Backyard: El Traspatio


Es una pena lo que ha pasado con Backyard: El Traspatio (México, 2009), el más reciente largometraje del joven veterano Carlos Carrera (La Mujer de Benjamín/1991, Sin Remitente/1995, El Crimen del Padre Amaro/2002). Aunque la película presume no pocos méritos –una historia interesante, una dirección fluida, un reparto competente- y con todo y su inusual lanzamiento en 328 pantallas, la realidad es que, al momento de escribir estas líneas y después de dos semanas de exhibición nacional, la cinta se encuentra en el lugar once de la taquilla mexicana. Al parecer, las muertas de Juárez no es un tema suficientemente llamativo para el cinéfilo mexicano promedio.
Es una pena, insisto, porque Backyard es una buena pieza de género: un sólido thriller político/policial construido sobre un guión desesperanzado/desesperanzador escrito por Sabina Berman. Estamos en Juárez, a mediados de los años 90, cuando cientos de mujeres asesinadas aparecen por todas partes y las teorías van y vienen: hay uno o varios serial-killers sueltos, los crímenes se deben a un red de tráfico de órganos, son los subproductos de una banda que realiza películas snuff, son el resultado de perversos ritos satánicos…
La ruda policía judicial Blanca Bravo (Ana de la Reguera, cumplidora) es enviada desde la capital del estado a tratar de poner orden en el caos: el asunto, por supuesto, resultará imposible. Si México no es, en su totalidad, un Estado fallido, por lo menos eso parece en la Ciudad Juárez retratada por Carrera –y en la Ciudad Juárez de la realidad contemporánea- y, por eso mismo, al final, no quedará otra salida más que optar por la frustración convertida en venganza, por la ejecución disfrazada de relampagueante juicio y condena expedita. La solución de Tropa de Élite (Padilha, 2008). La solución de Batman, el Caballero de la Noche (Nolan, 2008). Y luego del desahogo, la huída, pues de todas formas el país no tiene remedio.
Backyard nos muestra las diferentes explicaciones sobre los imparables feminicidios de Ciudad Juárez a través de una trama que va enlazando varias historias: la captura de un violento ciudadano egipcio (Sayed Badreya) que es acusado de cometer e instigar varios de los asesinatos; la de un prominente empresario fronterizo (Jimmy Smits) que cruza de El Paso a Ciudad Juárez a secuestrar y matar muchachitas a discreción, protegido por la propia policía juarense; y la de una indígena chiapaneca, Juanita (Ázur Zagada, inolvidable en la teleserie Capadocia, inolvidable también aquí), quien llega a trabajar a la maquila para terminar siendo ultimada por un patético macho cariñoso (Iván Cortés) transformado en brutal asesino por mero despecho viril. De alguna manera, estas tres líneas narrativas –todas ellas seguidas por la sabuesa Blanca Bravo- resumen las causas de las muertes, que pueden terminar en una sola: si en la tierra de machos bravíos, la vida no vale nada, la vida de las mujeres vale aun menos que nada.
Carrera dirige con su acostumbrada fluidez, bien apoyado ahora por el gran documentalista mexicano Everardo González (La Canción del Pulque/2003, Los Ladrones Viejos/2008) que, fungiendo como una suerte de director de la segunda unidad, logra algunas tomas notables en el verdadero Ciudad Juárez: el de las maquilas y el "progreso", el de los cholos y los barrios, el del horrible centro histórico, el de la línea fronteriza, el de sus antros y cantinas… Estas imágenes aparecen en los créditos finales de la cinta al lado de los números crecientes de feminicidos en Chihuahua, el Estado de México, Chiapas, Veracruz, Tabasco y, también, en otros países. Las cifras espantan pero, como bien señaló José Felipe Coria en El Financiero (lunes 2 de marzo de 2008), esta denuncia, por más cierta que pueda resultar, provoca que la propia película pierda contundencia: si en todas partes matan mujeres, ¿por qué es tan especial lo que sucede en Juárez?
De alguna forma, ese epílogo termina saboteando la feroz denuncia política bien construida en el guión de Berman a través del retrato del gobernador panista, mocho y broncote (Don Francisco Barrio, por supuesto, aunque nunca aparezca su nombre), que puede pegar gritos destemplados a sus subalternos pero luego doblará la cerviz ante los poderosos dueños de las maquilas. Son ellos, al final de cuentas, los que realmente importan, mientras que los ciudadanos que salen a la calle a protestar siempre serán una minoría alborotadora, a la que habrá que despreciar, con la mano en la cintura, desde el balcón de Palacio de Gobierno. "Después de todo, la mayoría silenciosa es la que nos debe interesar", dice pragmáticamente el Señor Gobernador. Y a esa mayoría no le interesan las muertas de Juárez. Está muy tranquila, viendo el fut y las telenovelas.

