La Noche del Cazador


¿Quién es el responsable de esa excéntrica obra maestra que es La Noche del Cazador (The Night of the Hunter, EU, 1955? La única película dirigida por el inevitable actor británico Charles Laughton -no un one-hit-wonder sino más bien un one-and-only-hit-wonder- es, acaso, la primera cult-movie hollywoodense, una imperfecta pero fascinante mezcla de thriller y cuento de hadas que, en el momento del estreno, pasó casi desapercibida.
El gran David Thomson, en The New Biographical Dictionary of Film (2009), le atribuye los logros de esta inclasificable cinta al propio Laughton -y yo no soy nadie para contradecirlo-, aunque tampoco presenta mucha evidencia para sostener su dicho. En todo caso, no habría que olvidar que el guión fue escrito por el venerado cinecrítico James Agee, la fotografía expresionista es de Stanley Cortez y que el filme cuenta con la magnética presencia de Robert Mitchum como el gran lobo feroz del cuento y con la icónica Lillian Gish como la intrépida abuelita que protegerá y salvará a sus dos correosos huerfanitos.
Mitchum -que, además, también codirigió algunos segmentos del filme- aparece en la cinta, en su primera escena, manejando un auto y hablando directamente con Dios, pidiendo su guía. Ya ha dejado seis viudas atrás, asesinadas, y va tras las que el Creador ponga en su camino. Muy pronto, el carismático pero siniestro predicador Harry Powell tendrá la oportunidad que le ha solicitado al cielo, pues como el auto que maneja es robado, compartirá una celda con un asaltante condenado a muerte, cuyo botín, diez mil dólares, nunca fue encontrado por la policía. Así que, al salir de prisión, Harry sabe a dónde dirigirse: al pequeño pueblo del sur americano en donde vive la viuda del criminal, Willa (Shelley Winters), con sus dos hijos (Billy Chapin y Sally Jane Bruce) quienes, supone Harry -y supone bien-, deben saber dónde escondió los diez mil dólares su padre.
El torcido thriller con serial-killer en ristre se transforma, en su segunda parte, en un cuento infantil de los Hermanos Grimm ambientado en plena Gran Depresión estadounidense. Los niños, huyendo río abajo del Gran Lobo Feroz en el que se ha convertido Mitchum, son observados por la indiferente naturaleza -un zorro, una tortuga, un par de conejos, un enorme sapo- que atestigua los incansables afanes de Powell por encontrarlos y los de los hermanitos por seguir huyendo. La tabla de salvación de los niños aparecerá en la forma de la providencial señora Cooper (Gish), una enérgica anciana que dirige su propio orfanatorio y para quien un par de bocas más que alimentar no significa mayor problema.
La secuencia del río -sin duda la más famosa de la película- tiene un aire de cine fantástico inocultable: ya no estamos en el sur americano en una época específica. Más bien, estamos inmersos en un cuento fantástico/infantil atemporal en el que un ogro que representa todo lo perverso -la crueldad, la represión sexual, la avaricia- va tras dos niños que, por otro lado, no son exactamente inocentes.
La película presume por lo menos dos imágenes imborrables, logradas a través de la virtuosa cámara de Stanley Cortez: la del auto que se encuentra en el fondo del lago, y la de Lilian Gish, su perfil visto en la oscuridad, esperando pacientemente el ataque del Gran Lobo Feroz Robert Mitchum. Por supuesto, La Noche del Cazador tiene sus imperfecciones: la música de Walter Schumann es francamente estorbosa, la actuación de los niños no es la mejor y hay ciertos momentos, hacia el final, en los que -¡herejía, herejía!- pienso que Laughton debió haber controlado más a Mitchum, a quien, de plano, se le van las cabras al monte.
Pero, bueno, si por algo es recordado Laughton como actor es por su propensión al desafuero interpretativo: si no se controlaba él, menos iba a controlar al lacónico Mitchum que, aquí, memorablemente, se da un quien vive con el más desatado Jack Nicholson, el más energético Jimmy Cagney... el más hammy Charles Laughton.

