¿La Época de Oro es un invento de Televisa?
No es la primera vez que lo dice. De hecho, cada vez que puede afirma que la auténtica Época de Oro del cine mexicano se dio durante el echeverriato, en la década de los 70, y no en el lapso que va del estreno de Allá en el Rancho Grande (De Fuentes, 1936) a la muerte de Pedro Infante, en 1957.
El flamante Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007, Felipe Cazals, dio una entrevista a Omar Cabrera (REFORMA, 15 de febrero) que no tiene desperdicio. "Lo que Televisa llama Época de Oro (dice Cazals) eran películas que duraban dos semanas en cartelera, pero que se vendían en toda América Latina porque era la Segunda Guerra Mundial y no había otro cine. Televisa inventó esa historia sustentada en Cantinflas, Dolores del Río, Pedro Infante y otros, pero el cine realmente comprometido fue el de los 70".
Cazals está en su derecho de defender el cine de esa década que, tiene razón, no sólo es lo mejor que ha hecho en su filmografía (en esa época dirigió Canoa/1976, El Apando/1976 y Las Poquianchis/1976) sino el punto más alto de muchos otros compañeros de su generación como Arturo Ripstein (El Lugar sin Límites/1978, Cadena Perpetua/1979), Jaime Humberto Hermosillo (El Cumpleaños del Perro/1975, La Pasión según Berenice/1976, Matiné/1977), Jorge Fons (Los Albañiles/1976) o Gonzalo Martínez Ortega (El Principio, 1973), sin olvidar que en esos años andaba por aquí Jodorowsky (El Topo/1970, La Montaña Sagrada/1973) y Miguel Littin (la nominada al Oscar Actas de Marusia/1976).
Sin embargo, su afirmación de la no-existencia de La Época de Oro no pasa de ser una provocación, por decir lo menos. Es cierto que la Segunda Guerra Mundial empujó el desarrollo industrial del cine mexicano de los 40, pero independientemente de cuál haya sido la causa, el efecto fue que De Fuentes, Rodríguez, Fernández, Galindo, Gavaldón, Bracho, Bustillo Oro, et. al, lograron desarrollar un corpus fílmico envidiable, rico y extenso durante los 30, 40 y 50. Y si bien es cierto que muchas de las cintas de esa época duraban sólo dos semanas en cartelera (no todas, claro: Cazals exagera), ¿a poco los filmes de Ripstein, Hermosillo o el propio Cazals permanecían más tiempo exhibiéndose en los 70?
En fin. Felicitaciones a Don Felipe, de todas formas, por su premio. Y ojalá volviera a hacer películas con la fuerza de Canoa, El Apando, Las Poquianchis... Y que declare lo que dé la gana. Al final de cuentas, lo más importante de un cineasta no es lo que dice sino el cine que hace.
Comentarios
Al final, lo que impera es el cine. Que si Cantinflas, que si las películas de Hermosillo, que si Jorge Rivero, que si Pedro Infante, que si María Félix, que si la Talancón. Décadas, etiquetas, nada importa. El chiste es conocer las obras, entender que esa es nuestra historia cinematográfica, apreciarla y ¿apoyarla con nuestros pesos invertidos en una boleto a su favor?
Tampoco, que no es, aunque el gobierno insista, una central de beneficiencia.
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Como dices, Ernesto, mientras hagan buen cine, que digan lo que quieran. Total, lo suyo es contar usando imágenes, con en entrevistas.
Es el mismo resentimiento y desprecio que siempre han manifestado los cineastas de la generación echeverrista: Rip, Cazals y cía.
Lo peor de todo, es que ese desprecio ya pasó a ser expresado hacia todo el cine general. Para mayor referencia de eso, ver los últimos megabodrios de Cazals y Rip.
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P.D. Aunque hay algo que leí una entrevista del mismo Cazals y es cierto. El cine mexicano reciente ha aprendido y tomado por norma las imágenes chafas, mal trabajadas. Ahí sí ni cómo alegarle.
En cuanto a Cazals... Las Vueltas del Citrillo me dejó roncando, la verdad. Aunque a algunos colegas les gustó mucho.
