Los muchos libros, las muchas películas


En su habitual ensayo mensual en Letras Libres, el maestro Gabriel Zaid escribe sobre los éxitos literarios, la escritura, la fama, el talento... En un fragmento del ensayo, Zaíd apunta lo siguiente:


"Para conservar el apetito (de leer) lo mejor es callar cuando no se tiene nada que decir y dejar de leer a los que nada tienen que decir. Se ahorra mucho tiempo, y se conserva el ánimo de explorar, leyendo o escribiendo. Evitar lo trillado, lo que está bien pero nada más, produce una especie de vacío que despeja el horizonte y como que succiona hacia lo importante. Hay un vacío ruidoso y parlanchín que no deja hablar al silencio, y hay un vacío silencioso que puede desembocar en el milagro".


Si sustituimos (o mejor, agregamos) leer por ver cine, tenemos el mejor de los consejos: deja de ver la obra de cineastas que nada tienen que decir, ahorrar tiempo, conservar ánimo, evitar lo trillado, lo que está bien y nada más. Uno, como crítico de cine, está atado a la cartelera semanal. Hay que sobrellevar el sacrificio por el apostolado que seguimos (ajá) y por el cheque que cobramos. Y cuando se puede sacale la vuelta a lo que no vale la pena, hay que hacerlo. Demasiados libros, demasiadas películas, tan poco tiempo...

Comentarios

Rackve dijo…
Tienes toda la razón demasiadas, pero luego es bonito verlas y destrozarlas.
Hammurabi dijo…
Me pregunto si eso signo de nuestros tiempos o siempre ha sido así. En alguna entrevista o texto de algún director o cinéfilo de los 60's (la verdad no me acuerdo bien de quién), hacía mención que antes el cine era un ritual colectivo en el sentido que a TODOS les tocaba ver las mismas películas, y a veces más de una vez. Es decir, no había tanta variedad y oferta de pelis como la tenemos hoy en día. Por ejemplo, el estreno de la nueva de Bergman o Kurosawa o Godard asfixiaba cualquier intención de dispersión. Todos se congregaban para verla una y otra vez. A eso se le podía llamar cinefilia.

Hoy en día pensar en eso es casi imposible. Con el DVD, los torrents en Internet y los espacios locales de difusión hay un abanico de exhibición tan amplio (y tan angosto a la vez), en especial con el cine "alternativo", de género o de otros países. Hoy en día el "cinéfilo" no es aquél que ve una y otra vez la misma película, sino el que se las ingenia para ver (o poseer) aquella "joya" perdida que apenas unos cuántos saben de su existencia.

Pasando a otra idea, habrá que hacer un agradecimiento histórico por el "filtro" que han hecho los críticos sobre la evolución de las obras cinematográficas (y literarias, y visuales, y musicales, y teatrales, y sensoriales). Sin esa revisión histórica muchas películas importantes se hubieran perdido en el olvido (aunque hay muchas otras que son deseables que caigan en dicha condición).

Por último, si pensamos que 110 años de cine es mucho para ver, de verdad que los siglos que hay sobre la literatura pesan.
William Saints dijo…
¿Y cómo saber que una obra en realidad no tiene nada que decir? Digo, sí, evidentemente hay formas de olérselas si se trata de una película de Michael Bay, de Uwe Boll, de Sariñana, etc. etc. etc.; ¿pero no es, acaso, trabajo de aquel que se jacte de ser buen crítico ver todo lo visto y lo que hay por ver?

Un caso particular: Lady in the Water, de Shyamalan. La gente vomita en su nombre, pero a mí, a la fecha, me sigue pareciendo una de las películas mas efímeramente encantadoras que he visto en los últimos años -inserte aquí un "Muchacho, te falta ver más cine"-. Después vino The Happening, y ahí si me sentí normal al vomitar junto con todos; pero, si me hubiera dejado llevar por el prejuicio o las críticas previas en aquella ocasión, me hubiera perdido una de las películas que más me ha llegado y que más he disfrutado (y cuya calidad estoy dispuesto a defender en algún debate).

No sé si he expresado bien mi punto, pero creo que, al final, el conocimiento -no así la sabiduría- cuesta, y el que aquí expone, don Diezmartínez, es uno de los precios que se debe pagar por ello...
El problema de pensar así está en el hecho de cuando uno de esos cineastas "que no tienen nada que decir" se avienta una verdadera joyita. ¿No crees?

