Sé lo que viste el fin de semana pasado/CLXV


Temple de Acero (True Grit, EU, 2010), de Joel y Ethan Coen. Este remake del homónimo vehículo de lucimiento de John Wayne -Temple de Acero (Hathaway, 1969), con el que "el Duke" ganó su único Oscar- es un western más clásico que revisionista, con un reparto intachable y el final más conmovedor en toda la historia de la filmografía de los Coen. Si por mí fuera, este es el filme que debería ganar el Oscar 2011. Pero, por supuesto, no ganará. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado, publicada con mi Coenómetro personal -es decir, las 15 películas de los Coen listadas en orden de preferencia.

Comentarios

Thorfinn dijo…
Entonces hay que verla, aprovechando que se estreno en Culiacan inmediatamente y no tardaron meses como acostumbran, ¿y el coenómetro paa cuando? o en otras palabras sus favoritas de los Coen en orden de preferencia.
Christian dijo…
También la ví.

Magnífica, absolutamente magnífica.

pd, creo que la niña se merece su oscar, por momentos logra opacar al Dude, no es cosa fácil...
Champy dijo…
Y entonces cual va a ganar?

2046
Anónimo dijo…
Si aqui ni siquiera se a estrenado esta de los Coen, que se puede esperar de un ciclo de Chabrol o algo como el FICCM. Ni modo, a seguir chutandose las comedias romanticas de J Aniston.
Anónimo dijo…
Aquí la han titulado "Valor de ley" xD
Curiosamente, mapki, aquí respetaron el título en español de la cinta de Hathaway. ¿En España se llamó también Valor de Ley la de Hathaway?
Joel Meza dijo…
Pues acá sigo con las Crónicas del Olvido: como ni Cisne Negro ni Temple de Acero, me metí a ver una cosa que se titula Los Ojos de Julia. La única razón por la que no me salí a la mitad es que el público (media sala, veinteañeros en su mayoría) estaban tan dispuestos a pasar un buen rato, que se metieron bien y bonito con la película, gritándole de vez en cuando cosas a los personajes y carcajeándose en cada nueva vuelta absurda de la "trama". Eso bien valió mi boleto y salí muy contento del cine.
Joel: ¿Tan buena como aquella función de "¡dénle una cerveza!"?
Joel Meza dijo…
Exactamente. Tan buena, Ernesto, pero diferente: en aquella el "¡Dénle cerveza!" fue la gota que derramó el vaso para que el público dejáramos de poner atención a la película.

En ésta, los gritos eran todos en el contexto de la película. Ejemplo: en una escena en que se descubre que el asesino es hijo de una buena y respetable señora y hay una leve esperanza (o grande sospecha) de que todo el asunto se convierta en una especie de plagio de Psicosis, la heroína le dice al malo, en buen castellano: "¡eres un hijo de puta!", justo frente a la madre del tipo.

En consecuencia, se oye de entre el público la voz de una adolescente que dice, como con pena "ahí atrás está la mamá..." TODA la sala soltamos la carcajada. Cómo no.
Josafat M. dijo…
Yo también entré a ver la misma cinta, Joel, salí decepcionado, ojalá se hubiera armado cotorreo en mi función.

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