Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCXCIX
Apóyate en mí (Lean of Pete, GB, 2017), de Andrew Haigh. El cuarto largometraje de Haigh es sólido melodrama sobre la orfandad, desprovisto de sentimentalismo, pero también de crueldad. Mi crítica in extenso por acá. (***)
Los adioses (México, 2017), de Natalia Beristáin. Con este sólido filme, Beristáin ha evadido dos trampas que parecían inevitables: el típico tropiezo del segundo largometraje después de una muy lograda opera prima (No quiero dormir sola, 2012) y el derrapar con un género tan convencional como la biopic -en este caso, de la escritora Rosario Castellanos. Mi crítica, en la sección Primera Fila del Reforma del viernes pasado. (**)
Tormentero (México-Colombia-República Dominicana-Dominica, 2017), de Rubén Imaz. Algo es cierto con la obra de Imaz: no es previsible ni en temática ni en resultados. Lo mismo ha dirigido filmes valiosos (su opera prima Familia tortuga/2006, su tercer largometraje Epitafio/2015 codirigido con Yulene Olaizola) que cintas no tan logradas, como su segundo largometraje, Cefalópodo (2010) y, ahora, Tormentero.
Estamos en las costas de Campeche y he aquí al anciano pescador Romero Kandún (José Carlos Ruiz) que sobrevive rodeado de recuerdos, delirios y fantasmas, ahogado en alcohol y rechazado por todo el pueblo, que no le perdona haber descubierto cierto pozo petrolero que significó el fin de la propia comunidad de pescadores.
Imaz y su fotógrafo Gerardo Barroso logran imágenes tan espectaculares como sugerentes, pero todo el asunto resulta demasiado opaco, narrativamente hablando, para conservar el interés hasta el final, por más que la cinta apenas si dura 80 minutos. (+)
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