El cine que no vimos/XI
Prácticamente desconocida en México, la obra del multipremiado maestro japonés Hirokazu Koreeda ha podido ser revisada en este país en la televisión cultural, en los circuitos culturales de siempre y, por supuesto, en los festivales de cine. En los próximos días veremos, de hecho, Caminando Aún (2008), programada en la sección de Galas del FICCO 2009. Así que preparándonos para ver esta película -que apareció en varios top-ten del año pasado, entre ellos el de Fernanda Solórzano- nos dimos a la revisión/re-visión de la obra anterior de Koreeda que teníamos arrumbada por ahí en DVD.
Su primer largometraje de ficción, Maborosi (Maboroshi no Hikari, Japón, 1995), sólo ha podido verse en México, hasta donde sé, en la televisión cultural -en concreto, recuerdo haberlo visto listado varias veces en el Canal 11 del Politécnico- aunque está disponible en un modesto DVD de Región 1 (widescreen, subtítulos en inglés, algunos extras sin traducción).
Ganador ex-aqueo (con Kenneth Branagh y Abolfazi Jalili) de la Osella de Oro al Mejor Director en Venecia 1995, Koreeda debutó en la ficción -su primer largometraje, desconocido por mí, es el documental Kare no inai hachigatsu ga (1994)- con Maborosi, un contemplativo y minimalista drama sobre una joven mujer, Yumiko (la modelo Makiko Esumi), quien vive felizmente casada con Ikuo (Tadanobu Asano), con quien tiene un hijo recién nacido, Yuichi. La única sombra que se yergue sobre la perfecta vida de Yumiko, además de la estrechez económica en la que viven en un barrio popular de Osaka, es un sueño recurrente en el que la muchacha recuerda cuando, a los 12 años de edad, no pudo retener a su anciana abuela que salió de su casa, así nada más, para no volver.
De repente, la tragedia, tan inesperada como absurda, tan inexplicable como contundente, llega al matrimonio de Yumiko. Nadie puede justificarlo, menos ella. Unos años después, vemos a Yumiko y a su pequeño hijo de 5 años Yuichi (Gohki Kashiyama) llegar a un pequeño pueblo pesquero. Yumiko se casará con el amable viudo Tamio (Takashi Naitô), que tiene una hija propia. Ahora, somos testigos de la lenta incorporación a la normalidad por parte de Yumiko. A su adaptación a una nueva vida en donde la naturaleza, la nieve, el viento, la lluvia, el "imponente mar" dominan el escenario. Todo parece ir, otra vez, muy bien: Tamio es un buen hombre, el suegro es un hombre mayor de pocas palabras pero amigable, los vecinos la aceptan de inmediato, los pequeños hermanastros congenian a la perfección... Sin embargo, hay algo que gravita sobre Yumiko, como una sombra permanente: la desaparición de su abuela, la extraña tragedia de su primer matrimonio, la posible muerte en el mar de una anciana vecina... El brillo de la muerte -el maborosi del título original- no la deja vivir.
Es inevitable hacer referencia a la puesta en imágenes a la Ozu: emplazamientos de cámara típicos (en posición de tatami), movimientos más que escasos (se pueden contar con los dedos de las manos los paneos y los travellings), tomas largas maniáticamente perfectas (puede pausarse el DVD y es probable que no haya un solo elemento visual fuera de lugar), negativa a grandes acercamientos o primeros planos (podría jurar que no hay un solo close-up en todo el filme) y un experto uso del sonido, tanto en la ruidosa Osaka como en la (falsamente) silenciosa villa de pescadores a la que se va a vivir Yumiko. El resultado es un filme extraño, hipnótico, absorbente, en el que no pasa nada... Sólo lo más importante. La vida misma.
Comentarios
pero retornando al 11:59 de FICCO Lät den rätte komma in (Déjame entrar) (2007) la recomiendo totalmente nada que ver con vampiros enamorados de crepusculo, muy buena pelicula y la de Vinyan (2008) tambien me parecio muy buena , las otras las tengo en descarga luegos les doy mi opinion asi hare mi FICCO casero jejeje
Ernesto es en serio eso que van hacer remake de el libro de piedra?? saldra lucerito , algun bichir o la infaltable zavaleta jajaja
http://www.cinepolis.com.mx/indexmx.asp?ci=31
Interesante como varias películas en los últimos años han intentado justificarse como eso mismo, películas, intentando precisamente presentar eso.
El camino al infierno está lleno de buenas intenciones, entonces. Se agradece la recomendación, máxime por el panteón de cintas "contemplativas" que pueblan el mausoleo de las salas y los anaqueles de vídeo que, no sé si presuntuosamente o no, se etiquetan mediante el tiro de gracia perfecto: Cine Arte.
Ah... Y Paxton: ¿Déjame Entrar? Ok... ¿Es algo así como el documental sobre Maná, supongo y suponemos varios? Ya sabes, como ese de Timbiriche que hace poco fue abortado a las salas (y que creo, pronto estará en los anaqueles de su preferencia ya sea para comprarlo, rentarlo o ignorarlo: la vida de un DVD cualquiera) ¿O es otra cosa?
Nunca les dan gusto, jejeje.
Y coincido con el Duende y también le doy el fallo a Boyero. Si alguien quiere curarse de su insomnio, que vea una cinta de Koreeda zzzzz....
Lo interesante es que Koreeda no se ha quedado homenajeando a Ozu. Su siguiente filme -que, de hecho, me gusta más- es After Life, que es una muy original mezcla de Lubitsch (El Cielo Puede Esperar), Truffaut (La Noche Americana) y el documental al estilo del cinema-verité. Es decir, Koreeda tiene varias pieles y no es fácil encasillarlo. A ver si más tarde publico más sobre Koreeda.
sigue el recorrido de él. Un plano-secuencia (es decir, una secuencia larga en la que no hay corte alguno hasta que la secuencia termina y en el que, generalmente, hay varios planos en ella) se puede lograr a través de un dolly que se convierte en traveling o en un movimiento de grúa... Por ejemplo, chécate el inicio de Touch of Evil, de Welles.
Leo
PD. Nunca he visto a Ozu, deberia buscarlo tambien
PS. No diría que Ozu es obligación (no hay que ver cine por obligación), pero sí es una necesidad para cualquier cinéfilo que precie serlo.