Comentarios

Joel Meza dijo…
Ah, maldición, acá ya la quitaron y no pude ir a verla. Maldición maldición maldición. ¿Sabes si se estreno pronto al otro lado, Ernesto? Espero que sí para no tener que esperar al DVD.
No sé, la verdad. Ojalá que así sea. En una de esas, con la taquilla gringa -pocha, pues- recuperan algo. El DVD de seguro aparece en verano, a más tardar.
William Saints dijo…
Sobre la cuestión que plantea, señor ("Al parecer, las muertas de Juárez no es un tema suficientemente llamativo para el cinéfilo mexicano promedio."), por mi parte, un gran NI MADRES. Y no por insensible, sino porque es un tema que ha estado mangoneado previamente de forma tan catastrófica -supongo que doña J. Lo tiene algo que decir- que no me interesa. Sin embargo, con esta crítica tan alabadora (que no es la primera que leo así) ya se me antojó.

Por cierto, ¿para cuando la reseña/crítica de Watchmen? La ví ayer y la ando procesando aún (e intentando separar el visionado como adaptación de un cómic y la otra como una obra independiente). Espero no haya leido al comic, para que así se enfoque más a la película como obra independiente.
William: En el terreno del documental, también el tema ha sido tratado de forma serial, como en Señorita Extraviada que, incluso, ha pasado por HBO.

En cuanto a Watchmen... Caray, creo que voy a pasar de ella. Pero estoy seguro que muchos de los lectores que llegan por aquí la han visto y estarán dispuestos a escribir sobre ella.
Fe de erratas: seria, no serial...
Joel Meza dijo…
Yo creo que también voy a dejar Wathcmen para cuando tenga tres horas sin usar. Los críticos gringos en general la están tratando muy bien, pero lo mejor que parece que pueden decir es que va por el lado de The Gentleman of the night mezclado con 300. Y como ni la una ni la otra para mí...
Pues acabo de dar un vistazo al metacritic y de los cinecríticos que respeto, sólo hay un par que tratan bien la película. Edelstein, Hoberman y Scott, Lane, han vomitado en mayor o menor intensidad en ella. Caray: si durara hora y media podría buscar el tiempo. Pero casi tres horas...
Personalmente, estoy hasta la madre de que la gente pensante equipare a "el fut" con las telenovelas.
Aunque haces bien en darle el pasón a esa cosa de Watchmen. Lo que son las cosas, el 2007 y el 2008 me vacunaron contra esas "películas" "evento".
Anónimo dijo…
Ernesto, por mi parte realmente no pensaba ver esta película de Backyard, pero con tu reseña ya se me antojo bastante. Si no la alzanzo en el cine si la voy a tener pendiente para cuando salga el dvd.

En cuanto al tema en sí, fíjate que yo tengo viviendo aquí en Juárez desde hace 7 años, y aunque no soy de aquí ya me siento juarense. Con todos sus problemas es una ciudad que tiene su manera de ser noble.

El problema es que muchos (y muchas) juarenses sentimos que la ciudad ha sido demasiado estigmatizada por este problema. Es muy dificil hablar de esto sin parecer insensible; Ciertamente no pienso yo que cientos de mujeres asesinadas sea un problema menor. Es muy grave. ¿Pero debería ser Juarez quien se lleve la atención por un problema que es en realidad nacional?

No tengo los datos exactos, pero entre 1993 y 2003, que fue cuando el problema cobró notoriedad, fueron asesinadas entre 300 y 400 mujeres en total aquí en Juárez. Eso incluye todos los tipos de asesinatos, no sólo los de tipo sexual. De este último tipo fueron entre 100 y 150. Así que hablamos de entre 30 y 40 asesinatos de mujeres al año. Repito que es grave, pero ¿como se compara con otras ciudades de México, o de E.U. incluso?

Yo sé que no es políticamente correcto hablar de esta posición. Pero yo creo que es igualmente válido discutirlo.

Un saludo a todos.
Paxton: Jajajaja... Podría haber escrito el beis. Pero en México, el fut -y no el beis- es una suerte de religión nacional enajenante. Además, cito lo que dice el gobernador en una escena clave... Aunque, para ser franco, no recuerdo si habla del fut... A lo mejor ni lo menciona y aquí me traiciona mi prejuicio antifutbolero.
En cuanto a Watchmen... Si alguien ya la vio y quiere escribir una reseña, puedo hospedar, de manera extraordinaria, a algún invitado.

