Todo el dinero del mundo
Todo el dinero del mundo (All the money in the world, EU, 2017),
vigésimo-quinto largometraje del otrora gran cineasta y últimamente
disparejísimo director Ridley Scott, será recordado, muy probablemente, por el súbito
remplazo de Kevin Spacey por Christopher Plummer a unas semanas del estreno del
filme,
Como ya sabemos, debido a las acusaciones de acoso
sexual en contra de Spacey, la cinta se volvió tan tóxica que, pensando en los
previsibles ataques al filme de parte de la progresía más puritana –curioso oxímoron
si los hay-, el director y productor Scott decidió volver a filmar todas las
escenas en las que aparecía Spacey, sustituyéndolo por Christopher Plummer.
Tomando en cuenta que el reshooting
tomó solamente nueve días, hay que decir que todos los involucrados –Plummer y
los actores que compartieron escenas con él- hicieron un trabajo muy
profesional. No se notan las costuras por ningún lado.
Según
he leído, Scott decidió no mostrarle a Plummer ninguna de las escenas interpretadas
por Kevin Spacey, de tal forma de que él, Plummer, decidiera el mejor modo de
abordar a su personaje. Al final de cuentas, el propio Scott ha declarado que
las actuaciones de Spacey y Plummer son muy diferentes pero que, sin embargo,
las dos funcionan muy bien, cada una a su manera.
A
estas alturas de esta reseña, usted se dará cuenta que he caído en uno de los peores
pecados de la crítica de cine: hablar de cualquier cosa –en este caso, del
accidentado rodaje de la cinta- menos de la película. Pero es un pecado que he
caído con toda la intención del mundo. Y es que el más reciente largometraje de
Scott es más interesante por lo que sucedió detrás de las cámaras que por lo
que vemos en pantalla.
Basada
en la verdadera historia del secuestro del adolescente John Paul Getty III
(Charlie Plummer, nada que ver con Christopher) en la Italia de 1973, la cinta
está centrada en realidad en la personalidad de su abuelo, el hombre más rico
del mundo y de la historia del mundo, John Paul Getty (Plummer el viejo), quien
se niega terminantemente a pagar los 17 millones del rescate (“tengo 14 nietos,
si pago el rescate, tendré 14 nietos secuestrados”), por lo que la madre del
muchacho, Abigail (Michelle Williams, bienvenida), y el encargado de seguridad
de Getty, el exespía de la CIA Fletecher Chase (Mark Wahlberg, medio perdido),
se encargan de negociar con los primeros secuestradores y, después, cuando el muchacho
cambia de manos, con el segundo grupo de malandrines.
A
saber qué quiso hacer Scott con esta historia, pero Todo el dinero del mundo no funciona como thriller policial –solo hay
una escena genuinamente emocionante-, menos como thriller procedimental –sabemos
poco de los malandrines, de la policía, del trabajo de Chase y hasta de la
convulsa Italia de los años 70- y, solo a ratos, como estudio de la
personalidad del anciano avaro Getty, una suerte de Charles Forster Kane de la
vida real, que no tiene una verdadera familia, no tiene amigos en quien confiar
y cuyo Rosebud es cierto cuadro que ni siquiera puede mostrar públicamente,
pues lo adquirió muy probablemente robado.
La
película está impecablemente producida, por supuesto, y Plummer logra un
retrato interesante del viejo Getty –acaso por su edad avanzada, se ve a ratos como
un detestable pero frágil monstruo-, pero hay muy poco más que agregar. Una cinta fastidiosa
que, muy probablemente, terminará convertida en un anecdótico pie de página de
los tiempos culturales que estamos viviendo.
Comentarios
Espero que salga después del corte de Snyder de la Liga de la Justiciajajajajajajajajajaj