55 Muestra Internacional de Cine/IV
La violencia en el cine puede
tener múltiples rostros: como sustituto o extensión del acto sexual –todas las
slasher movies-, como el acto final en el que la camaradería viril se afirma sentimentalmente
–La Pandilla Salvaje (Peckipah,
1969)-, como un recurso narrativo casi operático (las ejecuciones de El Padrino/Coppola/1972) y hasta como
el preludio o desenlace de diálogos/monólogos tan ingeniosos como divertidos
(Tarantino).
Pero
he aquí que el danés Nicolas Winding Refn, con su noveno largometraje, Sólo Dios Perdona (Only God Forgives,
Dinamarca-Francia-Tailandia-EU-Suecia, 2013), ha encontrado otro rostro más:
mostrar la violencia de la manera más gráfica posible, al mismo tiempo que
ofrece una puesta en imágenes solemne, alertagada, tediosa. La cinecrítica Sara
Stewart, del New York Post, propuso un neologismo para etiquetar este filme de
Winding Refn: “goring”. Es decir, aburrido (boring) y sangriento (gore). Ojalá
se me hubiera ocurrido a mí...
La crítica completa, hoy sábado 16 de noviembre, en la sección cultural de Reforma.
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