53 Muestra Internacional de Cine/I



La 53 Muestra Internacional de Cine se inauguró ayer jueves por la noche con Las Razones del Corazón (México-España, 2011), el más reciente largometraje del otrora gran maestro nacional -hace años de capa caída- Arturo Ripstein. Me puedo equivocar, por supuesto, pero creo que esta película, basada muy vagamente en Madame Bovary, no será el filme que restaure el maltrecho prestigio del director de Cadena Perpetua (1979) que, por lo menos para mí, sigue siendo una de las más grandes cintas mexicanas de todos los tiempos.
Lo escribí hace unas semanas, cuando vi Las Razones del Corazón en Morelia 2011: la cinta, sin duda, tiene varios elementos rescatables: la impecable actuación -más o menos- seria del comediante Alejandro Suárez, el justo trabajo de Plutarco Haza como el cornudo marido pusilánime y la virtuosa cámara en blanco y negro del infalible Alejandro Cantú. Sin embargo, el nivel de abyección al que el guión de Paz Alicia Garciadiego arrastra a esta pobre Bovary mexicana y clasemediera (profesional Arcelia Ramírez) me pareció francamente insoportable (¿cómo para qué, por ejemplo, la escena en la que Arcelia se orina parada en la sala de su departamento, después de que unos chalanes se han cobrado a lo chino, embargándole el televisior?).
Se supone que la película -producida por el estimado y ubicuo todoterreno cinematográfico Roberto Fiesco- se aventura en el terreno del humor negro; el problema es que es un humor -sea negro, blanco, gris o el color que usted quiera- bastante fallido. La responsabilidad mayor recae en los diálogos de Garciadiego, quien aquí tiene el último crédito, incluso por encima de su marido, el director Ripstein. Van algunas frases que rescaté en la oscuridad de la sala, en Morelia 2011. Algunas de ellas, quiero suponer, son intencionadamente graciosas; la mayoría de ellas, simplemente ridículas: "Me aplastas el pecho con tus reclamos", "Mi amor ahoga, quita el aire", "Eres la cuba libre del galán esquivo", "Me da miedo tu amor", "Nacer es lo que me duele", "Tú no sabías que te llevabas mi vida entre tus piernas", "Me da vergüenza vivir mañana", "Juro lo que te juro", "Ojalá yo hubiera aprendido a querer sin dolor", "Los confines de mi vida son los 84 metros de este departamento" y así hasta el abyecto desenlace al que son condenados prácticamente todos los personajes. Una pena que Ripstein no pueda -¿no quiera?- salir de este registro. 

Las Razones del Corazón se exhibe hoy en la Cineteca Nacional a las 11 y 17:45 horas. 


Comentarios

marichuy dijo…
Pues no, creo que no la veré, se nota que de verdad te resultó insufrible. (y yo a Madame Bovary le tengo cariño.)

Tenía la esperanza de que tu colega Carlos Bonfil fuese alguito benévolo en su mirada, pero no, su reseña tampoco le concede ni el beneficio de la duda, en total coincidencia contigo:

"un patético muestrario de las posibilidades de abyección de un ser humano. Diálogos y situaciones imposibles, con tufo de letrina.."

http://www.jornada.unam.mx/2011/11/04/opinion/a09o1esp

Saludos...

PS Y la Bovary de Flaubert seguirá esperando que el cine le haga justicia. :P
Joel Meza dijo…
Pos como acá al rancho no llegará, para entretenerme subnormalmente, esta semana ví La Tía Alejandra. Sí: una película de sustos bastante quebrada. Sí: de Ripstein.
Christian dijo…
Ernesto, ya viste? ya viste?

En la muestra va estar la nueva de Bela Tarr

2 horas y media y solo 30 tomas

woohoo!

I'm SO there.
Anónimo dijo…
Para mí el gran problema de Ripstein se llama Paz Alicia Garciadiego. Si cambiara de guionista de seguro volveríamos a ver rasgos del gran cineasta que una vez fue.

Max
Joel Meza dijo…
Acabo de leer una nota en el periódico sobre lo feliz que está Ripstein de abrir la muestra (qué bueno, supongo); la nota incluye una "sinopsis" de la película y tómala: la cuentan toda (o por lo menos cuentan cosas que no habías publicado tú y que parecen ser toda la trama).

No, pos con tus descripciones, la foto de Arcelia Ramírez que pusiste, el extracto de la reseña de Bonfil que puso Marichuy y esa nota, ya no necesito verla. Mejor me voy a ver la de No le tengas miedo a lo oscurito. Quiero sustos.
Christian dijo…
Esos dialogos de 'me duele el corazón' y 'estos 84 m2 son toda mi existencia' o que sé yo, son francamente ridículos Ernesto!
Joel Meza dijo…
Si alguna vez entro a una sala de emergencias diciendo ¨me duele el corazón¨ espero que el doctor no sea Tyler.
Guillermo dijo…
Nomás faltó: "soy la flor silvestre que marchitó el olvido".
Qué diálogos tan subnormales. Seguro y son más propicios de películas de sustos. Ya, pido perdón y espero una palma(da).
Joel: Pero, de lejos, La Tía Alejandra es mucho más cine que esta cosa.

Max: Probablemente. No es mala apuesta.

Guillermo: NO des ideas...
José Candás dijo…
De verdad no hay quien aguante a Ripstein y a su vieja, la dizque guionista. Todas sus películas son una pendejada monumental, y un empeño por querer convencer al espectador (por la mala)de que la vida es una mierda. De verdad, como para salir huyendo del cine. Y el gobierno, del partido que sea, le sigue pagando sus idioteces. Absoluta vergüenza, propia y ajena.

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