Cine en televisión para el sábado 8 de diciembre


Amores Perros (México, 2000), de Alejandro González Iñárritu. La película que lanzó a la fama mundial a la dupla ya tronada de González Iñárrity y Arriaga está formada por un haz de historias urbanas que abreva, con vigor, del género fílmico nacional por excelencia -el melodrama familiar-; de los estilos postmodernistas del fin del milenio; de una brillante narrativa circular que nos remite a los meandros tarantinescos; y, last but not least, el filme se alimenta del accidente y la casualidad, tan caros para cineastas de la estatura de Buñuel o Kieslowski.
Simplificando, Amores Perros es un melodrama familiar cuyo centro de gravedad sigue siendo el padre. En la primera historia, "Octavio y Susana", dos jóvenes hermanos aman a la misma mujer en un contexto familiar de un padre ausente al que, en su fratricida lucha, pretenden sustituir. En la segunda historia, "Daniel y Valeria", vemos a un paterfamilia abandonar mujer e hijas para irse a vivir con una preciosa y frívola modelo, paraíso banal que se convertirá en pesadilla yuppie. En la tercera parte, "El Chivo y Maru", un exguerrillero convertido en matón a sueldo pretende recuperar el amor de su hija a quien abandonó 20 años atrás. Padres ausentes, padres que se van, padres que quieren volver: medio siglo después de la Epoca de Oro, "el nuevo cine mexicano" sigue estancado en la misma temática de La Oveja Negra (Rodríguez, 1949).
Ahora bien, si en el aspecto argumental Amores Perros nunca fue muy original que digamos, su narrativa centrada en el azar y, sobre todo, su estilo visual, nos ofrece los momentos más logrados y, a la vez, excesivos de la cinta. Imágenes granuladas en exceso, contrastes violentos en sus claroscuros, turbulenta cámara en mano: la fotografía de Rodrigo Prieto se impone al fondo temático dando como resultado una mezcla de los postulados del grupo danés Dogma 95 con la artificialidad de cualquier vídeo musical de gala.
A pesar de su muy dispareja narrativa (excelente primera parte, segundo segmento flojo y una tercera sección muy fallida), Amores Perros sobrevive contra todo pronóstico y la cinta, aun con todos sus "demasiados" (demasiado larga, demasiado estilizada, demasiado dependiente de sus referencias cinefílicas), resultó ser un impresionante debut para González Iñárritu.
Cinema Golden Choice 2, sábado 8 de diciembre, 22 horas, tiempo del centro de México.

Comentarios

Christian dijo…
Esta bien Ernesto, puedes decirlo, el cine mexicano es muy azotado jejeje

No sé si sea un reflejo de nuestra idiosincracia en general o qué pero gran parte del cine mexicano es azotadísimo. Unos dramones...

En lo personal prefiero el cine nacional mas desparpajado como Matando Cabos o Temporada de Patos.
Joel Meza dijo…
Totalmente de acuerdo, tyler. Y yo diría que no nomás el cine. Desde que me acuerdo, me he encontrado por medio país, además de cine, con cuentos, novelas, ensayos, teatro y pintura con el azote como denominador común. Y como dice el común: ya chole.
Carlos Reyes dijo…
atinadisimo... mi opinion sobre Amores Perros... aunque me gusto mucho mas...

dispareja si lo es... pero la admiro muchisimo

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