Miguel: Bienvenido a los comentarios. Creo que la información que se coloca en el desenlace de la cinta, sobre la cantidad de muertes violentas de mujeres en Juárez y en otras ciudades -de México y del mundo- ayuda a poner el caso de Juárez en perspectiva. Pero, como lo menciono, eso también diluye la denuncia: si matan tantas mujeres en Juárez como en otras partes, ¿qué hace tan especial lo que sucede en el antiguo Paso del Norte?
Por lo demás, entiendo tu preocupación: Juárez debe ser más que los feminicidios. Pero también es los feminicidios. Y mejor que se hagan cintas visibles como ésta que aquella basura con JLo y Banderas.
Anónimo dijo…
Basta con ver las primeras planas de periódicos como reforma.com y eluniversal.com.mx o prender cualquier noticiero de tele en estos momentos para darse cuenta del nivel que tiene en los medios el futbol en México, por encima de asuntos verdaderamente importantes y críticos para el país.
No es contra el futbol (supongo, al menos así es en mi caso; es un deporte que no me interesa en lo más mínimo), sino contra la importancia artificial que se le da.
(¿Cómo le fue en taquilla a Rudo y Cursi y cómo le está yendo a El Traspatio?)
Joel: Revisando los números, Rudo y Cursi lleva once semanas exhibiéndose y más de 8 millones de taquilla. En dos semanas, Backyard apenas si pasa del medio millón. Aunque, claro, supongo que la taquilla de Rudo y Cursi se debe no sólo al fut sino a Diego y Gael.
Sobre el asunto de las muertas... Coincido con Miguel y discrepo rotundamente con la clase intelectual mexicana que le ha dado por argumentar que sólo Ciudad Juárez merece ser tomada en cuenta por asesinatos de mujeres. Hasta donde recuerdo, el que llevaba el record era el Estado de México y nadie se pone ni a hacer una solemne nota informativa de 5 minutos al respecto. Así que, qué pretenden lograr volviendo a Ciudad Juárez la capital de las muertes femeninas.

En todos lados sucede. El problema no es regionalista, es hasta Mundial. Pero seguimos, ni modo, rascándonos el ombligo y señalando lejos. Porque "allá" está el problema, "allá".

No he visto la película. Sí la quiero ver. No ha llegado. Pero de entrada, eso de volver (y vuelvo sobre lo mesmo) a Cd. Juárez el epicentro del caos, nomás nanais...

Y yo me aventé Güatchmen. Ya escribí sobre ella. Jo. Le doy un chtulhu de plastilina realizado por mis manos al que me diga de memoria, en qué escena de la película se menciona la profesión (y de pasada el apellido) del Búho ese. Jo. Así de buena está la película.
Vamos mejor con
Duende: De hecho, en el final, los números que aparecen señalan lo que dices: en el Estado de México hay más muertes violentas de mujeres que en Ciudad Juárez. La ciudad se volvió emblemática de la violencia contra las mujeres aunque dista de ser la excepción. Por desgracia, parece ser la regla de un país incapaz de ofrecer seguridad a sus ciudadanos, que es lo único que debe hacer un Estado para ser llamado así.
En cuanto a Watchmen... Paso a leerte.
En efecto mi estimado, Ciuda' Juárez como capital de la muerte femenina es hasta eso, algo folclórica. El desierto, la nada, el fin del mundo, el inicio del caos, la posibilidad del mito: que si son locos gringos, que si son millonetas pervertidos, que si son aliens, que si son gusanos que viven bajo la tierra... En resumen: la autoridad está atada de manos, ve lejos, arrastra los pies, escupe en el lodo y dice... Por qué le podemos hacer, pues.

En el Estado de México adiós el mito, supongo. Allá es por esto, por aquello... Cosas concretas: celos, rencores, abuso doméstico. No hay desierto, no hay poesía, está cerca del DF... Y el DF es cosmopolita, además que Peña Nieto lo vería muy, pero muy mal a la hora de querer lanzarse como Presidente de la República.

Los Jaguares y demás prole jamás hará un concierto en el Estado de México gritando a los cuatro vientos: ya basta de tanto femenicidio (ese término, joder: ¿Y qué diferencia hay en homicidio? Hasta en eso hemos vuelto exótico tan lamentable caso), pues claro, retumbaría en el DF. Menos los que a diario escriben sus columnotas en periódicos, qué esperanzas que se dejen de señalar allá en el norte, lejos, en la frontera, para decir: aquí a unas cuadras...

