Guadalajara 2017/VI y última
Termina hoy el Festival Internacional de Cine en Guadalajara y más allá de algunas deficiencias menores, creo que esta emisión número 32 fue una de las mejores -¿o de plano la mejor?- desde que se llama festival -es decir, desde 2001, cuando cambió el nombre de Muestra a Festival.
Veamos el balance. En cuanto al cine elegido para competir, volvió a aparecer la bronca de siempre: la selección mexicana de ficción -la de concurso y fuera de él- fue, con las excepciones de rigor, floja. Pero, en honor a la verdad, este problema es el mismo de todos los festivales nacionales: lo mismo sucedió en Morelia 2016, en menor medida pasó lo mismo en Los Cabos 2016 y aunque no fui a FICUNAM este año, no creo que el festival universitario haya sido la excepción. (De hecho, a lo largo de los años el problema del FICUNAM ha sido siempre su selección mexicana).
Veamos el balance. En cuanto al cine elegido para competir, volvió a aparecer la bronca de siempre: la selección mexicana de ficción -la de concurso y fuera de él- fue, con las excepciones de rigor, floja. Pero, en honor a la verdad, este problema es el mismo de todos los festivales nacionales: lo mismo sucedió en Morelia 2016, en menor medida pasó lo mismo en Los Cabos 2016 y aunque no fui a FICUNAM este año, no creo que el festival universitario haya sido la excepción. (De hecho, a lo largo de los años el problema del FICUNAM ha sido siempre su selección mexicana).
Por supuesto, como ya lo escribí antes, el problema no es del comité de selección de Guadalajara 2017 -o de los otros festivales mencionados- sino del universo de películas que pueden seleccionar. Como me dijo un miembro de un comité de selección de otro festival: "ni te quejes: tú no viste lo que quedó fuera". Incluso, alguna vez un programador de otro festival me confesó: "si por mí fuera, no tendría selección mexicana". En fin: el problema es, en todo caso, de la ficción nacional, porque el documental mexicano goza de cabal salud. ¿Por qué sucede y ha sucedido esto en los últimos años? Hagan equipos de tres y discútanlo.
En cuanto a la logística de festival, lo que siempre funcionaba como mecanismo de relojería en Guadalajara, el transporte, dejó mucho qué desear, por lo menos desde la experiencia de este crítico de cine. Como no había "terminal" de transporte en el hotel de críticos y prensa, había que ir a buscar los autos a otra parte o, de plano, irse al Cine Foro por cuenta propia, como lo hice un par de veces. La verdad, no creo que sea demasiado gravoso dejar un transporte de planta para los críticos, cuyo trabajo es, precisamente, ver cine y nada más que eso.
Ahora bien, en cuanto a lo bueno, supera a todo lo malo. Más allá del muy juicioso palmarés (bravo por los jurados), lo cierto es que en los casi 20 años en los que he asistido a la Muestra y/o Festival de Guadalajara, nunca había visto tantas funciones de público llenas. En Cinépolis de Centro Magno era común entrar a salas semivacías con tres o cuatro personas, todas ellas portando su gafete de prensa/industria/invitado.
Esta vez, sea porque el conjunto de Cinemex Sania -en donde se llevaron a cabo las funciones de público- es nuevo, sea porque hubo una mucho mejor promoción, sea porque después de 32 años se ha formado finalmente un público que quiere ver cine no hollywoodense, sea porque los milagros existen, sea por lo que sea, pero lo cierto es que las salas estaban llenas -o vaya, en el peor de los casos a mitad del aforo- y muchos de los asistentes no eran "gafeteros" críticos/invitados/de-industria -que, por cierto, de todos modos los críticos/prensa/invitados teníamos que pagar nuestro boleto, porque la asistencia gratuita se limitaba a las funciones de prensa e industria.
En fin: da gusto que, como suele suceder en Morelia, en Guadalajara hubo salas llenas y hasta se llegó a anunciar boletos agotados para varias funciones. Ojalá que esto sea la constante de aquí en adelante: un festival de cine al que solo asisten "gafeteros" es un festival de cine que, por definición, no le llega al público. Y si no tiene público, ¿para qué se hace un festival de cine en primera instancia?
En cuanto a los premios, abajo está el listado. No vi Los años azules, pero si dos jurados distintos la galardonaron -los colegas del FIPRESCI, que le otorgaron el premio paralelo de Mejor Película Mexicana, y el Jurado Mezcal, que le otorgó los Mayahueles a Mejor Director y Mejor Actriz-, debió ser una de las dos excepciones de la floja competencia mexicana -la otra excepción fue Ayúdame a pasar la noche, que sorpresivamente ganó el Premio del Público.
En cuanto a los premios Guerrero de la Prensa, que otorga la prensa acreditada en Guadalajara -periodistas y críticos-, los ganadores fueron La libertad del diablo en documental y Sueño en otro idioma en ficción. Para que conste en actas, voté por el documental de Everardo González y por Ayúdame a pasar la noche.
La lista de premios oficiales, con todo y monto económico ganado, a continuación:
Premio Mezcal
Mejor
Director (Mayahuel): Sofía Gómez Cordova, por Los años azules.
Mejor Cinefotógrafo (Mayahuel): María Secco, por La libertad del diablo.
Mejor
Actor (Mayahuel): José Manuel Poncelis y Eligio
Meléndez , por Sueño en otro idioma.
Mejor
Actriz (Mayahuel): Paloma Domínguez, por Los años azules.
Premio del publico
Ayúdame a pasar la noche, de José Ramón Chávez Delgado. Premio: 100 mil pesos.
Largometraje Iberoamericano de Ficción
Mejor
Película (250 mil pesos): Santa y Andrés, de Carlos Lechuga.
Mejor
Director (150 mil pesos): Joel Calero, por La última tarde.
Mejor Ópera
Prima (125 mil pesos): Las dos irenes, de Fabio Meira.
Mayahuel por Mejor
Actriz: Lola Amores, por Santa y Andrés.
Mayahuel por Mejor
Actor: Jean Jean, por Carpinteros.
Mayahuel por Mejor
Fotografía: Las dos Irenes.
Mayahuel por Mejor
Guion: Santa y Andrés.
Documental Iberoamericano
Mejor
Documental (150 mil pesos): La libertad del diablo, de Everardo González.
Premio Especial del
Jurado (100 mil pesos): El pacto de Adriana, de Lissette Orozco.
Cortometraje Iberoamericano
Mejor Cortometraje (75 mil pesos): Aya, de Francesca Canepa Sarmiento.
Premio Rigo Mora a Mejor Cortometraje de Animación (100 mil pesos): Cerulia, de Sofía Carrillo.
Mención Especial: Lucha, de Eddie Rubio; y Berta Vive, de Katia Lara Pineda.
Premio Maguey
Premio
Maguey: Corpo Electrico, de Marcelo Caetano.
Mejor Actuación: Jella Haase, por Looping.
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