de este convencional pero entretenido -especialmente en su última media hora- filme de horror. Hacia el final, cuando es obvio para los siete jóvenes sudcoreanos que sí hay fantasmas en el sitio y que, además, andan medio malhumorados, la verdad es que el director especialista en el género Jeong logra dar uno que otro buen susto. Al final de cuentas, un inocuo palomazo de fin de semana. (*)

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Comentarios

Christian dijo…
También vi la del Hospital Malito de sus Fantasmas y coincido, palomazo indoloro. Como la Bruja de Blair para la generación de los youtubers y los lnfluencers y esas cosas. También en la de Halloween 2018 hay “bloggers”, es el cine adaptándose a los nuevos tiempos supongo...

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