Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCLXVI
Perdidos (México, 2014), de Diego Cohen. El segundo largometraje de Cohen -curiosamente estrenado después del tercero, Luna de miel (2015), una torture-porn movie que se pudo ver hacia el final del año pasado- es un convencional pero muy efectivo filme de horror de la fórmula del found-footage. Mi crítica en el Primera Fila del viernes pasado de Reforma. (* 1/2)
Un monstruo viene a verme (A Monster Calls, EU-España, 2016), de J. A. Bayona. El tercer largometraje del catalán hollywoodizado Bayona es un inteligente y sensible filme de crecimiento y maduración infantil basado en la espléndida novela homónima de Patrick Ness. En la semana, mi crítica in extenso en este blog. (** 1/2)
La caridad (México, 2016), de Marcelino Islas Hernández. El segundo largometraje de Marcelino Islas -meritoria opera prima Martha (2010)- inicia con un accidente automovilístico que cambia radicalmente la vida de José Luis (reaparecido Jaime Garza) y Angélica (intachable Verónica Langer), que han estados casados durante 30 años. José Luis pierde una pierna y tiene que estar recluido en su casa, cuidado por una guapa enfermera (Adriana Paz, bienvenida como siempre), mientras Angélica se da cuenta que más allá del accidente y la amputación de la pierna de su marido, el matrimonio entre ambos está a la deriva... y ha estado así desde hace tiempo.
Islas vuelve a demostrar, como en Martha, que tiene una enorme capacidad de observación y de empatía: los guiños de buen humor -¡ese programa televisivo hipnotizante que ve José Luis todas las mañanas!- se alternan con una discreta sensualidad -las platicas entre la enfermera y el convaleciente- y con la mirada solidaria, comprensiva, hacia la mujer madura, Angélica, que de repente tiene la curiosidad de vivir de otra manera. De entre lo mejor del cine nacional del año pasado. (Un último detalle: ojo al homenaje a Los caifanes/Ibáñez/1967). (** 1/2)
Comentarios
¿O es que vas a esperar hasta el 'estreno oficial'?
Ya lo leí y coincido con todo. No entiendo cómo puede haber haters de la película, digo, está bien si no te gusta, pero -para variar- en tuiter ya leí comentarios de plano ojetes contra la película. La película no tiene la culpa de sus altas expectativas o de su odio por los musicales. Pero en fin, cada quien.
En lo que a mí respecta me voló la cabeza. Mis escenas favoritas son todas donde sale la Stone, cuando baila I Ran, cuando baila solita mientras Gosling toca jazz, cuando baila con Gosling en el parque Griffith, cuando canta solita, cuando va a las audiciones y actúa de actriz, o sea que hace una actrizception y finalmente, cuando canta a dúo con Gosling en el piano con las cortinas verdes 'a la Vertigo' de fondo. Esas sonrisas, esas miradas, hasta parece que deveras están enamorados los canijos.
No no no, estaba yo como Mia Farrow en La Rosa Púrpura del Cairo carajo. Me urge verla una cuarta vez...