"Hay grandes películas, no grandes directores".

:)
Rackve: Algunas veces, es cierto. La mayoría de las veces, sólo aburren.

Hammurabi: Los milenios de literatura abruman, claro. Pero los 110 años de cine también. Por eso defiendo la selectividad. Hay que ver el canon. No casarse con él, no aceptarlo ovejunamente. Pero tomarlo en cuenta. En algún lugar hay que empezar. Para decirlo de la manera más facilona posible: hay que gastar tiempo en Hitchcock o en Resnais o en Murnau... ¿En Ed Wood, en Orol, en Scary Movie IV? Vamos, esto puede esperar.

William: Sí, claro, por eso hay que ver todo lo que se pueda. Pero tampoco hay que exagerar. Me van a llover los tomatazos, supongo, pero hay película que he decidido no ver porque, por ejemplo, hay varias personas que respeto me han dicho que la cinta equis es una basura. ¿Es infalible su juicio? No, por supuesto. Pero ahora, como decía Hammurabi más arriba, no hay nada que no se pueda solucionar. Si Watchmen es la obra maestra del siglo XXI y yo no la vi en el momento del estreno en pantalla grande... Bueno, ya la veré en DVD. Y sí, tienes razón, el conocimiento cuesta. Y vieras cuánta basura he visto y tendré que ver para alimentar ese conocimiento. Lo que afirmo, de todas maneras, es que uno puede olérselas y darle el portazo a alguna cosa que parece indefendible. Tú has dado uno que otro buen ejemplo.

Paxton: Si eso sucede y, digamos, Miguel Ángel Vega hace la gran película mexicana del siglo XXI y yo me negué a verla porque sus dos anteriores películas apestan en serio, pues... Ni modo. Viviré con ese fardo en mi conciencia. O la veré en DVD cuando todo mundo me señale como hereje irredento y diré "¡Me equivoqué, me equivoqué!".
Ah, y hay grandes películas. Pero también grandes cineastas.
marichuy dijo…
"Se ahorra mucho tiempo [y se conserva el ánimo de explorar, leyendo o escribiendo.]"

Y dinero, diría yo.

Y entrando en materia de cine, aunque nada es seguro, creo que si hay cierto margen de aplicación de la conseja del maestro Zaid, claro con su respectivo margen de error.

Saludos
Ah mi estimado, ha dado usted con la pieza clave de mi religión. Jo.

Por otra parte, Borges lo dijo de otra forma: hay que leer mucho, sí, pero pocos libros. En el fondo, como bien dijo Joel un día al hacer referencia a la listitis anual sobre "lo mejor de lo mejor según lo mejor", graciosamente uno llega a la conclusión de que sólo le faltan diez o doce películas para ver lo que uno tiene que ver de cine en su vida.

Y bueno, también está esa idea sobre el Lector Inteligente planteada por Eco, que uno bien podría adaptarla a cualquier otro medio. En ese caso, convendría seleccionar de la oferta semanal, mensual, lo que sea, esos títulos que por afinidad (es de tal productor, tal guionista, tal director, sale tal actor, vamos, o de plano es de tal país), quiero ver y el resto simplemente está ahí, pero no es importante revisar. El ejercicio hace que uno vaya conociendo sus gustos, sus preferencias, hasta donde puede llegar y qué necesita en cada uno de los casos. Porque aunque parezca extraño, la verdad es que uno verdaderamente no sabe qué le gusta en la mayoría de los casos.

Eso de andar picando aquí y allá, después despotricando porque vale madre todo, porque no comprendo qué fregados le ven... Es simple y llanamente nuestro problema, no de la película, no del resto que sí se entretiene con ello. Cierto, todos podemos decir lo que queramos, libres somos para hacer eso... Sin embargo esa misma libertad nos trae a nosotros algo más en lo que rara vez pensamos: los demás no tienen la culpa de lo que pensemos, de nuestros gustos o disgustos. O tenemos algo que decir, algo que apuntar, algo que dejar en claro o sólo tenemos rabietas. Y para rabietas, el baño y el espejo.

Are you talking to me?

Jo.
Exacto, Marichuy. Además, dinero. Y otra cosa: aunque siempre hay posibilidades de error, en la medida que pasa el tiempo, el margen se va achicando. Nunca desaparece, por supuesto.

