A los maestros, con cariño/III
LAS QUEJAS DEL PÚBLICO
*Fósforo (pseudónimo de Alfonso Reyes)
Los lectores suelen atendernos. Las empresas cinematográficas, todavía no. Hemos recibido cartas. A sus puntos nos referimos.
Verdaderamente, son insoportables esos maniáticos que, en todos los salones públicos , entornan los ojos y resoplan para hacer entender a las señoras que están poseídos del delirio amoroso, y subrayan con un ósculo al aire todas las escenas de amor.
¿Y qué decir de los que comentan, en voz alta, con toda clase de chistes los episodios de la cinta?
¿Y -oh, Dioses- de los que leen en voz alta los letreros de la película, porque de otra suerte corren riesgo de no enterarse?
Pues ¿y esos espectadores vergonzantes, que no hallan medio de dar a entender a todos que, aunque ellos han ido al cine, están muy por encima del cine y lo toman con gran desdén?
Acaben de irse de una vez. Y piensen que el perfecto espectador del cine pide silencio, aislamiento y oscuridad: está trabajando, está colaborando en el acto, como el coro de la tragedia griega.
*Texto publicado en la sección "Frente a la pantalla" del semanario madrileño España, el 23 de diciembre de 1915. Este artículo más otras reflexiones y reseñas están contenidas en la antología Frente a la Pantalla (textos sobre cine escritos por Reyes, Martín Luis Guzmán y Federico de Onís), de la colección Cuadernos de Cine (UNAM, 1963).
Comentarios
Lo que me sorprendio es que este tipo de situaciones ya tiene 91 años..... y contando..