X-Men: Primera Generación
“Me chocan estas películas: nunca terminan”, me dijo mi hija al salir del cine. En efecto, filmes como X-Men: Primera Generación (X-Men: First Class, EU, 2011), cuarto largometraje del competente Matthew Vaughn (No Todo Es lo que Parece/2004, Stardust: el Misterio de una Estrella/2007, Kick Ass: un Súper Héroe sin Súper Poderes/2010), están hechos con la intención de seguir explotado historia, trama y personajes hasta que la imaginación de los guionistas se agote o los dólares dejen de entrar a la casa Fox –más bien, hasta que suceda lo segundo.
En todo caso, tengo que aceptar que este nuevo filme de los X-Men es mejor de lo que un servidor esperaba aunque debo decir que tampoco esperaba mucho. Otra confesión más: no tengo la menor idea si la trama es fiel o no a los orígenes de los personajes del cómic y, a decir verdad, este asunto no me podría interesar menos. Si la precuela X-Men: Primera Generación funciona como un auténtico palomazo veraniego es por méritos propios, independientemente de su fidelidad/traición a los textos sagrados de Stan Lee.
Y los méritos, aunque contados, son suficientes para no salir huyendo del cine. Me refiero a una historia fácil de seguir, unas cuantas secuencias de acción bien montadas y el arma secreta que Vaughn sabe manejar muy bien: un espléndido reparto extendido en el que juegan un papel central los dos actores protagónicos, James McAvoy como el futuro Profesor X y Michael Fassbender como el futuro Magneto.
McAvoy y Fassbender son, de lejos, lo mejor que tiene el filme. Interpretando a dos inseparables amigos que se convertirán en rivales, los actores británicos tiene más rapport entre sí de lo que tienen cada uno de ellos con sus posibles parejas femeninas, lo que no deja de ser curioso: después de ver Rápidos y Furiosos 5in Control (Lin, 2011) y ahora X-Men: Primera Generación no queda más que pensar que el homoerotismo es lo de hoy en el verano hollywoodense del 2011.
Así, el Charles Xavier de McAvoy no pasa de cierto besito casto con la agente de la CIA Moira MacTaggert (Rose Byrne), mientras el Erik Lehnsherr del carismático Fassbender se atreve a correr de su cama a la suculenta Raven (futura Mystique), encarnada por una desperdiciada Jennifer Lawrence. Como suele suceder, la relación que más les interesa al héroe y al villano es la que existe entre ellos. Y, para ser francos, qué bueno que así sea, porque de todos los demás mutantes –incluyendo a uno que se parece a un Aluche crecido- no se hace uno.
Comentarios
Saludos
Y luego se hacen cuates respetuosos.
Y Spock nada de homoerotismo con Kirk, él anda sobres con la Uhura.
En vez de tanto homoerotismo deberían hacer mas películas Hawksianas. El Hawksianismo es la onda.
pd, Joel dale otra oportunidad a Star Trek, es buena, te lo aseguro. Olvida lo de los focos sobre la camara... je
Este fin regreso a la salas cinematográficas
Voy a ver mi primera secuela precuela mejuela (como diría el Dr. Greco Morfema) de la temporada: Kung Fu Panda 2
A ver si no me arrepiento...
Supongo que es inevitable, en una industria machista y, de paso, misógina por naturaleza. Creo que ahí es donde cobra especial valor el woman's film que de vez en cuando ejemplificas aquí en el blog. Aún así, no deja de ser curioso que incluso esos están, en su mayoría, escritos, dirigidos y producidos por hombres.
(Me pregunto) si históricamente tuviéramos una mezcla de cineastas más representativa, ya no digamos cargada hacia las mujeres, ¿tendríamos ahora otro tipo de películas de superhéroes y no (como dice el Duende) When Xavier Met Magneto?
jajajajajajaja
Ah, ya me acordé por qué: acababa de leer la reseña del Ebert de Super 8.
y que dijo el Ebert, Joel? porque Super 8 pinta bien, no? parece un cuento corto de Stephen King...
De Super 8, como no la he visto, sólo leí los dos primeros párrafos y el último, así que no sé todavía si tiene referencias a King, pero definitivamente dice que sí, al menos visualmente, al otro Stephen, Spielberg (productor: ya pa' si no). Y eso es lo que me dio curiosidad, porque de Abrams lo único que conozco realmente es Star Trek (nunca ví un capítulo completo de los dos o tres que intenté de Lost).
Ah no verdad! Ya tus lectores van evplucionando y reconocen al Maestro Persa... que gusto.
2046
Personalmente prefiero (o prefería, más bien, porque hace años que no leo "cuentos") las historias de un solo número pero siempre he aceptado que "nunca se acaban". Y ahora que lo pienso, de mis conocidos, quienes no compartían el gusto por las historietas, la explicación o queja iba por el lado de "nunca se acaban".
Por otro lado, el cine comercial desde sus inicios encontró muy buen negocio en las series episódicas. Así que sólo era cuestión de tiempo para que ambas industrias se ayutaran, ¿no?
Tyler: Bueno, lo que pasa es que en las cintas de Hawks hay un tema siempre subyacente: el profesionalismo. Y la rivalidad siempre es respetuosa.
Joel: Sí, cierto. Las películas de amistades/rivalidades masculinas inolvidables son muchas -empezando por Laurel y Hardy- y no sucede lo mismo en el caso de mujeres. Como dices, el cine ha estado en mano de hombres casi siempre.
Y en cuanto a lo otro, claro: los seriales fueron la base de las primeras industrias fílmicas (la francesa, la hollywoodense, la italiana...). Y, si uno lo piensa un momento, se trata de una tradición decimonónica literaria: Dickens, James y mucho otros escribieron sus textos en capítulos en diarios y revistas. De ahí lo retoma el cine a inicios del siglo pasado... y hasta la fecha.
Adayin: Queda claro que no lo dijiste. Fue el primo de un amigo, ¿no?
Champy: Sí, la banda Rápida y Furiosa 5in Control no se hizo presente en la votación del mes. Por fortuna.
Y en eso, ejem... ejem... Tienen más sentido las de los calotes en friega y enojados (que sí "cambia" la saga completamente y "justifica" una nueva andanadas de películas del tipo, para bien de muchos y mal de pocos, según parece) y la de Thor... Aunque ninguna de las dos descubre el hilo negro ni de su propia colcha.