Los Ojos sin Cara



En preparación para ver este fin de semana en Morelia 2011 La Piel que Habito (Almodóvar, 2011), me di a la tarea de volver a revisar Los Ojos sin Cara (Les Yeux sans Visage, Francia, 1959), segundo y más conocido largometraje de George Franju, una de los tres filmes de horror que, a-fines-de-los-50's/inicios-de-los-60s sacudirían crítica y público en los dos lados del Atlántico -los otros dos, claro, fueron Psicosis (Hitchcock, 1960) y Trauma/El Fotógrafo del Pánico (Powell, 1959).
Con el paso del tiempo, es obvio que de los tres filmes mencionados, el menor ha resultado ser Los Ojos sin Cara, esta variación de la conocida historia del científico loco que, al desafiar tanto a la ciencia como a la naturaleza, recibe un justo, merecido y previsible castigo. La trama gira alrededor del obsesivo profesor Génessier (Pierre Brasseur, muy en su papel), un famoso médico que ha creado una revolucionaria cirugía para el trasplante de piel. Génessier tiene razones muy personales para dedicarse a esto: su hija Christiane (Edith Scob) permanece oculta debido a que en un accidente automotriz ha perdido todo su rostro. Desde entonces, la muchacha vaga por las habitaciones de la enorme mansión paterna, oculta tras una máscara. Mientras tanto, el padre, apoyado por su siniestra asistente (Alida Valli), ha secuestrado una serie de jovencitas para quitarles la piel del rostro y trasplantarla a la cara de su enclaustrada hija.
Aunque la realización de Franju no pasa de ser funcional y la trama es más que previsible -con todo y su desenlace histérico/simbólico de cajón-, la verdad es que es imposible olvidar por lo menos una escena genuinamente horrenda de la cinta -la operación en primer plano de una de las víctimas de Génessier con el  bisturí penetrando por las orillas del rostro de la muchacha- y, por supuesto, la antológica música enfermiza,  carnavalesca, escrita por Maurice Jarré para acompañar a la inexpresiva Alida Valli en su búsqueda de nuevas víctimas para su patrón/amante/salvador. Yo soy muy macho, pero debo confesar que esa música y el rostro de la señora Valli me dan ñáñaras.
Ya veremos este fin de semana si Almodóvar supera o, por lo menos, iguala a Franju. Ya veremos. Falta poco.

Comentarios

J Luis Rivera dijo…
Siempre la he querido ver pero no se me hace. Sobre todo cuando vi "El Espejo de la Bruja" de Urueta que la homenajea/referencia (junto a "Mad Love", "Rebecca", y varias más).
Anónimo dijo…
Buen texto pero me tomo el atrevimiento de señalarle un error ortográfico. Cirugía es con G y no con J.
Saludos.
J Luis: Yo hace mucho que la había visto. Ahora creo que me gustó más.

Anónimo: Muchas gracias por señalar el error. Ya hice la corrección debida.
Christian dijo…
oraa! no jalen que descobijan

ese fotograma esta espantoso!
Darkcritic dijo…
Tengo tiempo queriéndome adentrar más a fondo en el buen cine de horror. Me cuesta encontrar piezas recientes que rescaten el género de perezosos convencionalismos y montañas de clichés. A lo mejor refugiándome en los clásicos encuentro mejores propuestas. Intentare rentar esta cinta para el fin de semana o por lo menos para verse antes de checar “La Piel que Habito” de nuestro talentoso Almodóvar. Ojala y tenga tiempo de comentarnos por acá que le pareció la cinta.
Lo curioso es que ya es una realidad el transplante de rostro, que locura
J Luis Rivera dijo…
Darkcritic: Aún se hace buen cine de horror, sólo que sí hay que buscarle. Me tomaré la libertad de invitarte a mi blog, sé que a Ernesto no le molestará :D
Anónimo dijo…
Para mí, lo mejor que filmó Franju es esta alucinante secuencia en Judex:

http://www.youtube.com/watch?v=_HM_hN6uDvk

En Ojos sin rostro se ven también aves, claves en el sistema de imágenes de Franju.

P.D. Judex es desigual -de hecho la secuencia del baile de disfraces parece fuera de lugar en la película-, pero captura perfecto el espíritu de los seriales estilo Fantomas.
P.D. 2 Lo más inquietante que filmó fue el docu La sangre de las bestias. Te dará pesadillas por varios días.
¡Saludo!
@mauroforever
Darkcritic: Sigue la cobertura. Ahí estaremos.

Cuentos...: Cierto. Y bienvenido a los comentarios.

Mauro: Sí, hombre, tengo pendiente ese documental.
Ah, esta película... Cierto, de la triada la menor. Pero, hijos de la rabia, los escalofríos, las moscas y el centípede humano, conozcan al padre de los (carnales) horrores (y larga vida a la primera carne).
Duende: ¡Y a la carne en rebeldía! (diría Cronenberg).

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