Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCLXXV
Arraianos (España,
2012), de Eloy Enciso. Cinta experimental, entre el documental etnográfico y la
reflexión formalista-cinematográfica, exhibida en el FICUNAM 2013. La película,
de escasos y bienvenidos 70 minutos de duración, está ubicada en un pequeño
pueblo gallego, en la frontera entre Galicia y Portugal. La cámara de Mauro
Herce logra algunas imágenes que nos remite a un cierto tipo de pintura
realista del siglo XIX, aunque en otros momentos las imágenes rozan la
abstracción pura. No es el tipo de cine que me emociona, pero el filme ganó el
Gran Premio de Vanguardia y Género en el BAFICI 2013.
Dos Días, una Noche (Deux Jours, une Nuit, Bélgica-Francia-Italia,
2014), de Jean-Pierre y Luc Dardenne. La más recientes cinta de los hermanos
Dardenne es, en efecto, la más accesible para el gran público que han realizado
y la primera en la que usan a una súper-estrella (una desglamourizada Marion
Cotillard) en el papel central. De todas formas, el humanismo solidario de los
Dardenne sigue siendo el mismo de siempre y la Cotillard nos entrega si no la
mejor actuación de su carrera, sí la más generosa de todas. La estrella
desaparece detrás del personaje y no se impone al resto de los actores,
desconocidos o incluso no profesionales.
Selma: el Poder de un Sueño (Selma, EU-GB, 2014), de Ava Du Vernay.
Como en Lincoln (Spielberg, 2012), aquí la directora DuVernay acomete la biopic
del prócer -en este caso, Marthin Luther King Jr.- centrándose en un episodio
clave en la vida del biografiado y de Estados Unidos. Un notable catecismo liberal
y cinematográfico que merecía mejor suerte que otros filmes más nominados en el
Oscar 2015 -como Hawking in Love, por ejemplo. Mi crítica, en el
Primera Fila de Reforma del viernes pasado.
Invocando al
Demonio (The Possession of Michael
King, EU, 2014), de David Jung. Oooootra película de horror que usa el
ya muy manido recurso del found-footage. De lo peor que he visto en el inicio
del año. Mi crítica en el Primera Fila de Reforma del viernes
pasado.
Cuatro Lunas (México,
2014), de Sergio Tovar Velarde. El segundo largometraje de Velarde
-visto en Guadalajara 2014- tiene como única gracia que sus cuatro
melodramáticas historias de amor/desamor y encuentros/desencuentros están
protagonizadas por personajes gays. Por lo demás, ninguna de las cuatro
historias son especialmente interesantes, aunque los recursos de producción
están bien usados y el reparto es uniformemente competente.
Un anciano poeta (Alonso Echánove) ahorra una buena
lana para comprar el amor de un atractivo prostituto (Alejandro Belmonte), un
niño llamado Mauricio (excelente Gabriel Santoyo) se enamora de su primito
quien lo denuncia como maricón ante el horror de su papá (Juan Manuel Bernal),
dos amigos de la infancia (César Ramos y Gustavo Egelhaaf) se re-encuentran y
descubren su mutua atracción aunque uno de ellos no quiere salir del clóset,
una dizque estable pareja gay (Alejandro de la Madrid y Antonio Velázquez)
sufre una crisis cuando uno de ellos nomás se llevan dándole vuelo a la
hilacha.
Más allá de las escenas sexuales más o menos
explícitas -ni tanto, la verdad-, el asunto es bastante convencional, aunque
hay que aceptar que las historias de Mauricio y del viejo poeta enclosetado
tienen un cierre muy satisfactorio. Recuerdo muy bien que en Guadalajara 2014
había varios colegas que estaban indignados por la ñoñería de la cinta,
pero creo que no es para tanto: ¿a poco el cine gay tiene prohibido ser cursi?
Comentarios
"centrándose en un episodio cable en la vida"
quieres decir episodio clave.
Ahora: ¿Cuales serían las 4 o 5 películas que mejor abordan la debacle económica de ese nuevo siglo?
Saludos.