Jerusalén 2015/VII y última



Este jueves por la tarde -viernes por la mañana-  terminó el 32 Festival de Cine de Jerusalén 2015 al que fui invitado por el Jerusalem Press Club al lado de una veintena de colegas de buena parte del mundo. El Festival de Jerusalén es una de las mejores experiencias festivaleras fuera de México que he tenido en mi carrera, no solo por la ciudad en sí misma –sea uno un devoto religioso o no, Jerusalén se impone en su majestad histórica-, sino porque el festival tiene una programación más que notable.
Como se trata de una suerte de festival de festivales conformado por filmes ganadores en Venecia, Berlín, Cannes, San Sebastián, Sundance y otros sitios, la calidad del repertorio internacional está garantizado. Además, habría que sumarle a estos filmes ya premiados los programados en la sección “Spirit of Freedom”, acaso la sección mejor curada de Jerusalén 2015, conformada por cintas con temas relacionados con la libertad. Algunas de las mejores películas de Jerusalén 2015, de hecho, las vi en esta sección: Wir sind Jung. Wir sind stark. (Qurbani, 2014), La Corte (Tamhane, 2014) y Durak (Bykov, 2014).
Las secciones competitivas nacionales son inevitablemente menos afortunadas porque, como suele suceder en estos casos –y en los festivales mexicanos vaya que lo sabemos bien-, el universo de selección está acotado naturalmente por el cine nacional hecho en un periodo especifico.
Vi buena parte de la competencia israelí, tanto documental como ficción, pero pero mi mala suerte, no pude ver -con una sola excepción- ninguna de las cintas ganadores. De hecho, la película que ganó la mayor cantidad de premios, Tikkun (Sivan, 2015), no la pude revisar. Tikkun fue nombrada Mejor Película, Mejor Guion, Mejor Fotografía y Mejor Actor, mientras Hatuna MeNiyar (Giladi, 2015) –que tampoco pude ver- obtuvo los premios a Mejor Opera Prima y Mejor Actriz.
La que sí vi fue JeruZalem (Hermanos Paz, 2015), una fallida película de zombies que ganó el premio a la Mejor Edición –se entiende- y el Premio del Público –que se entiende más: supongo que para los habitantes de Jerusalén ver las locaciones de Tierra Santa repletas de zombies ha de haber tenido su gracia.
Los críticos israelís, por su lado, nombraron AKA Nadia (Asher, 2015) como mejor película de la competencia. He aquí un dato curioso: mientras los críticos israelíes la premiaron, no encontré un solo colega internacional del Jerusalem Press Club que la elogiara. De hecho, esta fue la razón por la cual me la salté.  
En cuanto a la sección competitiva documental, los filmes ganadores de Jerusalén 2015 fueron Hotline (Landsmann, 2015) –Mejor Película y Mejor Música- y Strung Out (Aharoni, 2015), que ganó la Mejor Dirección.
Finalmente, el Jurado FIPRESCI, del que formó parte el colega español José Luis Losa, eligió como Mejor Opera Prima del festival a la cinta americana Songs My Brothers Taught Me (Zhao, 2015) que antes había sido presentada en Sundance 2015. 
Para variar, no pude ver Songs... pero el hecho de que la premiara un jurado del que forma parte Losa ya es suficiente recomendación: Losa es uno de esos colegas que su amplio conocimiento sobre el cine y el ethos festivalero -también es director/programador de Cineuropa- no lo han convertido en un insoportable snob, como más de uno que anda suelto por ahí. 

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