PS para William: Haces bien en defender tus pasiones. Y a todos nos hace falta ver más cine. No nomás a ti.
Duende: Exacto. Afinidades, intereses, gustos... Como lector, disto mucho de ser tan disciplinado como lo soy con el cine. Pero, claro, en el caso del cine me pagan para ver cosas que, de a grapa, ni borracho vería. ¿Cómo decide el cinéfilo -no el crítico- que ver? TIene que tener un método. Si no, va a perder tiempo, dinero, esfuerzo, paciencia...

Miren nada más lo que pasa al traer a Zaid al blog: buenos y sustanciosos comentarios. Digo, no podía ser de otra manera.
y me pongo más pesado: no hay obras maestras o grandes películas o títulos imprescindibles. Sólo hay criterios. Nos sobra arrogancia a veces, creemos tener la llave del conocimiento sólo porque recito las líneas de tal película o la filmografía completa de tal productor, porque le veo el cobre a tal película o porque he visto lo que nadie ha visto y digo que está bien y ya escupí más lejos ¿Quién me reta, eh, eh?

Bah...

Cierto, vemos muchas películas en muchos medios... Pero, chistoso ¿Cuántas veces hemos visto verdaderamente esa película que nos pareció notable? ¿De qué forma la hemos visto? ¿Qué le hemos aprendido?

Eso es lo que cuenta. Ver todo es imposible, una niñería... Ver verdaderamente una película rara vez lo hacemos.

El ejercicio se amplia: Leer un libro es bueno, pero releerlo con un lápiz y una libreta en la mano, subrayando y apuntando todo lo que ahí va saliendo. Esa sí es una experiencia.
Duende: Yo diría que el canon importa. Como una guía. Como una forma de comenzar la exploración. Dirás que cuál canon. Hay muchos, por supuesto. Pero por alguno puedes iniciar: el del American Film Institute, el de Sight and Sound, el de Paul Schrader, el de Martin Scorsese (que hace sus documentales para descubrir/proponer/crear otro canon). Ver todo es imposible. ¿Cuántas vidas se necesitarían para ver, por ejemplo, todos los filmes que se producen al año? Hay que elegir, hay que tener un criterio... Y hay que romper ese criterio de vez en cuando.
En efecto mi estimado, por eso apunto que no hay eso que llaman La Gran Obra Maestra, La Gran Película... Existen los cánones. Existen las referencias... Pero rara vez les hacemos caso o de plano los atendemos como son: sugerencias, posibilidades de exploración, parámetros de lectura. No leyes insobornables. Por favor.

Eso pasa con películas como El Ciudadano Kane. Ah, la mejor película jamás realizada dicen por ahí. Alguien la ve, la soporta, y regularmente dice ¿Qué, es todo? Nombre, no me gustó... Y ya, valió gorro todo el asunto. No se detiene a ver, por ejemplo, que está realizada en 1940-41... Que la hizo un chamaco de veintitantos años sin más estudio que saber leer y escribir... que para todos los que ahí salían era su primer película... que en aquel entonces la narrativa fragmentada, que ahora conocemos tan bien, era toda una novedad... que el uso del sonido como forma de expresión (pues el cine venía arrastrando aún su cobija de su época muda), había dado un salto fenomenal... Que esos encuadres en los que dos planos están enfocados naturalmente es imposible... Nos quedamos con: no le entendí, sí le entendí pero no le veo lo grande, las actuaciones se me hacen acartonadas... Huuuuy, está en blanco y negro. Jo...

Javier Marías, que quizá no deba hablar de cine (pero, bueno, lo hace), precisamente escribió sobre ello:

"Cenaba hace unas semanas con el director de cine Agustín Díaz Yanes y con Arturo Pérez-Reverte, y el primero nos contó que, en unos cursos que da anualmente a estudiantes de guión, se encuentra con que muchos desconocen por completo la historia del arte al que van a dedicarse, o que cada vez creen, en la práctica, que esa historia ha empezado más tarde. No es ya que no hayan visto ni oído hablar de Ciudadano Kane, La diligencia, La regla del juego o Extraños en un tren, de los años treinta y cuarenta. Es que tan sólo les suenan vagamente El padrino o Grupo salvaje, de los setenta, y las ultimísimas hornadas prescinden ya de Pulp Fiction, de los noventa, por mencionar un título que no es comparable con los citados, pero con el que las promociones inmediatamente anteriores poco menos que pensaban que se inauguraba la historia cinematográfica."

