Sé lo que viste el fin de la semana pasada/CCLIX
Yo, Olga. Historia de una asesina (Já, Olga Hepranová, República Checa-Polonia-Francia-Eslovaquia, 2016), de Petr Kazda y Tomás Weinreb. Un 10 de julio de 1973, la alienada veinteañera lesbiana Olga Hepranová (Michalina Olszanska) tomó un automóvil, se dirigió al centro de Praga y atropelló a una veintena de personas que esperaban el camión, asesinando a ocho.
Este filme, dirigido a cuatro manos por Kazda y Weinreb, nos entrega la desdramatrizada crónica de la vida de la última mujer condenada a muerte en la entonces Checoslovaquia. Impecablemente fotografiada por Adam Sikoria, que privilegia las tomas estáticas y sostenidas, con algunos paneos mínimos, la cinta termina resultando tan alienada de su personaje como la propia Olga de la opresiva y burocrática sociedad en la que creció, mató y murió. Olszanska tiene grandes momentos, pero tengo la sensación que fue dejada al garete por sus directores. (* 3/4)
La verdad incómoda 2 (An Inconvenient Sequel: Truth to Power, EU, 2017), de Bonnie Cohen y Jon Shenk. La tardía secuela al oscareado filme documental La verdad incómoda (Guggenheim, 2006) es una suerte de travelogue ambientalista con "el político en recuperación" y activista ambiental Al Gore recorriendo el mundo, que está cada vez peor (en algunos aspectos) y cada vez mejor (en otros aspectos). Mi crítica en la sección Primera Fila de Reforma del viernes pasado. (* 1/2)
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