Zeitgeist, el compló
En el falso documental próximo a estrenarse en México, La Muerte del Presidente (Range, 2006), alguien dice en una entrevista que "Estados Unidos es la tierra de las teorías de conspiración". En realidad, las conspiraciones (reales o ficticias) son y han sido atractivas todo el tiempo. Para acabar pronto, el gran historiador Tácito, que vivió hace casi dos mil años, nos entrega en sus entretenidísimos Anales, varias teorías conspirativas (si alguien fue envenenado con higos o con hongos, que la muerte de aquel fue planeada por estos dos a miles de kilómetros de distancias) que serían la envidia de cualquier rumorólogo contemporáneo.
El encanto del complot es indudable: explica todo lo explicable (y lo inexplicable), nos entrega villanos favoritos contra quienes podemos descargar nuestras frustraciones, y nos propone una crónica del ejercicio del poder repleta de signos, claves, misterios, sólo dilucidados por los bien informados (es decir, por nosotros). Ah, y otra cosa: a veces, las teorías conspirativas tienen algo o mucho de verdad (a estas alturas, por ejemplo, con las recientes declaraciones de Manuel Espino en Milenio, nadie puede argüir que no es cierto que el PAN hechó mano, legal o ilegalmente, de la ayuda de la señora Gordillo y de varios gobernadores priístas para ganar el 2006 "haiga sido como haiga sido").
Todo esto viene a cuento porque finalmente vi completa Zeitgeist, the Movie (2007), de Peter Joseph, un documental que sólo puede ser visto en la red. Recomendando por uno de los más fieles lectores de este blog, el filme es un amasijo no mal tramado de La Gran Teoría Conspirativa: en su primera parte, afirma que el Cristianismo es una religión cuyas influencias se encuentran en muchas otras figuras de la antiguedad, empezando por Horus, continuando con Mitra y siguiendo con infinidad de figuras y símbolos que fueron tomadas (saqueadas, más bien) de aquí y de allá. La segunda parte trata sobre las "mentiras" y "manipulaciones" -así las llama el narrador- construidas alrededor del 11 de septiembre de 2001 y propone que los propios americanos (el gobierno, se entiende) pudieron haber planeado el supuesto ataque terrorista. La tercera y última parte "descubre" que la economía de los Estados Unidos -y, por ende, la mundial- es manejada por un grupo muy pequeño de individuos y sus bancos.
Nunca aburrido -una buena teoría conspirativa tiene que ser interesante por definición-, el filme tiene sus mejores momentos en la primera parte: cualquiera que haya leído un par de libros serios sobre el origen del cristianismo (recomiendo El Cristianismo Antiguo, de Ch. Guignebert, Fondo de Cultura Económica) sabe que la religión romana/cristiana no es más que una fusión de judaísmo milenarista con paganismo grecorromano. La segunda parte es más discutible pero la información que presenta y las dudas que levanta no son fáciles de desechar. El problema es la tercera parte, que roza con el delirio: en este último segmento, el creador del "New Deal", Franklin Delano Roosevelt, es en realidad un banquero -o amigo de banqueros- apenas embozado y Estados Unidos empuja una especie de Unión Americana con Canadá y México, con todo y moneda común incluida. Ajá.
La última media hora, pues, no es muy convincente que digamos -por decirlo de manera amable- y eso termina por hacer dudar del rigor de Mr. Joseph para manejar la información del segundo segmento, que trata sobre el 11 de septiembre -del primero, insisto, no tengo queja: la antigüedad romana (incluyendo el origen histórico del cristianismo) son aficiones personales desde hace 30 años y algo he leído para asegurar que lo que se afirma sobre ese tema no está muy alejado de la verdad histórica/científica.
En todo caso, Zeitgeist: the Movie, puede provocar una buena conversación, sabrosas discusiones... y un largo post, como el que aquí termina.
Ah, Zeitgeist se puede ver aquí.
Comentarios
Ahí puedes ordenar la película con la subtitulación deseada, otra sería que vinieras a Culiacán y te lo presto, es muy buena, como dice Diezmartínez para echar la platicada larga, cómo me gustan esas pláticas, y después de unas copas, se tornan divertidas, pero nevertheless, Zeitgeist es un documental que te revuelve la cabeza y te hace pensar por algunos días.
Por éso resultan tan efectivas sátiras como, por mencionar una muy comercial, Hombres de Negro, donde tabloides tipo "DUDA, Lo Increíble es La Verdad" son la fuente más confiable de noticias.
(Y más si se ilustran con fotos de la maistra, que cualquiera juraría que son trucadas.)
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Respecto a los rebuznes y alardes recientes de Espino, no sé si lo que encaborona más es el cinismo o la indiferencia de la mayoría de los "ciudadanos".
Nada más un pequeño detalle. Esa mezcla de paganismo y tradición judía dio como resultado el catolicismo apostólico romano, no el cristianismo.
Sobre la película...me dan mucha hueva las conspiraciones así que paso sin ver.
Saludos,
Mmmmm... No exactamente. La teoría de Guignebert es, de hecho, que el cristianismo nació a partir de la fusión de la idea mesiánica judía con el paganismo romano. Si te interesa el tema, te recomiendo el librito. Es de 1956, pero reimpreso en innumerables ocasiones por el FCE. Las conclusiones a las que llega Guignebert son las siguientes, muy resumidas:
El cristianismo es una religión oriental por sus orígenes y características fundamentales. Es una religión con bases judías pero aderezada con influencias neoplatónicas griegas, sirias, egipcias y mesopotámicas. En el siglo I, hacia el final, aparece como uno de los tantos MISTERIOS sincretistas que el mundo romano-oriental tan bien sabía absorber. Ahora bien, a partir del siglo IV es cuando ocurre el cambio trascendental: de un MISTERIO oriental se convierte en la religión del Imperio. Esta historia la cuenta muy bien (desde el lado politico-histórico) Richard E. Rubenstein en Cuando Jesús Llegó a Ser Dios (Ed. Oceáno).
En cuanto a la hueva que provocan las ideas conspirativas: muchas de ellas, sí. Y al final de la película, Zeitgeist terminó irritándome, la verdad sea dicha.
Sí, otra teoría de la conspiración…
Ahora bien, para aportar leña: ¿Y qué tiene que ver la Zeitgeist con las teorías de conspiración? Ahí si me perdí (no, mejor: lo encontré metido con calzador).
Y de paso: eso, la Zeitgeist, siempre me ha recordado a cierto conocido mutuo, Mr. Diezm... Ahomense, de bigotes, que un día dijo ser la, cito textual SUPERIORIDAD INTELECTUAL DEL NORTE DE SINALOA. Perfecto, pensé yo al escucharlo... Me he topado con un nuevo Herder y en mi propio rancho.
En cuanto a ese personaje se me ocurren algunas personas (no conozco a tanto mochitense): Labastida (Francisco, no Jaime), que no lo creo; El Feroz, que ni borracho es capaz de decir tal sandez; y... ah, ya sé quién es.
Claro, de eso hace tiempo. De pronto, moles... Es el apodo de la teoría de la conspiración total. Vaya...
En efecto, este provocativo documental invita a la discusión y a la polémica... Yo lo ví el año pasado en Vancouver y provocó mucho de eso, no tienes idea...
Espero que alguna vez tenga el privilegio de platicar contigo personalmente, y no de Zeitgeist precisamente... Cuando vengas al DF, o de casualidad vayas a Chiapas, ya sabes que tienes una casa con las puertas abiertas... y por cierto, ya estoy a medio camino en el proceso para acondicionar un área dedicada al cine, y a la música también.
Un abrazo