El texto completo está acá:

http://javiermarias.es/wordpressblog/index.php/2009/02/22/la-zona-fantasma-22-de-febrero-de-2008-visitar-la-prehistoria/

... Y vaya que se emparenta con lo aquí tratado.
Ah, Duende, me recuerdas mi época en la que, sádicamente, al dar un curso de historia/apreciación/lenguaje de cine ponía a los alumnos a ver, por ejemplo, algo de Dreyer. Casi se cortan las venas con un arenque para dejar de sufrir. ¿Por qué es tan importante ese Dreyer (o ese Welles)? Como diría Trino: Ash...
Pues porque se mencionan mucho. Jo. Sólo por eso ¿O hay otra razón? Son parte de un canon, son parte de una historia... Pero de ahí a que debamos verlas porque se deban ver... Nombre, ni que viviera en ese mundo planteado por Orwell. Ahora bien, si ya lo hice... Pues antes de decir: joder, que no veo que le ven... Hay que ponerse las pilas.

Vos sabe que mi debilidad más que Welles o Dreyer es Gilliam y Melville ¿La razón? Le debo mi gusto (y disgusto) al cine a ellos... Razón suficiente para todo lo que huela, sepa, se vea o suene a esos dos cineastas sea digerido por moi de forma serena...

Igual vos ponía (nos ponía, joder... Que aún recuerdo la "experiencia" de que alguien me babeara con La Pasión de Juana de Arco) esos títulos: porque le gustaban entonces... Le parecían notables. Quizá no ahora, no como antes.

Evolucionamos. No nos casamos con nuestro propio canon. Afortunadamente. Para todo hay tiempo, para todo hay momento.

Y ya dejo de escribir, que en verdad me puse pesado y aún falta que Joel opine... pero para darle continuidad a esto:

THE DARK KNIGHT.
Duende: Hay que ponerse las pilas. O, como acostumbro decir, hay que hacer la tarea.
William Saints dijo…
Lo que el Duende menciona sobre querer imponer el canon y tachar de anormal a todo aquel que no comulgue con él es algo que he venido combatiendo casi con la misma pasión que Tristan Tzara.

Mi principal argumento es que todas esas películas solo gustarán a alguien si lo envías directo al año en el que nació, al año en que fue concebida y revolucionó el mundo. E, incluso, me aventuraría a afirmar que, para el neófito, solo podrán ser apreciadas completamente de esa forma.

¿Qué tiene que decir al día de hoy, por ejemplo, la aburridísima Citizen Kane? Como algunos dijeron aquí -y como tooodo el mundo dice- fue en su momento una revolución en cuanto al lenguaje cinematográfico y una de esas películas que debes de ver por regla universal si no eres un ignorante y bla bla bla.

Pero, en serio, ¿qué tiene que decir Citizen Kane al día de hoy cuando su gran aporte ha sido perfeccionado por otros cabrones que, además de trabajar y evolucionar los aportes de Welles, hicieron películas que sí le daban al cinéfilo un buen espectáculo y una buena pieza de arte?

