Sé lo que viste el fin de semana pasado/CCLIX



Mi Universo en Minúsculas (México, 2011), de Hatuey Viveros. Cual personaje rulfiano repensado, una joven catalana llamada Aina (Aida Folch), llega a la Ciudad de México porque sabe que ahí vive su padre. Su única prueba es una vieja fotografía en la que ella, de tres años de edad, es cargada por su papá y al fondo de la foto, se ve la casa en donde vivió: Juárez 37. Por supuesto, la enorme Ciudad de México tiene más de una calle Juárez, así que veremos a la muchacha recorrer a pie, en microbús, en metro, en taxi, toda la inmesidad chilanga en busca de su papá, en busca de su origen.
¿Slow-cinema otra vez? No precisamente o no al nivel antidramático que hemos sufrido en algunos filmes nacionales de los últimos años. Aina se encuentra con varias personas que tienen sus propios problemas -un joven padre soltero (Harold Torres) con un niñito de tres años, una solitaria mesera (infalible Diana Bracho) a la que el banco le va a embargar su casa, una "cultora de belleza" (Sonia Couoh) embarazada con una tía gravísima de sus pulmones-, tan singulares como los de Aina, que se pierde y se encuentra a sí misma caminando y viajando por toda Chilangolandia. La cámara está acreditada a Vidblain Valbás pero también aparecen otros seis fotógrafos en los créditos finales, responsables de esos fragmentos de vidas y rostros anónimos que vemos en todo el filme. Se trata de la meritoria opera prima de Hatuey Viveros, egresado del CCC. 

Sonidos Vecinos (O Som al Redor, Brasil, 2012), de Kleber Mendonca Filho. El segundo largometraje -primero de ficción- del cinecrítico convertido en cineasta Mendonca Filho fue exhibido a inicios del año en México en el FICUNAM 2013 y ahora ha vuelto en una modesta corrida cultural/comercial en la Cineteca y en salas afines. 
La película, ganadora en Rotterdam 2012 del premio FIPRESCI, está ubicada en la costera y norteña ciudad de Recife, en un barrio cercano al malecón. Ahí, enormes edificios de departamentos alternan con casas individuales, en donde viven algunos acomodados clasemedieros y de clase alta, servidos por los chalanes de siempre: lavacarros, criadas, guardias. La cinta va mostrando, sin prisa alguna, inevitables tensiones sociales, broncas familiares y la permanencia de la violencia y la venganza, pues en una sociedad con tantos agravios como la brasileña -o la mexicana, en todo caso- es dificil sino es que imposible olvidar el pasado. 
Una media docena de personajes van apareciendo como los protagonistas: la frustrada ama de casa Bia (Maeve Jinkings), el dueño de casi todo el barrio Don Francisco (W. J. Solha, el papá de Érase una Vez Yo, Verónica/Gomes/2012), su nieto Joao (Gustavo Jahn), su otro nieto Dinho (Yuri Holanda) y el vigilante solovino Clodoaldo (Irandhir Santos), quien se ofrece a patrullar el barrio junto con sus camaradas para evitar que sucedan robos -¿o será para evitar que ellos mismos roben?
Los "sonidos vecinos" -los sonidos de alrededor del título original- son persistentes y, llegado el momento,  imposibles de soportar, como esos ladridos de un perro que no descansa ni de día de noche. Se podrán acallar por un momento, pero volverán porque son parte de la vida en común. Como el pasado, que por más que se quiera olvidar, vuelve por sus fueron en el momento menos esperado. En el caso de esta película, en la misma escena final.

Este es el Fin (This in the End, EU, 2013), de Evan Goldberg y Seth Rogen. La opera prima a cuatro manos de Rogen y Goldberg muestra a un sexteto de celebridades cómicas -Rogen, Jonah Hill, James Franco, Jay Baruchel, Danny McBride y Craig Robertson- en plena pachanga cuando la fiesta es interrumpida por el Apocalipsis. Y no, no es metáfora. Los gags se suceden de manera ininterrumpida y por cada chiste que no da en el blanco, hay dos o tres que sí. Mi crítica en el Primera Fila del Reforma del viernes pasado.

