Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCXVIII



Creed II: Defendiendo el legado (Creed II, EU, 2018), de Steven Caple Jr. La secuela de Creed: Corazón de campeón es, en realidad, la continuación de Rocky IV (Stallone, 1985), lo cual no está del todo mal. Mi crítica, in extenso, por acá

Cómprame un revólver (México-Colombia, 2018), de Julio Hernández Cordón. El séptimo largometraje de Hernádez Cordón fue presentado en la Quincena de los Realizadores en Cannes 2018 y, más recientemente, en Los Cabos 2018, en donde escribí algunos párrafos por acá

Dulces sueños (Fai bei sogni, Italia-Francia, 2016), de Marco Bellocchio. El más reciente largometraje de Bellocchio ha llegado a México con más de dos años de retraso. Se trata de un melodrama centrado en un periodista cuarentón, Massimo (Valerio Mastrandea), que regresa a la casa paterna en Torino para vender el piso en el que creció. Por supuesto, esto implica que volvamos al pasado del protagonista, cuando era un niño de 9 años (Nicolò Cabras), recién huérfano de madre (Barbara Ronchi), o un adolescente (Dario Dal Pero) que aún no terminaba de lidiar con la abrupta desaparición materna, ya que le dice a sus compañeros de la escuela que su mamá vive en Nueva York.
Estamos ante una cinta muy menor de Bellocchio, que no le favorece su excesiva duración -pasa de las dos horas- y que está llena de episodios periodísticos -cierto viaje a Sarajevo, la visita del protagonista a un especulador- que no agrega nada realmente importante a la historia. Sin embargo, como suele suceder con los grandes maestros y sobre todo en sus últimos años, más tiene el rico cuando empobrece..., así que la película se deja ver, con todo y sus inconsistencias argumentales, por alguna que otra afortunada viñeta -cierta anécdota sentimentaloide que termina con una sequísima one-liner digna del mejor Bellocchio- y una que otra escena perfectamente dirigida y ejecutada -la fiesta en la que Massimo retoma, sin querer su infancia, bailando al ritmo de Surfin' Bird. 
Por fortuna, con el prolífico de Bellocchio siempre habrá la posibilidad de que a una película menor como esta le siga una cinta más lograda. La próxima, titulada Il traditore, está programada para estrenarse este 2019. Esperemos que no tarde dos años en llegar a las salas nacionales.

Destroyer (EU, 2018), de Karyn Kusama. Un sólido film-noir con una ajada y traqueteada Nicole Kidman en el papel de una detective angelina que está investigando el asesinato de un desconocido al mismo tiempo que trata de acercarse a su hija adolescente, que no quiere saber nada de ella. Mi crítica in extenso por acá.


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