Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCVII
El Caballo de Turín (A Torinói Ló, Hungría-Francia-Alemania-Suiza-EU, 2011), de Béla Tarr. El noveno y supuestamente último largometraje de Tarr -codirigiendo aquí por tercera vez con Ágnes Hranitzky- es la aplastante crónica del infieno en la tierra. Christian Guisa (Tyler, pues) me proponía por twitter que este filme de Tarr era una suerte de Hechizo del Tiempo (Ramis, 1995) pero deprimente. Muy deprimente, agregaría yo. Mi crítica se publicó el viernes pasado en el Primera Fila de Reforma. En el podcast de Reforma también hablé de este filme.
La Última Pelea (Warrior, EU, 2011), de Gavin O'Connor. Un convencional pero efectivo melodrama familiar/deportivo en el que dos hermanos (Joel Edgerton y Tom Hardy) terminarán enfrentándose climáticamente en un emocionante torneo de Artes Marciales Mixtas. El papá de ellos es un alcohólico reformado encarnado por un perfecto Nick Nolte. Si no puede ver esta película no se preocupe: auguro que con el paso de algunos años se convertirá en la típica cinta que verá usted una y otra vez en cualquier canal de televisión. Mi crítica se públicó el viernes pasado en el Primera Fila de Reforma.
Los Muppets (The Muppets, EU, 2011), de James Bobin. "El Show de los Muppets" televisivo pertenece a la infancia de los venerables cuarentones -como quien esto escribe- y la última película de los personajes creados por Jim Henson es, literalmente, del siglo pasado. Así que, ¿qué mejor manera de revivir a la Raná René -ya sé, ya sé, ahora se llama Kermit- y a todos sus amigos que retrabajando la anacrónica fórmula de los musicales hollywoodenses de los años 30? Regresaré a esta cinta esta misma semana.
Comentarios
como diablos hizo Rob Bottin en 1982 para crear semejantes monstruos que se ven mil veces más reales que cualquier cosa del 2011.
Sin embargo, es una pelicula soberbia, los planos secuencia, la fotografia cruda en blanco y negro, ese maldito viento que sopla y sopla durante toda la condenada pelicula y que no sé como le hicieron para lograrlo, las rutinas de los actores, vaya hasta el caballo actúa!
No la volvería a ver asi toda completita de un jalón (tal vez algunos pasajes y solo de vez en cuando) pero es una película que nunca voy a olvidar.
Ese choro que se avienta el vecino, esos gitanos maloras, esa rutina de comer las papas con sal, esas travesias de la chica para ir a sacar agua del pozo, todo filmado en 2 horas y media y solo 30 tomas... Una obra maestra definitivamente.
saludos
Tyler: Una obra mayor, en efecto. Pero dificil volverla a ver.
Zombidromo: Sí, pero casi nunca entro. Tengo bastante olvidado ese espacio.
Joel: Bueno, eso es lo que pasa cuando hay trabajo. Qué bueno. Digo.