Capadocia
Desde que se acabó Six Feet Under, Roma y, sobre todo, Los Sopranos, estoy más triste que un cholo sin su grabadora -el término es de un lector de este blog al que desvergonzadamente estoy plagiando. He intentado infructuosamente refugiarme en otras teleseries. Probé con Dexter -la primera temporada la vi casi por completo- pero nunca me prendió. Vi luego Life on Mars (divertida, ingeniosa) y, aunque sus dos primeras temporadas son muy disfrutables, la realidad es que nunca llegué a sentir la necesidad de verla como lo sentía con las venturas y desventuras de Tony Soprano. Pero no me doy por vencido. Es más: acabo de ver el primer capítulo de Capadocia, la nueva teleserie producida por HBO y la compañía mexicana Argos.
Dirigido por Javier Patrón "Fox" (la quebrada pero meritoria Fuera del Cielo/2006), este primer capítulo de trece que se exhibe hoy domingo -otros serán dirigidos por su compañero, socio y mentor Carlos Carrera- presenta una mezcla irritante de aciertos y fallas en la que los primeros ganan, en muerte súbita, a los segundos.
Estamos en la Ciudad de la Esperanza (o la Ciudad en Movimiento, mejor dicho), en el Reclusorio Oriente femenil. Hay lo que ya sabemos que existe en cualquier cárcel mexicana: corrupción rampante, prisioneras inocentes y violencia a flor de piel. El negocio lo manejan la directora del penal y la jefa de custodias, "La Negra" (notable Aída López), quienes equilibran a su antojo las fuerzas de poder dentro de la cárcel.
Fuera de ella, el Jefe de Gobierno Santiago Marín (Marco Treviño) le dice que no al oleaginoso cabildero empresarial Federico Márquez (Juan Manuel Bernal, perfectamente mouriñesco), quien le quiere vender la idea de privatizar las cárceles para usar a las reclusas como esclavizada fuerza de trabajo. Cerca de Marín está su exesposa, Teresa Lagos (Dolores Heredia), una defensora de los derechos humanos que ha luchado toda su vida para crear penales que de verdad regeneren a sus internos.
Apurado por la negativa de Marín, Márquez le ordena a "La Negra" que organice un motín para presionar al dubitativo Jefe de Gobierno. El motín funciona, hay 18 muertas, un escándalo mediático y, por lo tanto, PEMEX (oh, que diga, el sistema penitenciario) será privatizado. Al mismo tiempo, a la prisión llegará Lorena (Ana de la Reguera), una joven madre de familia que, en un accidente, le ocasionó la muerte a su mejor amiga, que estaba encamada con su esposo.
El resultado de este disparejo primer episodio es interesante: discurso con tufo casi echeverrista que denuncia la corrupción didácticamente (los diálogos de Heredia al respecto son muy malos) al lado de un atrevimiento sexual/moral insólito en la hipócrita televisión mexicana (desnudos frontales, lesbianismo nada sugerido) al lado de una pertinente denuncia de la corrupción institucionalizada tanto en el poder político (ese diputado que le agradece a Márquez las dos botellas de cognac) como en el empresarial. Y es que ya sabemos la historia: siempre que algo falla en el gobierno, hay que dárselo a los empresarios que, de pura casualidad, resulta que son parientes de la gente del gobierno (o, de perdida, los apoderados legales).
En cuanto a la realización se refiere, el primer episodio dirigido por Patrón está realizado con funcionalidad, presume algunos alardes narrativos coppolianos (el motín se alterna con una función de opera en Bellas Artes y con la subtrama de Lorena sorprendiendo a su marido infiel) y el reparto, con una o dos excepciones, cumple sin ningún problema.
¿Y qué? ¿Capadocia sustituyó finalmente a Los Sopranos? Ni en sueños: pero mientras convencen a Gandolfini y compañía que vuelvan por sus fueros, a lo mejor me entretengo todos los domingos con esta serie mexicano-americana de HBO. Digo, tampoco tengo mucho que hacer los domingos por la noche.
Comentarios
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Oye Ernesto ya viste la nueva de Claude Chabrol? 'Una Chica Partida en Dos'? Te gustó?
Se me figuró como alguna comedia Woody Alleniana pero con un final mas simbólico... no sé, sigo masticandola, pero en general me gustó, además Ludivine Sagnier aporta mucha frescura a la cinta.
D-47: Mmmmmm... No la he visto.
Hice uno un poco extenso hoy por la mañana pero por azares del destino cibernético no aparecío postea'o..
Resumiendo:
Lo bueno:
1. Que HBO (para bien o para mal) se aventó esta serie en conjunto con una productora mexicana, similar a lo que hizo en Brasil con Madrake.
2. Cecilia Suarez (la flaca perversota), Ana de la Reguera y la jefa de custodias.
Lo malo:
Las inconsistencias, que de cierto modo le quitan ese aire de originalidad a la serie.
1. Funcionarios del DF en Metro.
2. El metro en sus vagones y andenes totalmente vacio.
3. Las escenas del motin con papeles por todos lados algunos enteros otros quemados, quien sabe por que siempre cuando se hacen este tipo de escenas los papeles salen a relucir.
Ya me están tentando a contratar cable para ver HBO. Pero no, mejor me espero al DVD.
Pero sí, como comentaba, la serie es una mezcla irritante de aciertos y errores. A ver qué hace Carlos Carrera con los episodios que le tocan a él dirigir.