El análisis histórico lo entiendo. Entiendo que se le tiene que dar su valor y que si a mi me gustó Blade Runner o The Dark Knight (ejem), le debo dar las gracias y agradecer el mérito. Pero, después de eso, creo que es suficiente. Ni es el santo grial ni la fuente de la eterna juventud ni el guantalete del destino; es una película precursora que hizo su aporte a la historia y a la ciencia del cine. Y ya.
William: Dices sobre Kane que "es una película precursora que hizo su aporte a la historia y a la ciencia del cine. Y ya.". Y ya. Es más que suficiente. No hay muchas películas que puedes decir lo mismo de ellas. En cuanto a que es aburridísima... Bueno, eso es un juicio personal que no comparto. Kane me parece apasionante y divertida. Vamos, hay momentos hilarantes. Crueles, sin duda, pero hilarantes.
William Saints dijo…
Sí, de hecho sé perfectamente que lo de "aburrida" es una valoración 100% personal. Un mero comentario personal, je.
Ya no digamos Miguel Ángel Vega, Ernesto. Yo me refería a gente como Ron Howard, mediocre irredento, que de repente, por lo que he leído de sus comentarios, ha hecho una cinta excepcional como Frost/Nixon. ¿Hubieras podido vivir con ello si te la hubieras saltado?
Paxton: Sí, entiendo el ejemplo. A lo que voy es que ahora es más fácil saltarse las cintas en el cine porque sabes que luego las podrás ver en DVD. El margen de error es pequeño.
Y, por cierto, Howard es un artesano que tiende a la medianía(para no decir mediocridad) pero su Cinderella Man no fue realmente tan mala. Vi la trama melodramática todo el tiempo, pero no me molestó caer en ella.
Daesu dijo…
A mí el cine me parece, de inicio, cuando tienes tres o cuatro años, un vehíuculo inmejorable para acceder a los territorios de la imaginación creadora. No concibo gente que no le guste el cine o que nunca haya visitado el sagrado lugar. Sí me parece escalofriante la cantidad de cine que se produce, exhibe, difunde hoy en día. Creo que es una necesidad del mercado y de la industria más que del cinéfilo. Más lamentable me parece el grado mercachife en el que caen las distribuidoras cuando lanzan una y otra y otra versión de un mismo filme. Conozco gente que todas y cada una de ellas las compran. Ignoro si las ven y francamente no me interesa. Las célebres ediciones especiales con explicaciones farragosas sobre el proceso de filmación igualmente siento que rompe con ese ámbito donde el cinéfilo está sólo con sus armas frente a una cinta a desentrañar (para qué quiero que me expliquen como se partió el mar en Los diez mandamientos si ese fue uno de los momentos mágicos de mi experiencia como aficionado al septimo arte?). Otra plaga insoportable son los culteros, que de manera docta te dan cátedra sobre las técnicas cinematográficas, mientras buscan mugres cintas hechas con dos pesos en algún garage italiano. Un saludo.
Joel Meza dijo…
Justo pensé en Ron Howard y Frost/Nixon con el primer comentario de Paxton.

Duende, lo dije pero lo triste es que sigo sin ver esas 10, 12 películas que me faltan para ver todo el cine que se ha hecho. Como sé que están ahí, esperando en alguna videoteca, cosas como "'i'iñor" van tomando precedencia y uno las toma con un desenfado propio de la inmortalidad que nos aqueja a todos en la adolescencia. México es eliminado en el mundial de beis y esta mañana veo mi pelo gris en el espejo y pienso: "menos mal que sólo me faltan esas 10, 12..." ¡Ajúa!

Saints (y Duende), cada vez que me voy a enfrentar a una de esas 10, 12 que me faltan, sigo teniendo el mismo nerviosismo de si le veré lo que hay que verle... si "soy digno", pues y para acabar pronto. Afortunadamente todavía no he dicho "¿fue todo?" Así que, entre naufragios como esos "i'iñor"es y "gentlemen of the night", sé que siempre hay las buenas a dónde dirigir la balsa.

Ernesto, "¡Me equivoqué, me equivoqué!". Yo quiero ver esa serie.
Jossy Meza dijo…
Ver cine, como leer, escuchar música, comer y beber; es una cuestión de educación.

Saludos.
Josafat M. dijo…
I'm often asked by younger filmmakers, "why do I need to look at old movies?" I've made a number of pictures in the past 20 years. And the response I find that I have to give tem is that I still consider myself a student, the more pictures I made in the past 20 years, the more I realized I really don't know. And I'm always looking for something or someone that I could learn from I tell young students to do it like painters used to do: study the old masters, enrich your palette, expand the canvas, there's always so much more to learn.

Eso es lo que dice Scorsese en el documental que ando viendo.
Poeta: ¿Cuántas versiones de Blade Runner hay? Cuatro o cinco... Entiendo que pueda verse la que tiene voz en off y la que no, pero luego salieron otras más. Una de ellas se acaba de presentar en Venecia, el año pasado, o hace dos años. Y en cuanto a cine de culto.. Bueno, cada quien sus pasiones. Pero, sí, te acompaño en tu exasperación hacia ese cine que mencionas. Yo tengo la teoría que hay películas cuyo precio de produccción es menor a lo que cuesta el DVD Región 1 (con extras) que se vende en amazon.

