50 Muestra Internacional de Cine/I
Lake Tahoe (México, 2008), de Fernando Eimbcke. Juan (Diego Cataño) acaba de perder a su papá, su mamá está sumergida en la depresión y su hermanito se refugia en una pequeña tienda de campaña. Pero Juan tiene otras preocupaciones: después de chocar el Tsuru rojo de la familia, tiene que encontrar un arnés para distribuidor que nadie le quiere vender (“no trabajamos”) o que nadie le quiere instalar (“yo te digo cómo lo pongas”).
En este pueblito yucateco en donde vive Juan, el tiempo parece haberse detenido y cada quien tiene sus propios intereses: un joven mecánico está obsesionado con las artes marciales, una adolescente madre soltera quiere ir a un concierto, un anciano no tiene más compañía que su enorme perrazo… Juan se acercará a estos personajes porque necesitan ayuda, atención, solidaridad. Como él mismo.
La puesta en imágenes de Eimbcke –otra vez una mezcla de Ozu y Jarmush- es notable: estáticos planos fijos, escasos movimientos de cámara (yo conté media docena) y un elíptico e ingenioso uso del fundido en negro para movernos a la risa porque -hay que subrayarlo- un tono cómico, absurdo, domina durante buena parte del filme. Incluso en el final, pues para recordar con justicia a quien se fue, hay que recordarlo hasta con cierta calcomanía que “le cagaba”.
Lake Tahoe se exhibe hoy, en la Cineteca Nacional, en la 50 Muestra Internacional de Cine.
Comentarios
Estaré viendo esta cinta hoy mismo.
Saludos
A algunos les gusta Eimbcke. Después de todo es un genio, cómo no, ganó premiecitos en Berlín y todo el numerito. La crítica lo adora y los blogueros gringos se refieren a él como el "Mexican doll".
Al igual que Alejandro González Iñárritu, ya es lugar común.
Yo también me quedo con el Duende. Un Ozu/Jarmusch no de segunda, sino de quinta.
Slds!
Te entiendo, Tomasinjaja.