Y, creo, Paxton, que ese rechazo a ese viejo cine de los 30/40/50 es, por lo menos, infundado. Escribiendo la columna próxima de Cine en TV para REFORMA, elegí recomendar Al Son de la Marimba de Bustillo Oro, y Pepe el Toro de Rodriguez. Se trata de dos cintas industriales, comerciales, sin más pretensiones que divertir (Bustillo Oro) o hacer un buen vehìculo de lucimiento para su estrella (Rodriguez para Infante). En los dos casos mencionados, prefiero mil veces ver de nuevo Al Son de la Marimba (con Fernando Soler, Sara García, Joaquín Pardavé, Emilio Tuero, Marina Tamayo) o Pepe el Toro que ver el cine más reciente de Ripstein o Cazals.
Dicho de otra manera: buena parte del cine de esos tiempos está decentemente realizado y es entretenido. Algo que no pueden presumir muchos cineastas contemporáneos.
Y de los maestros Rogelio González, Alejandro Galindo y Roberto Gavaldón mejor ni hablamos...
Hollywood sí sigue el patrón que mencionas, porque la época de los Grandes Estudios coincide, en efecto, con los primeros 50 años del cine, pero Hollywood ha tenido grandes momentos desde siempre... Desde Griffith, para acabar pronto. Incluso, para muchos, su gran época de oro es los 70, con Penn, Coppola, Scorsese, Allen, Altman, et al.
No para ponerla como mi pelicula favorita del año pasado, como lo hiciera Andrew Sarris, pero si me gusto mucho. Muy redonda.
El caso es que el amigo, de nombre James Donald, defiende su postura (estadounidense, habremos de decirlo), sobre la importancia que marcó el hito llamado Hollywood con respecto a las demás cinematografías en un antes y un después.
En el fondo, ese ensayo contenido en el libro: In the Cinema, no deja de ser curioso... Un norteamericano diciendo que le pesa que su país no es reconocido como el creador del cinematógrafo (otro ensayo, sobre los Lumiere VS Alva Edison), pero que a fin de cuentas, son los reyes.
Y bueno, sólo para poner esas ideas también en la mesa. Lo mío sigue siendo el no ponerle etiquetas y disfrutar por igual. Sea una de Tin Tan o del Ripstein setentero. Mientras sea bueno, lo que venga.
En Oficio de Tinieblas se muestra un lado más obscuro, pero más real. Esta basada en la novela del mismo nombre de una talentosa paisana que desafortunadamente murió muy joven, Rosario Castellanos...
Del Sr. Cazals, reconozco, me gustó Aquellos Años (1973), un buen filme sobre Maximiliano y la intervención francesa en México, y Canoa (1976), aunque su documental Digna, hasta el último aliento, me pareció aburrido y apenas de calidad televisiva. No creo que la etiqueta "Epoca de Oro...." sea invento de la televisora mexicana, sino de E.U. y su cine de los 1930, 1940 y 1950, que conlleva un trasfondo muy romántico y nostálgico. Un gran saludo!
Alex: el Cazals de los 60/70 es extraordinario. Hay que revisarlo una y otra vez.
A todo esto, dónde se pueden consultar fácilmente las fichas técnicas de las cintas nacionales?. En verdad que hay un sin fin de películas mexicanas que siempre me he preguntado dónde habrán sido filmadas...
Regresando a esto del cine de oro y las comedias de enredos, el domingo ví por enésima vez Dos Tipos de Cuidado y tengo que reconocer que me sigue divirtiendo como la primera vez. El señor Rodríguez y su equipo sí que sabían hacer cine, ya ni se diga de la presencia de Pedro y Jorge, el resto del reparto es maravilloso, por cierto, qué guapa Yolanda Varela...
¿Por qué dejamos de hacer cine como ese?, ¿Por qué si pensamos en buen cine mexicano nos tenemos que remontar a esa época?, ¿Por qué una cinta actual no deja el sabor de boca que deja una película de esas?...
En cuanto a lo que comentas de Dos Tipos de Cuidado, en efecto: es una cinta que puedes volver a ver una y otra vez. ¿Por qué funciona aún, después de medio siglo?: porque es un clásico. Sólo por eso. Y, en lo personal, una de las mejores películas mexicanas de la historia.
-------paulina
Sin duda, excelentes actores, directores y gente de apoyo han existido en todas las épocas. Pero mientras en los 40's a 60's los temas son variados para agradar a la gente común y no sólo para complacer a críticos e intelectuales, durante los años 70's y posteriores, las temáticas se restringen (más de protesta en los 70's).
Actualmente, la producción cinematográfica es muy poca y los temas siguen siendo muy restringidos.
Invento o no de Televisa, los números y los gustos hablan por sí solos. Si hubo una Epoca de Oro y desafortunadamente para Cazals, no fue la suya. Y para nosotros, no es la actual.