Jossy: De auto-educación, en efecto.

Joel: No es mala idea la sección. Cuando encuentre algo que valga la pena, la inicio.
Joel Meza dijo…
Y creo que todos hemos estado refiriéndonos a los clásicos hechos antes de que naciéramos (como dice Saints, para ser más específicos), pero hay que reconocer las bendiciones ocasionales donde uno acude al cine y se encuentra con una película que nos trae un gran disfrute y que eventualmente tendrá ese status de grandeza para las siguientes generaciones y poder recordar: esa la ví en el Latino, o en el Venecia, o en los Gemelos, o en el Reforma, o en el Cinema 70... uf, una vez que mi papá me cachó viendo -otra vez- 2001, hace unos veinte años, me dijo "esa la ví en el Variedades en Mexicali... lo único que me acuerdo es que había muchas luces de colores..." Cada quién su experiencia con esos clásicos nacientes.

Recuerdo cuando se acabó Fargo y se prendieron las luces, al borde de la euforia buscaba las caras de los otros tres o cinco asistentes a la sala de unos cines Gemelos; puros desconocidos pero no pude evitar compartirle a la pareja más cercana "qué gran película", me vieron algo extrañados (seguramente apretaron bolsa y cartera) y apenas asintieron.
Y bueno, ya que hablan de Blade Runner, casi casi lo mismo y regresar al día siguiente a repetir la experiencia de haber presenciado el estreno de una nueva joya.

Aunque ahora los modelos de distribución a exhibidores nacionales hacen cada vez más escasos esos "descubrimientos" personales (que no lo son, claro, porque casi cualquier película que llega a México desde hace décadas viene precedida con al menos un poquito de publicidad o alguna nota periodística -en el caso de Blade Runner, por ejemplo, había leído una nota en una "Impacto" de ese año- pero a veces a uno le da por sentirse gambusino).
El cine se está enlatando. En eso, vaya, ese espectáculo de masas se está pareciendo más y más a la experiencia de leer un libro (la mayor experiencia que uno hace solo, aunque sé que para muchos será otra cosa... Pero ya tengo treinta años... y leer sigue siendo lo más divertido que puedo hacer solo, lo siento), o escuchar música (que nunca he comprendido cómo se puede escuchar música con dos o tres personas a la vez... Apenas en un concierto o una plaza, porque en casa, con un stereo, no saldrá el emoticon que se pondrá a rememorar: ah, esa canción me recuerda a... y hasta ahí llegó la música, vengas los recuerdos y la risa y el desmadre, pues.

Como bien dices Joel, vamos a ver Fargo(s), Quémese después de quemar y demás y habrá seis, siete... Vamos a ver Alvin y las Ardillas, Madagascar (leamos el artículo de nuevo... "Evitar lo trillado, lo que está bien pero nada más"), Dark Knights whatever, Hombres relojes de pulsera u Hombres Planchas... Y nombre, además de estar hasta la última platea (sí, sé que no hay ya, pero déjenme soñar), y al final todos son sabios.

Jo.

Cada día quiero más y más a mi DVD.
Joel Meza dijo…
Duende, me recordaste un cuento que leí a fines de los 70s, principios de los 80s (en un libro que se llama Los Ojos del Cíclope, según una búsqueda rápida, de Alfredo Cardona Peña), acerca del cine del futuro, donde cada espectador en la sala de cine recibe la "proyección" del cácaro directo en su cerebro, escogiendo de la cartelera disponible. Así, mientras los críos se entretienen con caricaturas de animalitos cantarines, el papá, en la butaca contigua, suda frío ante las turgencias que una chamacona ofrece en "la pantalla" de su mente.
Joder, el destino nos ha alcanzado...
Duende: Yo también. Digo, yo también quiero mi DVD, mi estudio, mi televisión, mis screeners esperando turno... Voy al cine -de hecho, en Guadalajara, me voy a echar entre cuatro y cinco largometrajes diarios- pero esta actividades es cada vez más espaciada. Prefiero la tranquilidad del estudio, el tomar notas, el poder repetir una escena... Es otra forma de ver cine, sin duda. Me sigue gustando la otra. Pero esta, la de la experiencia "libresca" de ver cine -siguiendo con tu metáfora- es cada vez más gratificante. Además, cuando uno se dedica a esto de manera profesional, la verdad es que uno termina viendo cine más en casa que en el cine.