Comentarios

Hereje!! La noche del Cazador, pese a sus momentos flacos (que ni se sienten), es una OBRA MAESTRA. Una GRAN favorita personal. Aunque no crea en él ruego a dios poder verla alguna vez en una sala de cine, en pantalla grande, y si es posible en una pantalla grande como las de antes.

Saludos!!
Sí, una obra maestra, sin duda, con todo y sus defectos -o, acaso, por eso mismos defectos. De hecho, tengo la sensación que mis problemas con la actuación de Mitchum van a disminuir con sucesivas revisiones de la cinta. Así pasó con El Resplandor: cuando vi la película, en el estreno, me molestó sobremanera Nicholson. Con el paso del tiempo, lo he ido tragando cada vez mejor. Ya casi me gusta su actuación en esa cinta de Kubrick.
Christian dijo…
a lo mejor con el paso de tiempo tambien te termina gustando la oscareada actuacion de Pacino en Perfume de Mujer Ernesto...
Tyler: Tampoco, tampoco... No exageremos. Por ese camino, vas a decir que hasta voy a terminar adorando a Benigni. Guácala de perro sarnoso.
Joel Meza dijo…
Chingado, estoy desayunando...
No escriban Benigni...
Joel Meza dijo…
¡¡¡Ramona Cabrera!!!
(Perdón, me dejé llevar...)
zombidromo dijo…
Zaz, la oscuridad gobierna este filme, las tomas asustan y confunden por la rapidez de la edición en las secuencias. Según lei, este fue el único filme de Laughton debido al fracaso económico de esta cinta, pero con los años se ha vuelto un filme reconocido y alabado por sus atributos cinematográficos que rodean a la historia, pero también por la magnifica actuación de su estrella principal, al grado de ocupar bastantes lugares importantes en varias listas estadounidenses y extranjeras sobre filmes:

• Numero 34 en la lista de “100 años, 100 emociones” del American Film Institute,
• Numero 90 de “Los momentos mas atemorizantes” del canal Bravo.
• En una lista del 2007 enlistando los “100 mas Bellos filmes”, Cahiers du Cinema clasifica The Night of the Hunter como la numero 2.
• Esta dentro del top 10 de la lista “50 filmes que ud debe ver cuando cumpla 14 años” del BFI.
• Esta clasificada en el numero 71 de entre las mas grandes películas de todos los tiempos de la lista “500 grandes filmes de la Revista Empire”.

La fotografía en blanco y negro de Stanley Cortez es sorprendente y preciosa, asienta de gran manera la amenaza del personaje de Mitchum y el mundo fantasmagórico que rodea a los infantes, este filme se ve que ha sido de gran influencia en el cine de David Lynch, y aun también (según leí) de otros autores como Scorsese, Spike Lee y los Hermanos Coen. Los tatuajes que muestra el villano aparecerían nuevamente en Cape Fear de 1966 protagonizada también por Robert Mitchum, y aquí aprovecho para señalar el tema del fanatismo religioso presente en el filme que el psicópata usa para excusar sus acciones y comportamiento, sin duda es através de Dios que este hombre quiere hacer parecer que lleva a cabo una misión divina la cual debe cumplir a cualquier precio. Excusa que hemos oído bastantes veces usadas por otros dementes.

El Río Ohio que se encuentra cerca de la casa tiene una fuerte presencia durante toda la película, primero al ser la salvación de los niños que huyen, y luego como substituto de la figura materna “protectora” de sus hijos en la escena donde los niños duermen mientras se alejan en el río. Y es muy cierto la escena de la mujer sumergida en el auto es increible...
En 1992, La Noche del cazador fue clasificada como un filme "cultural, histórico, y estéticamente significante" por la Biblioteca del congreso de Estados Unidos, y fue seleccionada para la preservación en su Registro Nacional de Películas. Creo que se lo merece.
Zombidromo: Gracias por tu aportación. Muy afortunada.

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