State of Play
En cuanto al programa en sí, estamos ante una trepidante, inteligente y mordaz mini-serie política-policial-periodística que inicia con la muerte dizque accidental de la juvenil asistente de un ascendente parlamentario laborista, Stephen Collins (David Morrissey), cabeza del poderoso comité de energía; y el asesinato de un ladronzuelo cualquiera, quien es ultimado por un sicario profesional por razones que muy pronto sabremos. Collins tenía un affaire con la asesinada -es obvio que la muerte no fue accidental-, así que, como es natural con la feroz prensa británica, el MP Collins se convertirá en pieza de caza tanto de tabloides como de diarios serios. El periodista estrella del ficticio The Herald, Cal McCaffrey (John Simm, el hiper-profesional policía comatoso de la teleserie Life on Mars/2006-2007), antiguo manejador de la campaña política de Collins, será el encargado de investigar el caso, que se enredará, en cada uno de los seis episodios, de manera progresivamente tortuosa, pues aparecen intereses de todo tipo que hacen más complejo todo el asunto: el interés amoroso de McCaffrey en la engañada esposa de Collins, Anne (Polly Walker, inolvidable como Atia en la épica teleserie Roma/2005-2007); el posible involucramiento de cierto pulpo petrolero que veía como peligrosa la honestidad valiente de Collins; los intereses económico-políticos de los dueños del diario The Herald, que cuando ven que el escándalo empieza a embarrar a algunos políticos, le ordenan echarse para atrás al filoso editor sarcástico Cameron Foster (Bill Nighy, robándose la teleserie cada vez que aparece cruzando los brazos y moviendo sus hombros); los entresijos partidarios dentro del laborismo, que no quieren dejar caer a Collins porque representa una valiosa pieza para ellos... McCaffrey, arremangándose los brazos, se sumerje en la podredumbre de la polaca británica (qué corruptos son allá, me cae) y con un entusiasta equipo no de gacetilleros a sueldo sino de auténticos periodistas -por ahí destacan un jovencísimo James McAvoy y una Kelly McDonald con un acento genuinamente encantador- desenmascaran el compló que resultará ser tan lúcida como dolorosamente obvio.
Comentarios
Otras series de la BBC que recuerdo, a bote pronto: Civilisation (espléndida clase de historia del arte), una de tres capítulos sobre Chaplin y, claro, Hollywood, una teleserie documental sobre el nacimiento de Hollywood con análisis in extenso de carreras de cineastas, actores, etcétera. Cuando sea grande, la voy a comprar.
Todas con sus respectivos remakes gringos que son unas reverendas bazofias...
También la radio inglesa es superlativa, superfregona super grandiosa...
es mas, me atrevería a decir que todo lo que se hace en esa diminuta isla es ultra grandioso. period.
je
Peep Show también es gradioso!!
1-¿Qué pasó con la página Cine Vértigo?
2-Ya puedes leer la columna de beisbol "Pasando la Bola" de Eduardo Almada diario en www.el-fanatico.com
Gracias.
a mi si me gustó, hay un pub muy bueno cerca de Savile Row donde hacen un Steak & Kidney Pie que te mueres Joel!
se llama The Windmill
el Steak & Kidney Pie digo
De todos modos, si alguna vez ando por allá otra vez, busco The Windmill y les doy tus saludos, Tyler.
En cuanto al anónimo de las 18:39... ¿Te refieres a que los ingleses -o británicos, que no son lo mismo- no hacen buen cine, salvo excepciones? Si eso es lo que quieres decir, creo que estás equivocado.
Ahora sí, sobre lo que se discute aquí:
Traffic, la serie original, también fue inglesa ¿no?
Duende: Chin chimenena chin chin cheron.
http://duendecallejeroelemental.blogspot.com/2009/05/la-tonteria-del-dia.html
Eso sí, los de Spider ahí están todos. Nadie los peló.
Jo... Por cierto, leí el Noroeste de hoy. Yo también quiero que me manden el instructivo con dibujos sobre cómo le haremos "en LA casa"...
Y los dejo con algo, para pasar el rato:
http://hermanocerdo.anarchyweb.org/index.php/2009/05/puerca-epidemia-breves-reflexiones-en-medio-del-panico/