Joel: Soylent Green is made of people!!!!!!!!!!!!
Mmm... Me ganó, mi estimado... Pero lo secundo, qué más: Soylent Green is Made of People!
Joel Meza dijo…
(Y además puedes ver películas en chones. O bichi.)
Joel Meza dijo…
Ernesto, en la rockola que pusiste tienes una rola de Jethro Tull (Crossed Eyed Mary). ¿Se usó en alguna película?
Joel: Esta rockola no está formada exclusivamente por música que ha sido tocada en el cine. Es mucho más arbitraria, en realidad. Puro gusto personal. Pero esa canción sí se escucha en una película de Lars von Trier. Es una de las "cortinas musicales" en Breaking the Waves. De hecho, toda la música que se toca en la película es estupenda. E incluye a Elton John, que conste.
Joel Meza dijo…
Ah, pos con razón no me acordaba. Me la pasé chillando con Breaking the Waves.
Joel Meza dijo…
Acabo de ver en el periódico que en el festival de Guadalajara va a ser el estreno mundial de El Juego Perfecto, la de los morritos que ganaron el mundial de beis en el '57. Se me hace que sí vas a ver a Eva Longoria y Paty Manterola, después de todo...
Por cierto, ¿cómo se llama la película mexicana que se trata de lo mismo? Alguna vez ví un pedazo en la tele; me acuerdo que el narrador recuerda, al cruzar el puente al otro lado, que su mamá le aconsejó "no se mojen los pies" o algo así y el narrador dice sobre la imagen de los niños asomándose por las ventanas del camión para ver el Río Bravo, "y no nos mojamos los pies..." O algo así. Me gustaría verla completa nates del estreno de la nueva (que por cierto, estuvieron anunciando desde el verano pasado antes de las funciones de WALL*E pero luego ya no se supo nada, hasta ahora.)
Joel Meza dijo…
Ah, ya la hallé: Los Pequeños Gigantes, de Hugo Butler. ¡Actúa el verdadero Angel Macías!
Joel: Híjole, no me acuerdo. Deja checo mis archivos. Y también se va a presentar The Burning Plan, de Arriaga. A ver si voy a verla porque de seguro no se va a presentar en Centro Magno sino en el Auditorio Telmex o en alguna otra sede. Y, la verdad, prefiero quedarme en un solo sitio para aprovechar el tiempo.
Joel Meza dijo…
¿The Burning Plain = El Llano en Llamas, versión Arriaga? Ay, esos autores...
"Cross-eyed Mary goes jumping in again.
She signs no contract
but she always plays the game..."

¿No que no le gustaba el rock mi estimado? Si le gusta sólo esta canción de Jethro Tull, no necesita más.
Joel Meza dijo…
Bueno, también esa que dice:
"Nice girl, but a bad girl's better..."
Duende: Mis gustos musicales son francamente desordenados. Me gustan canciones, cantantes, pero no géneros. Tal vez el blues... Pero no soy un auténtico conocedor. Creo que el eclectismo (bonita palabra para no decir desorden) de esa rockola lo dice todo...

Joel: Es The Burning Plan... Y ya vi que no se va a exhibir en Centro Magno, en donde voy a estar todo el día todos los días. Lo más probable es que me la salte. Ya veré.
Joel Meza dijo…
Ah, en ese caso:
¿The Burning Plan = La Reforma Energética?
Es cierto, tienes razón, es de The Burning Plain: El Llano en Llamas. Chale.
Jo. Arriaga. Ya la ví... Nembutal marca de la casa, con narración quesque fragmentada, personajes que se la llevan enconchados viendo lejos (bichis ¡A hueso!), todos con issues gigantes (matar a su madre, dejar a su hija abandonada, que le guste el sexo empedernido, que se cambie el nombre y se dizque enamore pero comprenda que eso del amor no'más no y se corte el pelo).

Supongo que el gran autor de cine mexicano encontrará su nicho de alabanzas de forma fácil: encuera a la Theron, pone lacrimógena a la Bassinger (Two Academy Award winners!!!), se hace nudo, se emboruca de forma gratuita, dura más de la cuenta y... Jo... Tiene algo así como un final feliz.

Le darán estrellitas, asteriscos y demás de más.

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