Cine en televisión para el domingo 16 de marzo


EN TIEMPOS DE DON PORFIRIO (México, 1939), de Juan Bustillo Oro. Realizada en las postrimerías del cardenismo, el filme número 15 de Bustillo Oro sería no sólo uno de los más exitosos de su extensa filmografía (García Riera dice que se estrenó en el cine Alameda a dos pesos por butaca, un precio exorbitante para la época) sino uno de los más influyentes, pues marcaría el inicio del ciclo de añoranzas porfirianas que marcarían cinematográficamente el sexenio de Ávila Camacho. La trama, ubicada a fines del siglo XIX, es una hábil mezcla de melodrama familiar y comedia de enredos en el que un calavera provinciano (Fernando Soler) tiene que redimirse de haber abandonado a su hija (Marina Tamayo) muchos años atrás, evitando que la muchacha se case con el viejo verde Don Rodrigo (chistosísimo Joaquín Pardavé). La cinta está repleta de canciones de la era de Don Porfirio, tan extrañado ayer y hoy por nuestra retrógrada clase media.

Canal 22, domingo 16, 14:30 horas, tiempo del centro de México.

Comentarios

Hammurabi dijo…
Lástima que en mi casa no llega el Canal 22. Tengo la percepción de que pasan muy buenas pelis, o por lo menos, difíciles de ver. Un saludo
marichuy dijo…
Hola Sr. Diez Martínez

Que difícil me es escribir un comentario su blog, alguien que conoce/ha visto, tanto de cine: me recuerda mi enorme ignorancia en la materia (en esta y en otras). No obstante la pena, me animé a comentarle algo un poco fuera de tema.

Tengo como una hora leyendo sus reseñas de Cine Vértigo, así como algunos post de aquí y sigo picadísima. Como no estoy suscrita a Reforma (requisito para leerlo en Internet), no había tenido el gusto de leerlo, salvo sus comentarios en CINÉCDOQUE –incluida su respuesta a mi comentario sobre el film “300”; algo que no dije allá es que lo vi en compañía de una amiga que deliró todo el tiempo ante la perfección anatómica (sic) de los espartanos.

No sabe que placer me ha causado encontrarme reseñas de películas “viejonas”, el descubrir coincidencias sobre algunas de mis favoritas, que yo creí que solo a mi me gustaban; o el disfrute de saber que yo no soy la única sacrílega, como me llamó alguien, que no gusta de “Rescatando al soldado Ryan”, para mí insoportable, salvo por la esplendida escena del desembargo en Normandía (aunque yo tengo un soporífero muy superior en efectividad: "Forrest Gump", jamás he podido verla completa, he dormitado intermitentemente durante todo el film y quizá esto sea un sacrilegio mayor, pero para mi es una bomba de nembutal).

Bueno ya me excedí y así podría seguirle, pero mejor le corto; solo una pregunta sobre este post:

¿de verdad habrá quien extrañe a Don Porfirio?

Saludos de su nueva fan
Marichuy: gracias por comentar. El neoporfirismo no es una puntada mía. En el sexenio de Avila Camacho se puso de moda la nostalgia porfiriana como nunca ante. Y, posteriormente, ha revivido intermitentemente. Por ejemplo, cuando Televisa produjo la por lo demás, bien realizada telenovela EL VUelo del Aguila. El estudio de este neoporfirismo está contenido en "Porfirio Diaz, del héroe al dictador", una magnífica biografia escrita por el historiador inglés Paul Garner. Yo leí este libro hace varios años pero acaba de aparecer en Editorial Planeta. Y, precisamente, una de sus tesis es no sólo rescatar a Díaz -junto con Juárez- como el creador del primer Estado mexicano, sino estudiar la añoranza por esa época de mano dura a la que muchos mexicanos aspiran. Por ejemplo, ¿recuerdas el primer slogan calderonista?: "Mano firme, pasión por México". Más porfiriano no podría ser.
marichuy dijo…
Ernesto

Pues pobre... de Don Porfirio
Pues sí... Perdón por la comparación de Don Porfirio con el otro señor y sus frases de campaña.
Y ahora que me acuerdo, hace unas semanas, cuando recién se destapó el escándalo Mouriño, comentaba Lorenzo Meyer en Primer Plano las similitudes de esta "novísima" clase política con su similar de inicios del siglo XX, los científicos porfirianos. El lenguaje es similar: hay que modernizar el país, hay que hacer reformas... y en el camino, los Limantour, los Terrazas y demás familias porfirianas se enriquecieron a lo bestia con el manejo de concesiones, con la adquisición de tierras y como intermediarios del propio gobierno. Cualquier parecido con la realidad presente... échenle la culpa a la méndiga historia que tiende a dar vueltas en este país.
Joel Meza dijo…
Y es que lo nuestro no es Historia... vivimos en un Groundhog Day a la mexicana.
Anónimo dijo…
Pues casualmente hace muy poco vi la serie completa -6 kilométricos DVD's- de "El Vuelo del Águila" y la verdad no tengo más que elogios para esta extraordinaria producción de época. Lástima que no la grabaron en formato cinematográfico, valía la pena hacerlo, pero aún así creo que es muy superior a lo que regularmente se ve en la tele, e incluso, lo que se ve en el cine comercial...
La tésis que comentas es interesante, pero creo que en el caso de esta novela queda claro -por lo menos a mi- ese tránsito desconsolador/indignante del héroe consumado al ambicioso, déspota y todopoderoso Don/Gral. Porfirio Díaz... de todos modos creo que sería interesante leer ese libraco que mencionas.

Lo que si se me hace completamente desesperanzador es el hecho que andamos recorriendo nuestra supuesta vida de nación independiente en círculos, es increíble como no aprendemos de nuestro pasado. Ahora es más cierta que nunca esa frase que dice: "los pueblos que no conocen su historia estan condenados a repetirla"... y también resuena otra más que dice: "todo pueblo se merece el gobierno que tiene", en fin...
Saludos
FABIO
Fabio: sí, la serie televisiva es extraordinaria. Acaso la mejor en su género en la televisión nacional y tiene escenas memorables, como la toma de posesión de Huerta, con el ejército rodeando la cámara.

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