Los Amigos del Cine
Hace cuatro años, más o menos, recibí una serie de correos electrónicos de un lector que me pedía opiniones, referencias, recomendaciones, listas de películas y de autores de libros sobre cine... Como es mi costumbre -y los lectores de este blog no me dejarán mentir- contesté esos correos con todo gusto.
Siempre he creído que es mi deber con el lector -de los diarios en los que escribo, de lo que pergueño en este blog casi a diario y de mi cronología en twitter- contestar todo aquello que pueda contestar y hacerlo de la manera más concienzuda posible. La enorme mayoría de las veces, la experiencia ha sido gratificante.
Y más lo es cuando me topo con un lector que, años después de haberle recomendado leer a David Bordwell y revisar la obra de unos cuantos cineastas claves, me dice que ha fundado en el Centro de las Artes de San Luis Potosí, un club de cine en donde se reúnen a ver películas y discutir sobre ellas. Me atribuye este lector que, al recomedarle a Bordwell y a sus libros, ya se ha hecho de una videoteca de varios miles de películas. Y no sólo eso: esta misma pasión es la responsable de la apertura de un blog llamado Los Amigos del Cine.
Frater Ignatius -así firma sus textos en el blog- me atribuye demasiadas cosas. En todo caso, acepto la responsabilidad de señalar algunas líneas, algunos caminos, algunos cineastas, algunos autores... El amor por el cine no se puede contagiar: tengo la sensación que Frater Ignatius ya la traía consigo. En todo caso, acepto ser, como me lo pidió, ser el padrino virtual del blog. Que tenga muchas entradas y que sus autores sigan viendo mucho cine. Y que así sea.
Siempre he creído que es mi deber con el lector -de los diarios en los que escribo, de lo que pergueño en este blog casi a diario y de mi cronología en twitter- contestar todo aquello que pueda contestar y hacerlo de la manera más concienzuda posible. La enorme mayoría de las veces, la experiencia ha sido gratificante.
Y más lo es cuando me topo con un lector que, años después de haberle recomendado leer a David Bordwell y revisar la obra de unos cuantos cineastas claves, me dice que ha fundado en el Centro de las Artes de San Luis Potosí, un club de cine en donde se reúnen a ver películas y discutir sobre ellas. Me atribuye este lector que, al recomedarle a Bordwell y a sus libros, ya se ha hecho de una videoteca de varios miles de películas. Y no sólo eso: esta misma pasión es la responsable de la apertura de un blog llamado Los Amigos del Cine.
Frater Ignatius -así firma sus textos en el blog- me atribuye demasiadas cosas. En todo caso, acepto la responsabilidad de señalar algunas líneas, algunos caminos, algunos cineastas, algunos autores... El amor por el cine no se puede contagiar: tengo la sensación que Frater Ignatius ya la traía consigo. En todo caso, acepto ser, como me lo pidió, ser el padrino virtual del blog. Que tenga muchas entradas y que sus autores sigan viendo mucho cine. Y que así sea.
Comentarios
Lo ves?
Tu solito has escrito rebien lo que te he intentado explicar varias veces.
"Se siembra porque es costumbre" dice por ahí un huapango muy biutifuleado...y ahí si, no la regó.
2046
mariquita, quita quita, quítae dolor y penas...
cosas del cine, también.
saludos
hoy si hizo ping el blog.
un uso creativo, ejercicio encomiable, el del twitter
me voy a empeñar en conseguirlo. donde lo he pedido se me quedan viendo como si estuviera pidiendo algo que, en efecto, no existiera. más saludos
Ya que nos diga si se quedó con todos.
Saludos
si yo encuentro algunos volúmenes, los compro. y hablamos. saludos
Es mi primera comentario en tu blogg pero tratare de frecuentarlo mas... ya que bien lo vale. Saludos.
JC
JC: Gracias por entrar al blog y más por comentar. Como diría perogrullo, hay que empezar por el principio: El Arte Cinematográfico, escrito con su mujer, Kristin Thompson. De ahí en adelante y pasada esa aduana, podrías seguirle por cualquier otro: su libro sobre narrativa, sobre Hollywood y, ya más especializado, uno sobre Ozu (aunque éste es gratuito: él mismo lo ha subido a la red para compartirlo) y otro sobre crítica de cine. Entre muchos más. Pero empieza con El Arte Cinematográfico. No tiene desperdicio.
JC