Críticos y crítica/II
A pesar de que la primera pluma que escribió de manera consistente sobre cine en México fue la de una mujer (en concreto, la de Cube Bonifant, quien escribió crítica fílmica bajo el pseudónimo de Luz Alba en los años 20 y 30), en la actualidad la presencia femenina en este ámbito es mínima. Hay excepciones que confirman la regla (la colega Julia Elena Melche, que de vez en cuando publica en REFORMA y, por supuesto, Fernanda Solórzano, que tiene un espacio privilegiado en Letras Libres y colaboraciones especiales en revistas de la talla de Sight and Sound y Cahiers du Cinèma), pero lo cierto es que la participación femenina en la crítica fílmica en este país ha sido, en el gran escenario, cercana a cero.
Entre los mordaces textos de Bonifant y las capciosas críticas de Solórzano, hay muy pocos nombres femeninos: Susana López Aranda, en el desaparecido DICINE; mi querida exeditora Laura Pardo, del Primera Fila de REFORMA; la mencionada Julia Elena Melche... Y, honestamente, no sé quién más. ¿Algún nombre que haya olvidado? Y a todo esto, ¿por qué no hay más críticas de cine en México?
Comentarios
La otra Solórzano, la chafa del programa de radio con Fernanda Familiar.
La "pelirroja" esa que se junta con el mamón de Elliot.
Dolly Mamet, pero da risa.
La Michel era crítica, pero ahora es directora del FICM.
Pregunta: ¿La Julia Elena Melche es una señora como de 60 años, güerita, súper fresona?
Y sobre la escasez, no lo sé. Una vez una lectora que frecuentaba mi blog, casi me mienta la madre, que dizque porque "había demasiada testosterona en el blog" y nos habíamos vuelto una especie de Club de Tobi.
A lo mejor tiene que ver con el hecho de que el 80% de las películas estrenadas van dirigidas a nosotros, y sólo el 20% a las féminas. No lo sé.
Eso sí, cualquier mujer crítica de cine que yo respete y la tome con seriedad (al menos según mi canon), no le debe de sacar al terror, y mucho menos al gore, o al splatter.
Paxton: no la conozco personalmente (digo, a Julia Elena). No ubico a la pelirroja que anotas.
Algo similar a lo que apuntas alega Anne Thompson en su blog al respecto de la crítica estadounidense. La mayoría son hombres porque, apunta, la enorme mayoría de los filmes hollywoodenses está dedicada a los hombres. Puede ser que sean ciertas las dos cosas, pero no veo que una sea consecuencia de la otra. Y de todas formas, en EU ha habido cinecríticas importantes: Pauline Kael, Molly Haskell, Janet Maslin... Y Sight and Sound está llena de críticas mujeres.
Duende: No veo TeleHit. Y supongo que "esa" es "ese"... Digo, por las comillas.
Sobra decir que las pocas conclusiones a las que he llegado (y que cambian a cada rato) se derivan de mi historia, y que pueden o no estar relacionadas con una condición de género y/o ser extensivas a una mayoría. Pero ahi van.
Creo que una buena parte del problema se desprende del estigma social (ni modo: en Méxio estamos plagados de ellos) que pesa sobre una mujer reclusiva y "sola". El ejercicio profesional de la crítica de cine presupone una historia previa (y una práctica continua) de una de las actividades que más demandan tiempo dedicado a una actividad solitaria. Esto es, ver uno, dos o tres películas seguidas, de acuerdo con un plan trazado por uno mismo que pocas veces coincide con el plan de alguien más, o con prácticas de socialización (¿no les llama la atención que en la crítica de arte sí haya más presencia femenina?)
Y en tanto en países como México aún no existe una enseñanza sistemática de la teoría o historia del cine, el ejercicio de la crítica —si se ha de tomar e serio— requiere de una formación autodidacta que no es compatible con los signos sociales (están escondidos, por eso son signos) que dan "valor" a una mujer: su visibilidad, su pertenencia a un grupo que la valide y, last but not least, la negación de cualquier práctica "egoísta" que le impida estar disponible para quien sea que la necesite. Recordemos, además, que el cine no goza todavía del prestigio de la literatura o las artes visuales tradicionales. Es decir, su estudio no otorga estatus o prestigio, o algo que justifique su baja remuneración.
En fin. Que las mujeres van al cine, pero mucho más por distracción que por vocación (diferencia difícil de definir, pero fácil de entender.)
Quien me haya hecho el honor de leer algún texto mío, sabe que soy la primera en huir a interpretaciones feministas/victimistas de la vida. Nomás que hay cosas contundentes, como la expresión de asombro que acompaña a la pregunta que a veces escucho cuando digo que voy al cine. Seguro a ustedes, muchachos, les preguntan "¿qué vas a ver?". A nosotras, todavía, nos preguntan:" ¿Y vas sola?"
Pero tienes razón: es raro encontrar mujeres solas en el cine. Van con la pareja o amigas. Entonces, claro, construir una carrera de crítica de cine es más dificil para una mujer en este país, y eso sin tomar en cuenta la escasez de espacios en diarios y revistas, especializadas o no en donde hombre, mujeres o quimeras puedan escribir crítica de cine como se debe.
