Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCC



Ana y Bruno (México, 2017), de Carlos Carrera. El noveno largometraje de Carrera es uno de sus más personales: su primer filme animado de larga duración. Escribí de ella por acá in extenso. (**1/2)

Tiempo compartido (México, 2017), de Sebastián Hoffman. El segundo largometraje de Hoffman es aún más inquietante y logrado que su notable opera prima Halley (2012). Aquí puede leer mi crítica publicada en la sección Primera Fila de Reforma del viernes pasado.(***)

Yo no me llamo Rubén Blades (Panamá-Argentina-Colombia, 2018), de Abner Benaim. "El que tiene más pasado que futuro, tiene que organizar su tiempo". Con esta reflexión articulada por el propio biografiado Rubén Blades, inicia este convencional pero muy informativo y entretenido filme documental sobre el músico, cantante, compositor, actor y, por si usted no lo sabía, egresado de Derecho de Harvard, fallido candidato presidencial panameño, ministro de turismo de su país, obsesivo coleccionista de cómics... ah, y también -what-a-shock!- consumado mujeriego. 
Realizado a lo largo de tres años, el realizador Benaim siguió a Blades por cuanto concierto ofreció por aquí y por allá (en Panamá, Colombia, México, Puerto Rico y Estados Unidos), lo acompañó en sus recorridos por su propio barrio natal panameño, recogió sus testimonios -y los de otros artistas más- sobre sus inicios musicales en la legendaria disquera Fania y su encuentro clave con Willie Colón, además de mostrarnos imágenes de archivo de algunas de sus piezas más emblemáticas como "Plástico", "Buscando guayaba" y, por supuesto, "Pedro Navajas".
Blades domina con claridad el documental no solo porque él es el biografiado, sino porque es evidente que el panameño mostró solamente lo que quería mostrar de sí mismo y de su historia musical, personal y familiar. No hay lados oscuros por descubrir -a no ser que Blades aceptó la paternidad de un hijo de 37 años de edad-, pero tampoco importa mucho: con la salsa tenemos.  (* 1/2)

El insulto (L'insulte, Líbano-Francia-Chipre-Bélgica-Estados Unidos, 2017), de Ziad Doueiri. El cuarto largometraje del cineasta libanés Doueiri fue nominado al Oscar 2018 como Mejor Película en Idioma Extranjero y es fácil entender por qué: se trata de un melodrama viril con tintes históricos y sociales que está impecablemente realizado -fluida cámara de Tomasso Fiorilli, reparto sin tacha alguna- y que, además, se expresa a través de un drama de juzgado, uno de los géneros más "serios" y, al mismo tiempo, más populares en Estados Unidos.
El conflicto del filme inicia en las calles de Beirut con la confrontación verbal y luego física entre un mecánico de origen cristiano (Adel Karam) y un capataz musulmán palestino (Kamel El Basha, ganador de la Copa Volpi a Mejor Actor en Venecia 2017) por la existencia de un desagüe ilegal que, desde un balcón, dejaba caer el agua hacia la calle. Hay reclamos, el insulto del título, un golpe que rompe un par de costillas y, de ahí en adelante, un maremagnum de complicaciones que se van escalando hasta que todo Líbano se ve involucrado en ese pleito (nada) trivial.
El guion escrito por el propio director, el cristiano Doueiri, en colaboración con la musulmana Joelle Touma -exesposa del cineasta, para mayor información- logra absorbernos no solo en la pelea de los dos protagonistas sino en lo que significa para un país que no ha curado sus heridas de la sangrienta guerra civil de hace algunas décadas. La cinta se pasa de tueste en alguna ocasión -hay una vuelta de tuerca de identidades paterno/filiales que más parecen provenir de un telenovela- pero, si exceptuamos ese derrape, El insulto muestra la suficiente sensibilidad e inteligencia como para que el espectador termine, como sus tercos protagonistas, con una mínima sonrisa de comprensión y complicidad. (** 1/2)

Comentarios

Christian dijo…

Por acá vimos 'Roma'. Me enteré por twitter (una hora después, vale aclarar) que la iban a tener solo este fin de semana así que me metí a la página del cine que la iba a tener y después de intentarle como tres veces, el sistema milagrosamente me dejó comprar un par de boletos, separados y hasta adelante, pero bueno, nada importaba, el chiste era estar ahí. El ansia era demasiada.

Y bueno, va el perogrullo del día: bendito twitter. A pesar de sus miles de usuarios regañones que últimamente abundan, es una maravilla para enterarse de ese tipo de cosas en el momento.

Con respecto a la película, qué puedo decir? Si es una maravilla. Ese Cuarón es un virtuoso para manejar la cámara, para manejar actores jóvenes y para crear atmósferas o situaciones muy poderosas.

A mi en lo particular me pegó fuertísimo cierta escena que por sí sola es una masterclass de cine. Solo por esa escena se merecen todos los premios del maldito universo todos los involucrados en esa producción. Pinche Cuarón se la elongó durísimo ahí: me destrozó.

---

También vi la de Milla 22 jajajaja

Sorry, es que quería ver a Iko Uwais dar unos buenos catorrazos, pero para no perder la costumbre, está completamente desaprovechado. Ese tipo si no lo dirige Gareth Evans parece que nadie sabe como hacerlo brillar en la pantalla. Bueno, supongo que tampoco le iban a dar tanto tiempo en pantalla y lo iban a dejar brillar con sus machincuepas voladoras porque esta es un producción gringa y la estrella es Marky Mark & Funky Bunch (o sea Mark Walbergh) pero aún así, teniendo a ese actor podrías tener un par de buenas escenas de catorrazos.

La película no es un completo desastre, vamos, por lo menos no aburre, pero si es muy frustrante por lo anteriormente descrito y porque para colmo, deja la sensación de que debería haber una secuela, cosa que no va a ocurrir porque no le ha ido tan bien en taquilla, osea que ya se imaginarán.

---

También vi Capitán América Civil War en la comodidad de casa. Es que no la había visto y hay varias cosas que pasan en Infinity War que no había entendido y suponía que provenían justo de esta película. Dios de mi vida, la primera hora es aburrida como ostra. Ya después cuando aparece Spidey y Ant Man todo mejora un poco.

---

También vimos Bull Durham otra vez. Qué maravilla de sevilla esa película. De cuando Susan Sarandon era un bombón y todavía no se volvía loquita de atar. Recomiendo harto.

Christian dijo…

Oigan otra cosa de 'Roma'. La sensación que me dejó o la película o el estilo que me hizo recordar un poco fue el de Chantal Akerman en Jeanne Dielman.

Igual y estoy loco pero bueno, cuando la vean todos, nos damos de catorrazos si quieren.

Solo quiero que conste que yo fui el primero en decirlo jaja

Chido.
Christian dijo…
Oiganzzz, también me acordé que el manejo de la cámara y de cómo salen y entran los actores de la escena (en Roma por supuesto) me recordó a lo que hace Haneke en The White Ribbon.

Y ya. Buenos días a todos :)
Christian: Bull Durham es obra mayor, ya te había dicho. Y sí, la Sarandon en este entonces estaba harto potable.... (¿lo pensé o lo dije?).

Entradas populares