El cliché que yo ya vi/CXXIV
Joel Meza propone:
El escudo antibalas hollywoodense: En las películas, cuando el protagonista quiere salir bien librado de una lluvia de balas, únicamente debe activar el escudo que conoce todo héroe que se respete: esto se logra disparando (y si es sin apuntar, mejor) hacia donde los agresores, mientras lo están rociando de plomo. Hollywood garantiza que ninguna bala enemiga le pegará al héroe que, acto seguido, podrá moverse a sus anchas frente a los enemigos. Es menester que el héroe suelte uno o dos disparos más, igualmente descuidados, mientras se traslada como Pedro por su domicilio, para que el escudo antibalas no pierda fuerza.
Ejemplos, hay muchos... y Sylvester Stallone los usó todos en Los Indestructibles 3.
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