Comentarios

Christian dijo…

hey! por acá vimos Este Es El Fin e Intriga, la nueva del ¿aclamado? director de Incendies.

La primera me divirtió horrores, cuando ya de plano aplaudí de la risa fue en el homenaje/parodia al exorcista y el bebe de Rosemary, desternillante. Y coincido con Diezmartinez, el final es estupendo.

De la segunda tengo que decir que me gustó aunque creo que tiene sus fallas. En primera, creo que el director quiere armar una historia tan compleja, tan larga, tan azotada (a ratos) como Incendies, pero la trama no da para tanto, creo. Entonces todo eso hace que la película dure unos interminables 153 minutos! ¿qué les pasa? ni que fueran Fritz Lang! Pero bueno, a su favor y para contrarrestar un poco esto, también tengo que decir que la cinta nunca deja de interesar, vamos es bastante absorbente casi todo el tiempo.

Otro detallito que tiene, es que se nota que hay ciertas secuencias o episodios que están ahí solo para mantener "al filo de la butaca" al espectador pero en realidad no agregan mucho a la historia y se sienten artificiales. Ejemplo: todo ocurre en un pueblito y, hay un personaje que durante toda la película asumimos que vive en ese pueblito pero no, resulta que en una secuencia muy importante de la película, otro de los personajes tiene que atravesar casi medio estado para poder salir de la casa que les comentaba y llegar a otro lugar sumamente importante. Entonces uno como espectador piensa: "un momento, eso solo está ahí para que yo esté aquí comiendome las uñas, pero en realidad se siente forzado"

Pero bueno, fuera de cositas así, la película funciona y es un buen thriller familiar-social. Además ¿qué creen? sale Paul Dano en otro más de sus odiosos papeles que tanto le gustan!!! jo

Por otro lado, también vimos Gravity otra vez (por culpa de Diezmartinez y su reseña y la polémica alrededor), Frances Ha y Trenes Rigurosamente Vigilados.

De Frances Ha... mmmmhhh aaaaah no sé, no sé... es de esas comedias "indies" tan en boga últimamente, con personajes medio Woody Allenescos y situaciones chuscas y a veces conmovedoras. Pero no sé, la sentí demasiado calculada, demasiado snob, demasiado hipster para mi sangre. Lo que si encontré muy interesante y valioso incluso, fue, uno, el trabajo de Greta Gerwig y, dos, ese retrato tan actual de la juventud hipster sin chamba y medio mantenida por sus papás. Digo, acá en la película está padre porque son hipsters con ambiciones artísticas (como escribir el guion de Gremlins 3) que viven en Brooklyn o Manhattan y sus padres les mandan dinero. Así está bien padre vivir no?

Ese tema ubicado en Hungría y en manos de Bella Tarr ufff para qué les cuento... jajajaja

Y finalmente, lo mejor que vi el fin de semana y seguramente de lás últimas semanas: Trenes Rigurosamente Vigilados

wow!!!

Es una comedia simpatiquísima ubicada en plena ocupación nazi en checoslovaquia. Lo único que lamenté fue el final, demasiado cruel, demasiado inesperado...

Saludos
Christian dijo…

Orale, no me había dado cuenta que esa de 'Sonidos Vecinos' la voy a ver hoy en la Cineteca. Mañana la platicamos, tengo mucha expectativa.
Christian dijo…

Ya revisé esa de los Sonidos Vecinos. Bastante buena. Digamos que es como un not-that-slow cinema situado en el cono sur. Las dinámicas, costumbres y pequeñas tensiones se van desarrollando a lo largo de dos horas divididas en tres capítulos, en este barrio de clase media alta en Recife, Brasil.

Me gustó, hay algo inquietante a lo largo de toda la cinta que impide que uno se aburra.

Vale la pena.
Joel Meza dijo…
Cuando sea joven quiero ser como Christian.
Christian dijo…
Joel,

favor que me haces :)

Saludos
Christian: Ese final de Trenes Rigurosamente Vigilados es lo que se queda en la mente.

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