Bueno, basta de reniegos que no sirven nada. El caso es que el asunto sucede, que se da, que se señala y que no se hace nada.

Eso me recuerda algo. Hace años salió esa mugre con la J.Lo y el Zorro... Bordertown o como se llame... ¿Quién fregados mataba a las mujeres y por qué? Digo, no entendí eso. De pronto aquello se volvió un ya basta de maquilas, puesto que terminaba señalando que se estaban abriendo por doquier, y ahora, con la crisis, pues se le está cumpliendo el llamado, y anda llorando miles que se quedaron sin trabajo y no saben qué hacer... ¿O cómo iba el asunto? La verdad no entendí.
Verdades que Matan, con JLo y Banderas. De risa loca la trama. Y malhechota. Errores de continuidad. Y el gran trasero de JLo en primer plano. Vi la película. Incluso la reseñé. Pero, por fortuna, la he olvidado. Si mal no recuerdo, se trata de que atrás de las maquilas, hay empresarios que secuestran muchachas para hacer ritos satánicos o sexuales o perversos o quien-sabe-de-qué-modo... A lo mejor las convertían en escocesas, con faldas, barbas y gaitas, como en un viejo capítulo de Monty Python.
Si cantaban The Lumberjack Song no hay problema...
Aunque sé que es mero golpeteo político, ahí está pues, para que me calle:

http://www.eluniversal.com.mx/notas/582039.html

Jo.
Ah, sí, claro, porque Jimmy Neutrón es presidenciable, por eso ahora se fijan los panistas en las muertas del Estado de México. Si no es Presidente, se van a olvidar de ellas. Y si lo es, con mayor razón.
Nomás quiero aclarar que el término feminicidio si está bien empleado, ya que se tratan de homicidios ha mujeres por ser mujeres.
¿Y al hombre por ser hombre cómo se le llama? Sí se da... ¿Y a los homosexuales por ser homosexuales? También se da... ¿No tenemos término para esos dos? Exotismo lingüístico a fin de cuentas.
Joel Meza dijo…
Entonces mi maldito vecino de la infancia cometía gaticidios, porque mataba gatos por ser gatos.
("¡Careconejo, careconejo!")
Christian dijo…
La verdad no ví la película, pero a lo mejor y repito, solo a lo mejor, el fracaso de esta cinta también tiene que ver con el artículo que mandó el otro día Paxton.

Aquel del NY Times donde explicaba un poco porque había tanto auge actualmente en el cine de los EU, siendo que venían de años pésimos en taquilla

A lo mejor la gente en México tampoco quiere ver historias demasiado violentas o "densas", digo basta prenderle a la tele para enterarse de muertos por aqui y por alla y para colmo una crisis tremenda, por eso a lo mejor la gente quiere ir al cine a escaparse un rato... unas dos horas cuando menos.

Repito, "lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros"

Pero bueno, podría estar equivocado.

Saludos

Ps, Ernesto, habrá reseña de 'Déjame Entrar' próximamente?
Tyler: Sí, algo puede haber de ello. Y en cuanto a la pregunta: sí, espero que sí.
Anónimo dijo…
Muy buena película y que pena que el tema aleje a los mexicanos del cine cuando debería ser lo contrario. Yo la recomendé a varios y todos me dijeron que que gueva. Quizá si le hubieran dado los protagonicos a morgan freeman o ashley judd.
Y la pregunta no es porque el énfasis en ciudad juarez sino porque las muertas del edo. de mexico no reciben tanta publicidad. Dos cosas distintas, una resalta el hecho de que hay mas lugares de feminicidios, la otra pretende anular el primero como lo han usado nuestros politicos.
Leo
Joel Meza dijo…
(Imagínate que te agarre una judicial como Ana de la Reguera y te saque los tehuacanes y la maquinita pa' los toques... yo sí pago el cuarto.)
Jo... ¿Y pa' un privado de esos, Joel, sólo es necesario delinquir así, suavecito, o hay que matar algo?
Joel Meza dijo…
Chance y califiques con cometer un perricidio con el carro, en alguna ciudá fronteriza del desierto...
Yo no la ví por el mugroso FICCO.
Por cierto, acá una nota:

http://www.eluniversal.com.mx/notas/583770.html

Vuelvo sobre el mismo tema, sólo porque me parece que precisamente esa visión distorsionada de todo lo que nos ocurre, es lo que acaba empañando sobremanera la percepción de las cosas.

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