Morenita, el Escándalo
Después de haber ganado el Colón de Plata a la Mejor Dirección en Huelva 2008, llega finalmente a las salas comerciales de todo el país Morenita, el Escándalo (México, 2008), opera prima de Alan Jonsson Gavica.
El tapatío Jonsson Gavica ha elegido debutar en grande: a su película se le notan los recursos de producción, sus elementos técnicos son por lo menos aptos –dicho de otra manera: la película se ve y se escucha bien- y el reparto secundario, comandado por Don Ignacio López Tarso, es más que respetable. Sin embargo, el thriller –porque a este género pertenece Morenita…- es, en el mejor de los casos, muy elemental. Incluso se antoja que el montaje fue realizado de forma apresurada porque el manejo de los tiempos y las situaciones argumentales no es exactamente el mejor.
La historia, firmada por el propio cineasta y Annabel Oakes, está centrada en el robo de la morenita del título, nada menos que la imagen sagrada de la Virgen del Tepeyac, por parte de Mateo (Horacio García Rojas), el empobrecido nieto del encargado de seguridad de la Basílica, un anciano exmilitar encarnado por López Tarso. El robo del ayate guadalupano es el último recurso que encuentra Mateo para salvar su vida, la de su mujer (Maya Zapata) y la de su propio abuelo, amenazadas por el malévolo narcotraficante “el Pinto” (Everardo Arzate), quien ha hecho responsable de la pérdida de un cargamento millonario de cocaína a Mateo y a las decenas de palomas mensajeras que el muchacho había entrenado para que cruzaran la línea, llevando en sus patas el preciado contrabando de estupefacientes.
La trama es absurda pero, tratándose de un thriller, esto no es necesariamente un defecto -Hitchcock hizo películas con historias aún más increíbles. El asunto es que la narrativa visual del debutante Jonsson Gavica resulta muy abrupta para poder atrapar al espectador. Los acontecimientos se suceden con demasiada rapidez y así es imposible construir cualquier tipo de suspenso.
Sólo para dar un ejemplo de la deficiente construcción dramática de la cinta: al inicio vemos que López Tarso es operado de gravedad en una escena, a la siguiente lo vemos caminar con andadera y segundos después aparece tan campante que podría correr los cien metros planos. Es obvio que aquí –como en otros momentos del filme- se perdió en la sala de edición (o tal vez ni siquiera se filmó) una buena cantidad de pietaje que le habría dado una mínima consistencia dramática a la película.
Sólo para dar un ejemplo de la deficiente construcción dramática de la cinta: al inicio vemos que López Tarso es operado de gravedad en una escena, a la siguiente lo vemos caminar con andadera y segundos después aparece tan campante que podría correr los cien metros planos. Es obvio que aquí –como en otros momentos del filme- se perdió en la sala de edición (o tal vez ni siquiera se filmó) una buena cantidad de pietaje que le habría dado una mínima consistencia dramática a la película.
De hecho, el propio López Tarso, cándidamente, señaló los problemas de la cinta en una entrevista otorgada hace varios meses a Claudia Peralta, en el diario sinaloense Noroeste. Según Peralta, “López Tarso quedó satisfecho con su intervención en Morenita”, aunque le cortaron “una escena que para él era fundamental en su personaje”. En esa misma entrevista, Peralta cita las palabras de López Tarso: “No había visto la película hasta anoche… me llevé la sorpresa… es para solucionar el problema del tiempo… la película se entiende de todos modos, aunque era una escena fundamental” (Noroeste, 14/3/2009).
Sí, Don Ignacio, la película se entiende. Pero, bueno, uno espera algo más que eso. En todo caso, debo apuntar que Morenita... no es, ni de lejos, la peor cinta mexicana que he visto en el año. Aunque supongo que esto tampoco es un gran elogio.
Comentarios
FABIO
Lo mejor es que la gente no sale enojada del cine, sino que se ríe. La parte del "teleton" es muy buena, lloré de la risa.
Saludos.
Fabio: Cuestiones de espacio y editoriales.
Rackve: Sí, el filme tiene buena factura, sin duda.
Joel: Jajajajajaja... Sí, hombre, escuchando y leyendo lo que dicen los columnistas, pareciera que el PRD perdió a una cruza de Golda Meier, Margaret Tatcher y Angela Merkel... Que no mami-blú...