Jack Reacher
Con Jack Reacher: Bajo la Mira (Jack Reacher, EU, 2012), Tom Cruise ha
intentado un gambito que, aparentemente, parece haberle funcionado. El segundo
largometraje como cineasta del oscareado guionista –por Sospechosos Comunes (Singer, 1995)- Christopher McQuarrie es un
intrincado thriller criminal basado en “One Shot” (1995), la novena novela
hard-boiled –de diecisiete escritas hasta el momento- protagonizada por el
expolicía militar Jack Reacher, personaje creado por el prolífico especialista
Lee Child.
La
película es arriesgada –sin olvidar que se trata de un vehículo de lucimiento
para su estrella- porque el Jack Reacher de Cruise es un personaje más cercano al
carácter fílmico del último Liam Neeson –un lacónico pero letal e implacable hombre
que ya dejó de ser joven- que del eterno galán carismático y siempre sonriente que
ha sido, durante buena parte de su carrera, Tom Cruise. Vaya: pareciera que el
ex de la señora Kidman ha decidido, finalmente, buscar un vehículo para “madurar” como héroe de acción,
lo que significa no sonreír mucho, estar muy serio casi todo el tiempo y no
tener ni buscar ninguna relación amorosa, pues el Reacher de Cruise rechaza no
solo a la guapa Rosamund Pike sino, muy adecuadamente, a la jovencita Alexia
Fast, que podría ser su hija desobediente.
El
excuico militar Reacher entra en acción cuando un veterano de guerra apellidado
Barr (Joseph Sikora) es acusado de haber asesinado, al azar, a cinco inocentes
ciudadanos de Pittsburgh. El desequilibrado francotirador pide que busquen a
Reacher, quien había tratado de llevarlo a juicio en Irak, luego que Barr
asesinó también a varios inocentes aprovechando la confusión de la guerra.
Dejado en estado de coma después de una muy oportuna golpiza, Barr no puede
decirle a Reacher para qué mandó llamarlo. Sin embargo, es claro que el tipo es
culpable: todas las evidencias forenses lo señalan, el detective encargado
(David Oyelowo) resulta ser muy eficiente y el veterano fiscal de distrito
(Richard Jenkins) nunca ha perdido un caso. La abogada defensora (Pike), hija
del propio fiscal, le pide a Reacher que le ayude a investigar y, de improviso,
alguien quiere hacer a un lado al solitario expolicía militar justiciero.
¿Quién está en las penumbras?
La
gran arma (no tan) secreta del filme es que el siniestro villano apodado Zec es
interpretado, en un formidable cameo extendido, por el gran cineasta alemán
avecindado en Hollywood Werner Herzog, quien le presta su seca dicción e
inconfundible acento germano a este expresidiario/empresario que está dispuesto
a todo para salirse con la suya y/o sobrevivir, desde mandar matar media docena
de inocentes hasta arrancarse a mordidas sus propios dedos si esto es necesario.
El
resto del reparto es bienvenido –especialmente Robert Duvall en un cameo
chistosón- y McQuarrie dirige con eficiencia, por más que la duración del filme
-130 minutos- se antoja algo exagerada. A saber si los resultados en taquilla
-120 millones de billetes verdes en el momento de escribir estas líneas frente
a 60 millones que costó el filme- animan a Cruise a seguir con este personaje o
a quedarse estacionado con su más conocido y redituable Ethan Hunt. Por lo
pronto, como futuro sustituto de Liam Neeson, no lo ha hecho nada mal.
Comentarios
Además de recordarme algo a Bullit, como decía Christian el otro día, también me recordó al Liam Neeson de Taken, para ser más preciso. Pero en donde me parece superior a Taken es en la intriga. Taken sólo es suspenso, acción y comedia. Reacher maneja muy bien la intriga, además.
Además a mi me cayó re-bien el personaje de Reacher, es super listo.
A lo mejor me echo algunas novelas de la saga para saber más de él...