El cliché que yo ya vi/LXII
Joel Meza propone
"Los golpes ingren". En las películas, cuando el protagonista trata de proteger a un ser amado, una opción muy socorrida es hacerle creer al ser querido que el amor se acabó, de modo que el ofendido se aleje y, por ende, se ponga a salvo de los malos. A pesar de que sólo bastaría un "Vete" o de perdida un "Yo te llamo", cualquier cantidad de insultos y hasta una cachetada guajolotera son buenos para decir "te pego porque te quiero". Claro que el héroe sigue siendo un héroe pero el ofendido generalmente se va con el corazón destrozado.
Aunque casi siempre es aplicable a animales (Liberen a Willy o Mi Mascota es un Monstruo, por ejemplo), también funciona con humanos... pero en este momento no recuerdo más que el que Robert Redford le aplicó, sin los guamazos, a Demi Moore al final de Una Propuesta Indecorosa; o, más recientemente, en la tercera temporada de True Blood, lo que le dice el vampiro Bill a la sobrona de Sookie: que ya no la quiere chupar.
Comentarios