Saludos
Por otro lado, el asistir al cine solo sigue siendo, en mi rancho, casi pecado social, para hombres y mujeres. A mí siempre (acostumbro ir al cine solo desde los 14-15 años) me preguntan con extrañeza "¿y vienes solo?" cuando saludo a conocidos en el cine. Incluso, hace 20 años el ayuntamiento de Mexicali tuvo la feliz idea de buscar prevenir "asaltos" (sí, ese tipo de asaltos...) en los cines, prohibiendo la entrada de hombres solos (pero no solos solos, sino NO acompañados por una mujer). Imagínense: dos amigos y yo nos perdimos Star Trek 3, En Busca de Spock, porque no encontramos ninguna mujer trekkie que nos diera status decente y legal. Afortunadamente la medida no prosperó, denunciada, entre otros, por el que hasta la fecha sigue siendo el único periodista local dedicado a las artes. Y durante los cuatro años que escribí para el periódico, esa era la pregunta que más me hacían, conocidos y no: "¿y vas solo al cine?". Imagínense siu fuera mujer (además de lo fea...)
Joel: Prefiero no imaginarlo. Yo te conozco.
¡BLOG DE FER! ¡BLOG DE FER! ¡¡¡BLOG DE FEEERR!!!
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Por cierto, las primeras críticas de cine que leí en la vida fueron en el Playboy. Y luego supe que traía fotos...
Ahí escribía una talentosa cinecrítica que yo seguía con particular devoción, su nombre era Perla Ciuk... la verdad le perdí la pista, creo que en algún punto ese periódico tuvo problemas. El caso es que un tiempo después, y de pura casualidad, me enteré que ella editó un diccionario de directores del cine mexicano y que estaba casada con Abraham Zabludovsky, hijo de Jacobo...
La conoces?, habías escuchado hablar de ella?...
Saludos desde CHIAPAS
Paxton: Lo que dijiste sobre el factor películas para hombres vs. películas para mujeres también es muy cierto, y es aterrador. Sobre todo, porque esa división descansa sobre todo un aparato educativo y social que presupone y fomenta esas diferencias. Desde chiquito/a, te "sugieren" qué te debe gustar, de acuerdo a tu sexo. Te la crees, y ya luego hasta agradeces que te eviten exponerte a lo otro. Yo, por ejemplo, disfruté "The Devil Wears Prada" por las razones más "de mujer" posibles, que son, además del humor bitchy, la ropa. A la vez, soy adicta de las películas de asesinos seriales. Y lo que sí no aguanto, son las películitas de amor CLARAMENTE marqueteadas hacia las mujeres. Son, para seguir con la imagen, como vestidos de quinceañera con las costuras de fuera.
Ernesto y Joel: el issue de ir al cine sola se entendería en generaciones anteriores (en cuyo caso la mamá de Ernesto es una excepción maravillosa: soy su fan), pero lo feo es que esté vigente entre gente de nuestra edad. Por lo menos a ustedes los consideran peligrosos y amenazantes (eso está chido); a nosotras nos echan miradas de lástima ("no sólo nadie la invitó al cine, ¡nadie quiso acompañarla!)
Un último berrinche, éste sobre la manía de hacer crítica de cine desde la corrección política (y, en particular, feminista). Por poner un ejemplo que nos regresa a terrenos familiares, nunca entendí por qué algunas mujeres consideraban que "American Psycho" era una película misógina. Que Patrick Bateman sea misógino (y esa es otra discusión) no significa que la película lo sea. Para el caso, también sería una película psicótica (¿y qué chingados querría decir eso?). Si usted, damita, tiene un jefe como el Sr. Bateman, entonces es comprensible que lo denuncie o se cambie de trabajo. (Yo no lo haría, pero ya saben por qué). Lo que simple y sencillamente no puede hacer es calificar a una película con los atributos de un personaje. Eso sí que es harto psicótico. Saludos.
Sobre esto último que alegas, que no hay que confundir a los personajes con el discurso de la película, recuerdo a Buñuel entrevistado por Don José y Pérez Turrent, cuando alguno de ellos le recuerda las críticas que le hicieron por El Discreto Encanto de la Burguesía (estoy citando de memoria, que conste en actas).
En una de las escenas de esta película, dos de los burgueses mandan llamar al mayordomo y le ordenan que se tome una copa delante de ellos. El vino (o licor) es carísimo, exquisito, exclusivo. El mayordomo toma la copa y se la echa de una, como "hidalgo". "¿Es todo, señor?", dice el mayordomo. "Sí, es todo", responde el patrón. Cuando el empleado se va, uno de los burgueses le dice al otro: "¿Ya ves?: esta gente no sabría apreciar lo bueno aunque se lo dieras gratis". Y luego, los dos se ríen.
Buñuel decía: yo no soy un snob ni un clasista, pero esos dos personajes sí lo son. Y pedía, como tú, que no lo confundieran con sus personajes.
A propósito y sobre los estereotipos, otra cosa que veo más seguido de lo que quisiera es la extrañeza de hombres sobre todo, aunque de vez en cuando una que otra mujer, cuando hablo sobre alguna película de amor, (y más si) el tema se presenta de una forma adulta como, por ejemplo, Une liaison pornographique.
Supongo que, como dicen Ernesto y Fernanda, se han de imaginar que yo no debería ser romántico. O que mis relaciones son pornográficas. O que me gusta la pastoreada.
Con eso se entiende mejor el final.